Decía un medio de prensa hace unos días que el Ministro de Exteriores se adapta a las costumbres locales en sus viajes, así que le hemos visto en una “jirga” (asamblea) en Afganistán ataviado con “longui” y “chapán”, o lo que es lo mismo un tocado típico afgano compuesto de turbante y pañuelo caído al hombro a modo de ínfula. Estaba guapísimo el Ministro, oye. Con esa cara de pan que tiene el bueno de Miguel Algel y el tocado musulmán, tenía unes pintes que ¿pa que voy contate? Mejor verlo en la Red. Y es que si estos señores y señoras que se dedican a la política ya causan hilaridad, cuando no cachondeo, disfrazados de lo que son, imagínense lo que puede pasar cuando se visten de lo que no son y además esas indumentarias no tienen nada que ver con las propias de nuestra cultura occidental. La repanocha.
¿Se acuerdan de Aznar caracterizado como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valencia con un birrete rojo sobre su cabeza que talmente parecía la guinda del pastel?, ¿o este mismo personaje de Swartzennegger mostrando la tableta de chocolate en las vacaciones del verano pasado?, o alguien que nos pilla más cerca, ¿nuestro presidente, por poco tiempo, Areces ante el mausoleo del Mahatma en su reciente viaje a la India vestido de no se qué…? Lo que hay que ver. A Tini y Miguel Angel solo les queda ponerse el taparrabos para bailar el Haka, la célebre danza de guerra maorí con la que los neozelandeses inician sus partidos de rugby para meter a sus rivales el miedo en el cuerpo. Serían dos buenos fichajes, tienen el tipo para ello y estarían en su salsa.
Los que no terminan por adaptarse a las costumbres de los indígenas son Rajoy y Zapatero. Claro que el primero no viaja mucho fuera de España, salvo a Cataluña y el País Vasco (¿?). Pero el segundo está todo el día de aquí para allá, y aunque ya se le haya acabado el caramelo de la Presidencia Europea tan pronto se va a desayunar a Washington y ver a su idolatrado Barack, como a Montreal a una cumbre de esas donde despacha dos minutos y medio con su admirado Obama, o incluso a alguna ciudad europea donde encontrarse con el Presidente de los Estados Unidos, aprovechando que está allí para ver a la Merkel, a Sarkozy o a Cameron, y de paso hacerse una foto con el baranda mundial. Y es que nuestro Presidente que inventó aquello de la “Alianza de Civilizaciones”, y desde su irreverencia y falta de respeto a la bandera del Tío Sam -y ya han pasado unos cuantos años- aún no se ha dado cuenta de que los refranes han de cumplirse al pie de la letra. “Allá donde fueres haz lo que vieres”. Eso la sabía bien José María que soñaba en catalán, y que nada más aterrizar en el rancho de Bush ya hablaba tejano. Y lo saben aún mejor el ministro Moratinos y nuestro presidente Areces. A lo mejor es que las ropas flojas y sueltas disimulan mejor la tripa. Vaya usted a saber.
Imágenes obtenidas de Google
¿Se acuerdan de Aznar caracterizado como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Valencia con un birrete rojo sobre su cabeza que talmente parecía la guinda del pastel?, ¿o este mismo personaje de Swartzennegger mostrando la tableta de chocolate en las vacaciones del verano pasado?, o alguien que nos pilla más cerca, ¿nuestro presidente, por poco tiempo, Areces ante el mausoleo del Mahatma en su reciente viaje a la India vestido de no se qué…? Lo que hay que ver. A Tini y Miguel Angel solo les queda ponerse el taparrabos para bailar el Haka, la célebre danza de guerra maorí con la que los neozelandeses inician sus partidos de rugby para meter a sus rivales el miedo en el cuerpo. Serían dos buenos fichajes, tienen el tipo para ello y estarían en su salsa.
Los que no terminan por adaptarse a las costumbres de los indígenas son Rajoy y Zapatero. Claro que el primero no viaja mucho fuera de España, salvo a Cataluña y el País Vasco (¿?). Pero el segundo está todo el día de aquí para allá, y aunque ya se le haya acabado el caramelo de la Presidencia Europea tan pronto se va a desayunar a Washington y ver a su idolatrado Barack, como a Montreal a una cumbre de esas donde despacha dos minutos y medio con su admirado Obama, o incluso a alguna ciudad europea donde encontrarse con el Presidente de los Estados Unidos, aprovechando que está allí para ver a la Merkel, a Sarkozy o a Cameron, y de paso hacerse una foto con el baranda mundial. Y es que nuestro Presidente que inventó aquello de la “Alianza de Civilizaciones”, y desde su irreverencia y falta de respeto a la bandera del Tío Sam -y ya han pasado unos cuantos años- aún no se ha dado cuenta de que los refranes han de cumplirse al pie de la letra. “Allá donde fueres haz lo que vieres”. Eso la sabía bien José María que soñaba en catalán, y que nada más aterrizar en el rancho de Bush ya hablaba tejano. Y lo saben aún mejor el ministro Moratinos y nuestro presidente Areces. A lo mejor es que las ropas flojas y sueltas disimulan mejor la tripa. Vaya usted a saber.
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