sábado, 10 de julio de 2010

BESANDO SU TIERRA



Lleva Asturias y Langreo por bandera. Productora, guionista y directora de cine, trabaja en Telemadrid desde hace 24 años. Lucinda Torre Cañal (Sama de Langreo, 1965) fue nominada en 2000 al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción por “El Beso de la Tierra”, ha estado presente y fue premiada en multitud de certámenes cinematográficos dentro y fuera del país. En 2005 dirige la película “Resistencia”, largometraje documental filmado en Langreo que, en su momento levantó algún resquemor y aún a día de hoy sigue haciéndolo. Procedente de una conocida familia de Sama, lleva más de media vida en Madrid pero se siente arraigada en el Valle del Nalón y en Asturias, donde vuelve a rodar su última obra “Alegría”, de la que es guionista y directora. Es algo tímida, pero siempre meditada y muy expresiva.

Estudió Musicología en la Universidad de Oviedo, licenciándose en Historia del Arte por la Universidad Complutense de Madrid. Es Productora, Guionista y Directora de cine y compagina estas actividades con su labor en TV formando parte desde el año 93 del equipo de Programación de Cine y Documentales de Telemadrid

Lucinda nació encima de “Casa Ramiro”, el bar que tenía su familia en Sama. Recuerda que era un sitio que tenía el suelo de tierra, con el serrín para recoger la sidra, a su padre y su tío detrás de la barra, y a su madre y las mujeres de la familia en la cocina. Recuerda esa actividad pero también la confianza y la relajación entre los parroquianos. Aquello era como una familia, un lugar de encuentro y de referencia. Se sentía como hija y sobrina de personas que favorecían eso, como miembro de algo muy importante por la calidad humana que allí se respiraba. Allí aprendió a ver lo que significaba el trabajo, el sacrificio y el esfuerzo. Quizás por eso tiene mucha fe en los seres humanos, en la capacidad que tenemos de hacer frente a los retos y a las dificultades. Concibe la vida como un río que, a medida que discurre, se alimenta de sus afluentes y adquiere caudal. Pero reconoce que ella aún no tiene mucho de ese caudal.

Considera que en Asturias hay dos realidades. “La gente en Madrid, y creo que en toda España, quiere mucho a Asturias y considera a los asturianos como gente muy abierta, honesta. Admiran profundamente la tierra que tenemos, su belleza y la calidad de vida que hay aquí. Pero, desde el punto de vista político, ha perdido peso y predicamento. El peso específico que tuvo con la minería y la siderurgia en el sitio donde hay que tener una voz, para mí ahora está un poco perdido. En ese sentido se oye poco hablar de Asturias. Yo reivindico ese retorno a la conciencia de asturianía, a que volvamos a tener aquel peso específico que un día tuvimos”.

No es dogmática ni le gusta elucubrar, pero sí le gustaría saber qué es lo que puede hacer por los demás, por esta sociedad, por las cosas que no nos gustan, y hacerlo. Cree que, como cineasta, tiene en sus manos un instrumento poderosísimo para intentar cambiar las cosas, cuanto menos lo que pueda estar en sus manos.

Le gustaría tener una larga trayectoria de películas que queden para la reflexión y ser recordada como una persona que siempre hizo las cosas con el corazón y con respeto a los demás. También le gustaría ser recordada como ella recuerda a las gentes que fueron importantes en su vida, como una persona buena, honesta y siempre positiva.

El 8 de septiembre de 2009, día de Asturias, Lucinda Torre fue distinguida como “Langreana de Honor” y este año será pregonera de la Fiesta del Carbayu. Será un nuevo beso a su tierra. Uno más.

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