jueves, 29 de abril de 2010

DON PEROGRULLO


“Crearemos empleo cuando el crecimiento económico coja ritmo”. Eso es lo que ha dicho el Inefable el martes pasado en el Senado, después de que el EPA (Estudio de Población Activa) haya adelantado, a través del INE, que la tasa de paro ha sobrepasado el 20 %, cosa que no ocurriría nunca según Corbacho, ministro del ramo, que acusaba de esta forma a la oposición de crear alarmismo en la población. Si no fuera porque llevamos más de dos años sin creernos nada de lo que acerca de la crisis, el paro y algún que otro tema nos viene diciendo el Gobierno y su Presidente, estas manifestaciones zetaperiles serían para creérselas a pies juntillas. Cuanto menos nos dan mucho que pensar. ¿A que se referirá Pepeluis cuando habla de ritmo?, ¿lo hará al del tango, el twist o el rock and roll? Por lo pronto ha afirmado que el paro ha tocado techo y Chaves lo ha ratificado. Lo que pasa que es tan insistente y tiene tanta fuerza que acabará por romperlo y salirse de madre. De esta forma, en la próxima ocasión, nos dirán que el paro ha roto techo pero no pasará de la cubierta y que crearán empleo cuando descienda. Las perogrulladas de los políticos. Y es que los periodistas no entienden nada de nada, igual que la opo. Les dices que estamos fastidiados y ellos escriben y proclaman que la cosa está jodida. ¿Qué tendrá que ver uno con lo otro?

Pues resulta que, además, el Banco Central Europeo (BCE) nos pone sobre aviso del deterioro fiscal, similar al de Grecia, que sufrimos los españoles y también los irlandeses. Pero no pasa nada porque la ministra Salgado ha dicho que los del BCE ya se equivocaron más de una vez. Así que tranquilos que lo tienen todo controlado. Evidentemente ellos, es decir los del Gobierno, no se equivocan nunca. Solo se desaceleran. De ahí que Duke y yo estemos tan mosqueados por lo del ritmo presidencial. Y es que viendo como se ponen las cosas en Europa, considerando que quienes más saben de esto y más pelas tienen ponen en tela de juicio lo de la ayuda a los griegos, y teniendo en cuenta que quienes nos están gobernando parece que están jugando otra liga, no saben, y no dicen una verdad ni de borrachos, el acojone que tenemos desde hace un par de años está creciendo de forma exponencial. Es decir, estamos requeteacojonados a la enésima potencia.

Pese a las reticencias de los alemanes y franceses, Bruselas ya ha decidido ayudar a los griegos en más del doble de lo previsto y, aún así, los helenos ya barajan, entre otras medidas, reducir los ayuntamientos en dos tercios, los funcionarios en el mismo porcentaje, subir la edad de jubilación (por cierto, ¿les suena a algo?), reducir y congelar las pensiones, paralizar las incorporaciones funcionariales ya aprobadas y creemos también que pronto cerrarán el paso de las Termópilas y el Partenón que se les está cayendo más todavía. A este paso de los griegos no va a quedar ni la Filosofía. Por otro lado, tras ellos, Portugal ya ha entrado en primera línea y no tardando iremos nosotros, los irlandeses y la madre que nos parió a todos, porque esto tiene toda las pintas de ser una confluencia astral catastrófica o de la gran cagada de Don Perogrullo y los miembros y miembras de su equipo de gobierno. Duke me dice que en lugar de hacer mapas del clítoris podían haberlos hecho de la salida de este tremendo laberinto.

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miércoles, 28 de abril de 2010

YEINSYOIS JOCUNDO



“La caída de una vez viejo salmonzuelo [par] de wallstreet es recontada temprano en cama y más tarde en vida par’abajo a través de toda la juglaría cristiana. La gran caída de la pared’e lejos [ha] implicado con tan poco plazo la pafcaída de Finnegan, sólido hombre irlandés, que la cabezadehumpty[enla]colina délmismo prontamente envía una buena indagación hacia el oeste en busca de sus dedosdelpiedetumpty[enel]pueblo: y su picarribapuntoysitio [obelisco] está en [el lugar de] el noqueo en el parque donde naranjas han sido puestas par’oxidarse [descansar] sobre el verde desde’l diaublínprimer amado [entre lo] vivo [livia / liffey]”.

Duke se ha rendido ante un texto tan evidentemente claro, ¿y ustedes?, ¿se han enterado de algo? Pues esto es un ensayo de traducción de J.D. Victoria de una pequeña parte de la primera página de “Finnegans Wake”, la última novela del irlandés James Joyce, autor de “El retrato del artista adolescente” (1917) y “Ulises” (1922) y, a juicio de muchos críticos, mejor novelista mundial del siglo pasado junto a William Faulkner. Para que ustedes no investiguen acerca de esta tremenda tomadura de pelo les ilustraré con cuatro datos: Se publicó en 1939 y su autor predecía que no sería descifrada hasta pasados setenta años. Se equivocó en uno. De hecho él mismo decía: “Escribo para mantener ocupados a los profesores por lo menos durante tres siglos”. El caso es que un filólogo y un físico teórico dedicaron treinta años a desentrañar el significado de esta locura valiéndose de ella y de más de treinta mil folios manuscritos, resultando una novela “expurgada” -que dicen- con 120 páginas menos que la original, que a la fecha no ha sido totalmente traducida al español ni, por supuesto, publicada en nuestro idioma. Claro, no la entiende ni Dios. ¿Cómo coño se traduce algo inentendible, indescifrable, que vuelve locos a los críticos y estudiosos, y evidentemente a los traductores que no llegan a tanto.

Pues resulta que en Estados Unidos hay nada menos que seis Congresos anuales sobre esta novela. Digo yo que como a esos congresistas no les eche una mano Mr. Jack Daniels lo tienen más que jodido. Y también resulta que el precio de esta joya de la literatura universal es de trescientos euros en su edición normal, y seiscientos en la edición especial, ambas encuadernadas en piel de borrego, digo de becerro negro. También digo yo que la edición especial será la que va acompañada del famoso bourbon de Kentucky. El caso es que hablando el otro día de este tema con mi querido D.Q., cuando le mencioné lo del precio me dijo: “Que me pongan media docena de ellos de cada”. Seguro que, en su avidez lectora, se los zampa sin bourbon. Eso sí, con una buena jarra de bicarbonato sódico, por aquello de el estómago, los gases, y la madre que lo parió. Lo de los estudiosos de este Joyce de Finnegans Wake, sus Clubes y sus Congresos es igual que lo del Club Social del Folner de Pola del Tordillo. Se pasan las horas, los días…, y la eternidad eterna para interpretar algo que el jocundo autor nunca quiso decir porque, en definitiva -y él mismo lo dijo-, lo que verdaderamente quiso fue tocar los congojos a los tontos (con perdón) que se empeñasen en entenderle. Resulta más barato “El Quijote” y un buen jarrón de vino manchego.
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sábado, 24 de abril de 2010

GUARDAR LA ROPA


A uno le van cayendo años encima y esto de la memoria le trae a mal traer. El caso es que en estas últimas fiestas me fui unos días con mi mujer al sur a disfrutar un poco del sol, dado que por estos lugares se prodiga escasamente. Llamé a un amigo que reside allí para vernos y tomar un café, mientras mi esposa se iba a la playa. Quedamos en un bar del centro al que llegué cinco minutos antes de la cita. Pedí mi consumición y esperé. Habían pasado quince minutos, mi amigo aún no había llegado y, como conocía su puntualidad habitual, tiré de móvil y le llamé. Efectivamente me había confundido de lugar y el caso es que aquel sitio al que había ido por error me trajo a la memoria un viejo recuerdo. Nada más llegar al lugar correcto donde me esperaba, tras el abrazo y las disculpas de rigor, le conté la anécdota.

De aquello habían pasado más de dos décadas, Duke no había nacido. Era yo un pimpollo de poco más de veinte años, recién casado, que había recalado allí en viaje de novios. Una mañana, mi mujer decidió que, visto el calor reinante, tenía que cortarse el pelo, así es que se tomó la mañana para ello. Date un paseo o vete a la playa, nos vemos en el Bar “X” a la hora de comer, me dijo. Provisto tan solo del bañador y un libro la acompañé hasta la pelu y, sin muchas ganas de bajar a la playa, comencé a caminar distraídamente por el paseo marítimo echando un vistazo de vez en cuando al arenal cuando, en uno de ellos, veo a una chica que me hace señas ostensibles desde su hamaca. Bajé a la playa. Era una amiga de Langreo que pasaba allí sus vacaciones en compañía de su novio, pero él había ido al banco y a la agencia de viajes a hacer unas gestiones y habían quedado en un bar cercano. Le expliqué lo del pelo de mi costilla y que no sabía lo que hacer hasta que ella saliese de la peluquería. Ya veo que traes bañador, póntelo y quédate conmigo, me ofreció con una sonrisa. Sin dar importancia a lo que nadie pudiera pensar o decir, ya que estábamos lejos y nada malo hacíamos, le pedí una toalla para cambiarme y me puse el traje de baño, uno de aquellos que parecía una estampa floreá. Debí de ruborizarme al encontrarme con los calzoncillos en la mano sin saber dónde meterlos, cuando acudió en mi ayuda y me los pidió de forma displicente. Yo te los guardo, y los metió bien doblados en su bolsa de playa. Allí estuvimos charlando un largo rato hasta que llegó para los dos la hora en que habíamos quedado con nuestras respectivas parejas. Nos vestimos y nos fuimos juntos.

Resultó una coincidencia que ambos hubiéramos quedado en el mismo bar. Allí nos esperaban y, tras las presentaciones, charlamos animadamente y tomamos unas cañas de manera que terminamos comiendo allí. A mitad de comida me excuso y voy al servicio. Cuando me dispongo al “descargue” me percato de que aún llevo el bañador puesto y que los calzones están en el bolso de mi amiga. El corazón empieza a golpearme el pecho con fuerza. ¿Qué hago ahora?, ¿cómo se los pido delante de mi mujer y de su novio?, ¡vaya marrón! Salgo del servicio rojo como un tomate y me encuentro con mi amiga que, sonriente, me da los calzoncillos envueltos en un papel.

“Viniendo para aquí me acordé. Era el bar en el que estuve esperándote hasta ahora”, le dije a mi amigo. El libro era de autoayuda: “Cuerpos sin edad, mentes sin tiempo”.

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jueves, 22 de abril de 2010

PARIÓ LA ABUELA


Lo siento pero es lo que dice el refrán. Por si no tuviéramos poco con la crisis, las inundaciones del sur y del levante españoles, los terremotos de Haití, Chile y China, los debates sobre el Superjuez y el caso Gürtel, la amenaza del Retorno del Jedi “Paco Cascos” y las debacles del Sporting y de Fernando Alonso, si no nos es bastante con todo eso y mucho más, ahora nos llega el volcán islandés ese -al que Duke llamaría Pepe si fuera sevillano (por aquello de su impronunciabilidad)- y pone patas arriba la economía, las previsiones de crecimiento, los aeropuertos europeos y los de todo el mundo, y nos tiene a todos pendientes de los partes para saber de donde soplará el viento, hacia donde irán las cenizas y si Maripuri llegará a tiempo desde Londres para casarse el próximo sábado en El Carbayu. Lo dicho, “éramos pocos y parió la abuela”.

Y es que lo de “Pepe” no es más que un parto largo y complicado desde las propias entrañas de este mundo tan extraño y traidor que nos ha tocado vivir. ¿Se está sublevando la naturaleza contra la depredación de nuestra especie?, ¿tendremos próximamente algún terremoto en Pola del Tordillo?... Quí lo sá. Lo cierto es que la clausura de los espacios aéreos provocada por la inmensa nube de cenizas que cubre casi toda Europa está, a su vez, causando grandes y graves perjuicios a su maltrecha economía tan castigada en estos últimos años. Se prevén unas pérdidas de mil quinientos millones de euros. Cuando le doy a la tecla se han cancelado más de setenta mil vuelos y más de siete millones de pasajeros no han podido regresar a sus casas, de los que más de diecisiete mil permanecen en tránsito, atrapados en las terminales de los aeropuertos. Son éstos números de escándalo que nos ponen los vellos como escarpias, y no son los definitivos. Se dice que las compañías aéreas ya habían perdido el domingo pasado más de seiscientos millones de euros, así es que, con toda seguridad, cuando esta columna vea la luz las pérdidas habrán superado los mil, y suma y sigue. De manera que a estas compañías les ha faltado tiempo para pedir ayuda a gritos. Y Bruselas, al igual que hizo con otros sectores, está en plena disposición de socorrerlas.

Así que con las ayudas a Chile y Haití, y el pastón que se ha puesto a disposición del gobierno griego, con lo de esta nube de cenizas y el cierre de los cielos las arcas europeas van a quedar con más telarañas que la momia de Cleopatra. Y en este estado de cosas, con la que está cayendo y caerá -recuerden aquello de las Leyes de Murphy-, Duke se pregunta por qué esas compañías aéreas que pagan a sus pilotos cantidades astronómicas no destinan parte de esos emolumentos (eso no son sueldos ni salarios, son eso: emolumentos) a enjuagar esas pérdidas y las que puedan venir. Que les hagan un ERE olímpico, y sin anestesia. Porque es que cada uno tiene que joderse (con perdón) cuando le toca. O ¿es que siempre les va a tocar a los mismos? Cierto es que en nuestro país las cosas no pintan tan mal al haber puesto algunos aeropuertos y otros medios de trasporte a disposición de quienes tengan que viajar y, de paso, desatascar este pandemonio constituyéndonos en conexión internacional, y además algunos transportes harán su agosto, pero también es cierto que, a la larga, todos pagarán las consecuencias de no haber deshollinado como es debido las chimeneas de “Pepe”. Me río yo de la prohibición de fumar que próximamente entrará en vigor.

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miércoles, 21 de abril de 2010

RAZONES DE LA RAZON


No nos entra en la cabeza la cada vez más creciente politización de la vida judicial. Si la instancia suprema del Poder judicial estima que hay razones e indicios más que suficientes y probados para proceder contra el Magistrado de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, no entendemos qué diablos pintan los Sindicatos, algún Secretario de Estado -que no deja de ser un representante del poder Ejecutivo-, ciertos intelectuales (¿?) e incluso algún destacado miembro de la oposición, entre otros, para constituirse en Grupo de Presión en su apoyo. El último en sumarse al grupo ha sido el Partido Socialista de Euskadi. ¿Es que pretenden con ello presionar e influir en el Tribunal Supremo?, ¿es que ponen en duda su independencia e imparcialidad?, ¿o es que no estamos en un Estado de Derecho? Ni entramos ni salimos en las decisiones y en la instrucción del Magistrado Varela del alto Tribunal y, en consecuencia, tampoco tomamos partido por el acierto o la irregularidad de los actos que se le imputan al mediático y célebre magistrado andaluz. Y no lo hacemos porque el único que puede hacerlo es el Supremo que para eso está. Los demás a callarse en espera de la resolución que se tome y de que se agote la vía judicial después de que se interpongan y resuelvan los oportunos recursos, si es que se hace, y se acuda a otras instancias como pueda ser el Constitucional, el Europeo de Derechos Humanos o el que en su caso proceda, caso de que se acuda. De hecho el Juez Garzón ya ha interpuesto recurso contra el auto de procesamiento del magistrado Varela. Que no se adelanten los acontecimientos y esperemos su resolución. Y punto pelota.

Desconocemos cuál es el estado de ánimo de Garzón en estos momentos, y también cómo se sentirá al verse apoyado por tantas y tan variadas fuerzas vivas de la sociedad española. Sin duda esto lo animará, pero desde su mentalidad objetiva de jurista deberá de saber que, en un Estado Democrático de Derecho donde el imperio de la ley es lo que le da ese marchamo, esos apoyos e incondicionales adhesiones deberán de resultar inoperantes, cuanto menos a la consideración del Alto Tribunal. Otra cosa es que con ello lo que se consiga es enfrentar más, si aún cabe, a la sociedad civil y crispar la vida política cuando eso no es lo que este país necesita en los tiempos que corren. ¿Que los que le apoyan, o al menos algunos de ellos, acusan a la ultraderecha (Falange Española y otros) de haber sido los instigadores de este procedimiento contra el Magistrado? ¿Y qué? ¿Acaso cualquier ciudadano de este país, sea rojo o azul o de Pola del Tordillo, no tiene el derecho de acudir a los tribunales de justicia?, ¿o es que están exclusivamente reservados para ellos que se autodenominan demócratas con explicita exclusión de aquellos a quién tildan de extremistas? Este no es nuestro concepto de la democracia y de la justicia.

Si Duke fuera Baltasar Garzón, que evidentemente no lo es, comparecería ante la opinión pública y le pediría que dejaran a la justicia actuar, y a él mismo defenderse. Sin manifestaciones públicas ni presiones que quizás lo único que persigan sean intereses espúrios que ocultan su verdadera intención. Les pediría que cada uno se dedicase a lo que le es propio. El Tribunal Supremo a juzgar y cada mochuelo a su olivo. No están los tiempos para politiqueos.

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sábado, 17 de abril de 2010

BALONES FUERA


Ya que el martes pasado hablábamos de fútbol, continuemos con el tema. ¿Se han preguntado alguna vez por qué el estado Vaticano no tiene Selección?, dado que países tan diminutos como Liechtenstein, o Islas Feroe y muchos más sí la tienen. Sería todo un espectáculo ver evolucionar en el terreno de juego a sus Reverendísimas e Ilustrísimas, o a la guardia vaticana todos vestidos de corto con un número a la espalda, en romanos, claro está. La respuesta a este interrogante la tienen en la expresión que da título a esta columna. Efectivamente, no tienen Selección de fútbol, ni de baloncesto, ni de ningún deporte que tenga balón, porque no hacen más que echarlos fuera. Lo que ocurre es que en ese ansía por desprenderse de los esféricos no hacen más que meterlos en propia puerta. Hablando del candente tema de la pederastia en el seno de la Iglesia, el Secretario de Estado Vaticano, en una reciente visita a Chile, ha dicho que “no hay relación entre celibato y pederastia y que ésta sí tiene que ver con la homosexualidad”. Según él lo dicen psicólogos y psiquiatras. Acabáramos.

Permítannos unas reflexiones en voz alta y discúlpeme todos aquellos que puedan sentirse ofendidos. No es nuestra pretensión. Con esta afirmación el mitrado Bertone parece querer insinuar que solo los curas homosexuales son los predispuestos a cometer actos de pederastia, quizás sea mejor decir en este caso “sodomía”, con los menores. También parece insinuar que el resto, es decir los “hetero”, guardan escrupulosamente el voto de castidad y se abstienen cristianamente de toda relación. Que ni piensan en ello, vamos. Con estas manifestaciones claramente tendenciosas su Eminencia, en nombre del Vaticano, demoniza a todo lo que tenga que ver con el mundo homosexual y santifica a los célibes. Pero esto no nos resulta nada extraño porque la homosexualidad ya era condenada por la Curia antes de que estallaran todos estos escándalos que les agobian y les hacen decir estas barbaridades. Lo que sí nos resulta curioso es que, al igual que Nerón les echó la culpa a los cristianos del incendio de Roma, éstos las hagan caer sobre los sacerdotes gays, arrimando el ascua a su sardina y exculpando a todos aquellos sacerdotes heterosexuales que delinquieron y cometieron actos de pedofilia hace años y siguen cometiéndolos en la actualidad. Lo que pasa es que “salidos” los hay en ambos bandos dentro del sacerdocio, en el hetero, en el homo y en de los que les va tanto la carne como el pescado, que también los hay. Y, claro, como el de la perlesía, cuando se les presenta la ocasión, disparan a todo lo que se mueve.

Duke sabe que esto de la pederastia es igual que otro tipo de delincuencia -más grave, en este caso, por tratarse de personas que ejercen tutoría sobre los perjudicados-, e igual que el ser tonto, guapo, cojo o ciego. También sabe que la estadística puede tener sus sesgos pero que jamás se equivoca. Si los números nos dicen que un “x” por ciento de la población es imbécil, ese porcentaje vale para toda la población, sean médicos, ingenieros o peones de la construcción. Y ese porcentaje en cuanto a la pederastia afecta también a los curas sean homosexuales o no. No vengan después a decirnos en sus cartas pastorales que con esto no se puede bromear. Empiecen sus Eminencias por ser serios y asuman lo que se les ha venido encima con coraje, y sin mentiras.

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martes, 13 de abril de 2010

PAN Y CIRCO



Acabamos de asistir al “Partido del Siglo” de este mes, o cuanto menos de este año, con resultado previsible, y da toda la impresión de que los españoles nos hemos quedado vacíos, salvo en lo que toca a la literatura gráfica y radiofónica que abundará a lo largo de esta semana. Que si Pellegrini tiene pié y medio fuera del Madrid, que si Messi es mejor jugador que Cristiano, que si Mejuto tenía que haber expulsado a uno de cada lado…, y que si la música en Pravia. En definitiva, cuando ya todo quedó resuelto el pasado sábado volveremos a las mismas, al estribillo -que Duke decía hace poco-, a analizar las claves, a ver por qué si los culés juegan abriendo el campo los merengues lo hacen cerrándolo; el por qué Ronaldo tiene tan “mal perder”; por qué el Madrid no tiene un jugador como Xabi Hernández; porqué los Presidentes de ambos clubes no se dirigen la palabra mientras están en el palco y se juega el partido, y luego, sin embargo, se abrazan para la foto, se dicen lindezas que nadie se cree y solo les falta darse un beso en la boca. En fin, literatura que, tenemos toda la impresión, es la más leída hoy día en nuestro País por mucho que se hable de Miguel Delibes y de James Joyce.

“Panem et circenses” es la frase con la que el poeta romano Juvenal criticaba a los ciudadanos de Roma por despreocuparse de la “Rex pública” mientras les dieran eso, Pan y Circo. Dos mil años después aún seguimos en las mismas: peleándonos y apostando acerca de quién la tiene más grande, comprando periódicos deportivos para saberlo, y también camisetas del último crack, sandwicheras del equipo de nuestros amores y pagando tres mil euros por entrar en el campo a ver a Mejuto y sus 22. Llevo años preguntándome por qué no les ponen los nombres a los árbitros en la camiseta como a los futbolistas. Sería una idea innovadora que, además de dar a conocer a todos el nombre del colegiado -porque nadie lo sabe, y todos tienden a llamarle Hijop… (craso error porque ninguno se llama así)-, haría que el respeto y la cordialidad reinara sobre el césped. Imagínense a ochenta mil voces clamando el nombre de Iturralde González cuando este colegiado pitase un penalti en contra del equipo de casa. Glorioso..., y guapísimo. Eso haría que las dos aficiones salieran del encuentro charlando como amigos, dándose la mano y quedando para tomar unas cañas en la próxima ocasión, y no con peleas callejeras, puñaladas traperas, quemas de contenedores y otras horripilancias por el estilo.

Y ya no se trata solo de eso, de no salir del estadio a hostia limpia, con perdón. Este año han llevado la tele a Pola del Tordillo. La TDT ésa. Y allí, en el Folner (el Club social), se armó el sábado pasado la de Dios es Cristo. Volaban cuadros, sillas y hasta el botijo estuvo a punto de impactar en la dichosa televisión. Con la tranquilidad y el sosiego que allí se respiraba, llegó la tele y el fútbol y se acabó todo. Y es que estas cosas del balompié y las televisiones despiertan los más bajos instintos de la tropa, porque para unos el árbitro es un “Hijo de…” y para otros es “el mejor”. ¿Se dan ustedes cuenta? Si trajera impreso su nombre y apellidos en la camiseta todos sabrían quién es y no habría estos sangrientos debates. La culpa no es del colegiado sino de su camiseta. Y hoy, mientras les hemos hablado de esto, seguro que se habrán olvidado de “lo otro”. Ya saben a qué nos referimos. Lo dicho, Pan y Circo.

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sábado, 10 de abril de 2010

ALERGOFOBIA


Después de un invierno crítico -a éste pasado también le afectó la crisis (como a todo y a todos)- por fin despunta la primavera. Ya saben esa de las espichas, de los campos salteados de florecillas, el trinar de los pajaritos y para muchos, entre los que nos encontramos Duke y quien suscribe, el tiempo de las alergias, por aquello de que “la primavera la sangre altera”. No está falto de razón el adagio popular porque quien más quien menos tiene alergia a algo. De hecho tengo un amigo que se la tiene a todo, al polen, al polvo, al acetilsalicílico, a las lentejas con chorizo y hasta al vino peleón. Así es que desde marzo hasta junio el pobre hombre tiene unas erupciones cutáneas del copón y no para de arrascarse a todas horas. Le he dicho en muchas ocasiones que deje de tomar “matarratas” y se pase al “rioja” o al “ribera”, pero no me hace caso y sigue con el morapio empolvado, quiero decir con el vino hecho a base de polvos y, claro, las alergias insisten igual que él insiste. Dice que es el mejor desinfectante, y a lo mejor tiene razón.

Con motivo de uno de esos episodios en que te salen ronchas hasta en los dientes, hace años consulté a un especialista. Después de ponerme no sé cuántas gotas paralelas sacadas de frascos diminutos a lo largo del antebrazo me dijo que no padecía enfermedad alérgica alguna, al menos de las conocidas. Por las gotas y el dictamen del galeno pagué tropecientasmil, todo para permanecer en la más absoluta ignorancia del verdadero origen de aquellos insoportables picores. Un día me enteré de las fechorías de Roldán y empezaron otra vez; otro día supe de lo de Vera, y lo de De La Rosa y de lo Mariano Rubio, y siguieron; y otro de lo de Camps y Matas, Correa, Bárcenas y la madre que lo parió, y ya no paro de arrascarme, como mi amigo. A Duke le pasa lo mismo. Así es que con el tiempo fui dándome cuenta de que nosotros solo tenemos alergia a los políticos. No a todos, sino a los corruptos, los trepas y los mentirosos compulsivos. O quizás sí tenga alergia a todos porque no dejo de arrascarme. Será que no hay ni uno que diga la verdad, aunque sea una sola vez en su puñetera vida. Y es que la clase política de este país es distinta a la de los demás países de nuestro entorno geográfico y económico. En ésos te pillan en una y has cavado tu propia tumba, mientras en el nuestro se descubre que un determinado personaje político ha mentido, o ha prevaricado, o se ha dejado sobornar, o ha metido la mano en la saca…, y le ponen una calle, le llaman a televisión para que cuente cómo lo hizo, y al final se edita un best seller con sus gloriosas memorias. Los políticos en nuestro país son más parecidos a los de esas repúblicas bananeras que tanto se critican.

Tenemos fobia a esta alergia. Alergofobia. De manera que nuestro castigo es que estamos arrascándonos durante todo el año, da igual que sea primavera o no. Muchas veces, a parte de esos molestos pruritos, nos entra una risa incontenible, para mearse, y otras, sin embargo, unas ganas de llorar insoportables. Al final nos arrascamos, reímos y lloramos, qué remedio. Solo nos vemos un poco aliviados cuando le damos a la tecla como ahora y contamos a todo el mundo lo mucho que nos escuece, aunque cuando lo hacemos también algunos se piquen. Pues que se arrasquen.

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viernes, 9 de abril de 2010

HIERRO PÁ BILBAO


O más de lo mismo, como quieran. Pensaba hablarles de la trama Gürtel y del Pepé pero tendrán que disculparme porque tan solo les voy a hablar del PP, de los suyos y de los otros, los de enfrente. Levantado el secreto del sumario del célebre caso y, en consecuencia, hecho público, ha faltado tiempo a ambas formaciones políticas para despotricar los unos y quitar hierro al asunto los otros acerca del tema. En ambos lados se han ventilado cincuenta mil folios en un periquete. Los han leído, interpretado y asumido rápidamente de manera que los peperos afirman que no hay nada nuevo bajo el sol, que todo lo que descubre el sumario ya se conocía con anterioridad, y los del partido en el gobierno, desaforados, estiman que de todo el papelorio se desprende una financiación ilegal o ilícita o la madre que lo parió del Partido Popular. Lo de siempre, cada uno a lo suyo o, lo que es lo mismo, cada loco con su tema. Ya hay de qué hablar en los próximos días, o en las próximas semanas, del asunto Gürtel y sus implicaciones. Los afectados ya han comenzado a sacar a colación el asunto FILESA, ya saben eso de “y tú más”, mientras que los socialistas aprovechan el momento para focalizar la atención en los golfos de enfrente para que la tropa no recuerde que nos deben unas medidas económicas, o cuanto menos algunas propuestas, y que en el mes de marzo la empresa mayor del país contrató a más de treinta mil miembros y miembras que se suman a los más de cuatro millones que ya disfrutan del relax de la inactividad laboral.

Duke está convencido que como el exalcalde de Pola de Siero tardaremos en encontrar otro político. Alguien que deja su cargo voluntariamente por haber invadido una glorieta pública en un coche oficial y con una gloriosa melopea. En este país no dimite nadie, nada más que el mentado poleso. Porque es que, siguiendo este ejemplo, el tesorero del partido de la oposición ya hace tiempo que debería de haber abandonado su cargo en el partido y su escaño en el Senado. Lo que pasa que a toda esta gente su apego a los cargos y su afán por lo del ruque y el manduque, que decíamos la pasada semana, les priva por un lado, pero por otro les blinda, les da la patente de corso que necesitan para ocultar o disimular sus públicos pecados, y para que sus compañeros y colegas les apoyen haciendo piña y corporativismo porque, en definitiva, quien más quien menos está pringado de alguna forma. El que no está en la pomada recibió algún traje, coche, viaje, reloj o promesa de futuro. Para eso se acercan al poder. Para eso salen a la arena política. Para medrar y solucionar su futuro sin dar palo al agua, y el que venga detrás que arrée.

Hace mucho tiempo que este país necesita una amplia reconversión. Un cambio ético, moral y de principios. Una reafirmación del “no todo vale”, un retorno a las formas y a la vergüenza torera. Duke me dice que si él fuera Mariano Rajoy abriría de forma inmediata y sin más pérdida de tiempo un proceso de reflexión y reforma en las filas de su partido, empezando por su propia persona y terminando por el último cargo de la autonomía más remota y, presuntamente, inmaculada. Zafarrancho de limpieza, podríamos denominar. Sería una buena manera de predicar con el ejemplo y enseñar el camino a los de enfrente. Cuando se hacen mal las cosas, se mete la pata o la mano, hay que hacer lo del exalcalde poleso. Váyase señor Rajoy, póngales a todos colorados.

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VERGÜENZA NACIONAL



Aunque ya haya pasado la Semana Santa y lleguemos un poco tarde hemos de confesar un grave pecado. Una ofensa contra la todopoderosa Sociedad General de Autores y Editores y contra su Gran Gurú en el noroeste peninsular, Don Javier Vidal. Resulta que en estos días de asueto hemos ido a una espicha un tanto sosa porque no había música que animara el condumio y la ingesta. A Duke se le ocurrió animar la fiesta y me sugirió proveernos de nuestra guitarra. Así lo hicimos junto a otros dos amigos que nos acompañaban. Cuando apenas llevábamos diez minutos tocando los tres -la verdad es que no lo hacemos mal- comenzaron a acercarse algunos parroquianos y a sumarse a la fiesta acompañándonos de voces y palmas. Como en los viejos guateques, como las sabemos todas, cantamos por rumbas, boleros, baladas, habaneras, fandangos y fandanguillos, hasta el punto de que “…y nos dieron las diez y las once, las doce y la una, las dos y las tres/y llegó el amanecer y se acabó la sidra”. Y el del bar, encantáu. De manera que nos invitó a la espicha del día siguiente. “Podéis comer y beber lo que queráis”, nos dijo. Volvimos al día siguiente y al estribillo. Así estuvimos desde el Jueves Santo hasta el Domingo de Resurrección -también cantamos alguna saeta-, de forma que estamos perjudicados y, al menos nosotros, tardaremos algo más en resucitar. El caso es que cuando hoy lunes que le doy a la tecla leemos en LNE que los “Vigilantes del Copirrí” han creado en Asturias una red de espías para controlar la aplicación de sus “tarifas”, nos ha entrado el canguelo porque, con todo lo que cantamos durante cuatro días y sus noches, vamos a tener que hipotecar la chabola de Pola del Tordillo para pagar a estos tíos de la SGAE. Seguro que alguno de ellos pasaba por allí. Así que un día de éstos nos llegará el temido burofax. Ya tenemos la sidra, los pinchos de bacalao y los güevos revueltos del acojone, valga la expresión.

Estos sujetos ya han alcanzado tanto poder que, al igual que la CÍA. y el CNI, aquí en Asturias tienen espías para delatar a los que, como Duke, mis amigos y yo, nos saltamos a la torera la correspondiente solicitud de autorización artístico-musical. Si ya le han metido el palo a los de Fuenteovejuna y Zalamea por representar sus propias obras y en su propia casa, no tardarán en metérnoslo a nosotros que estuvimos cantando por Manolo Escobar, Los Brincos y la madre que lo parió. Además, ahora que lo pienso, por allí había gentes sospechosas y otras que desentonaban ostensiblemente, seguro que eran los Yeinsbón de Vidal, con licencia para denunciar. Pues bueno, ya nos hemos confesado. Ahora a esperar que nos impongan la penitencia.

Esto es increíble amigos. Una vergüenza nacional. Hasta tal extremo ha llegado el afán recaudador de la depredadora Sociedad de Autores que contratan o subcontratan -o como coño lo hagan- a autónomos avisadores, a través seguramente de una de sus sociedades limitadas, para que hagan de Judas y señalen con el dedo a todos aquellos que no saben, o no quieren saber, nada de sus “tarifas”. Si efectivamente quieren descubrir a aquellos que tienen música o alguna obra protegida en sus despachos, consultas o negocios, deberían de amarrarse bien los machos no sea que les corran a gorrazos o algún odontólogo -que también a ellos les buscan, según dice este diario- no les deje salir de su consulta sin antes haberles sacado dos o tres dientes. Y sin anestesia.

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lunes, 5 de abril de 2010

OBVIEDADES Y GILIPOLLECES


Durante unos días me he perdido allá por donde las estrellas. He escapado de las prisas, la política y la crísis. He olvidado mi vida con todos los ingredientes que la envuelven y la sustancian, mi pasado y mi futuro, mis ilusiones y esperanzas, mis fracasos y temores. Desde un rinconcito del universo veo el mundo, desde afuera. Y en ese tiempo ha habido momentos que han supuesto una vida entera y segundos convertidos en tesis existenciales. Como una gran serpiente multivertebrada que se arrastra ante mis impávidos ojos, desde ese rincón veo pasar a los jinetes del apocalipsis con su séquito de horror e injusticia, la miseria, la guerra, el subdesarrollo, la enfermedad, la degradación del medioambiente, la superpoblación. Busco algo sano y limpio, y no lo encuentro. Acierto a distinguir con meridiana precisión al egoísmo y a la vanidad que han invadido la faz y las entrañas de la tierra. El yoísmo y la presunción (el mejor coche, el piso más grande, el más listo y el más guapo) han contaminado a la humanidad entera. Veo los árboles pero no atisbo el bosque, ¿dónde está la respuesta? Prosigue la sierpe mostrándome la vértebra de la envidia que tiene un aspecto maltrecho, artrósico e insano. Creo que, en el fondo, la visible lesión es debida a problemas posturales pues la incomodidad de querer ver en todo momento lo que hace, dice y piensa el vecino, da lugar a malformaciones que luego traen consigo dolor y malestar. Continúo sin encontrar explicación.

Ante mí se ha arrastrado el monstruo y me ha enseñado todas las cosas horribles del mundo. Todos nos hemos preguntado el por qué de todas ellas, el por qué del sufrimiento, de la miseria, de la maldad, de la muerte.... Desde afuera he comprobado que el por qué de todos esos conceptos está en la propia palabra que los define de forma que cuando se dice que algo ha sido “arrasado” a nuestra mente acude la imagen de un lugar donde nada crece y nada se mantiene vivo o en pie. En definitiva las palabras han sido creadas como compañía inseparable de los conceptos y de los objetos o hechos conceptuados y viceversa. No es lógico que ante la palabra “montaña” en nuestra mente se dibuje la imagen del Mar Cantábrico y, mucho menos, que cuando vemos una mujer hermosa asociemos esa imagen con la palabra “engendro”. Sí es lógico que ante lo primero veamos el Naranjo de Bulnes y ante lo segundo la palabra “belleza”. Y es que si todos nos hemos preguntado alguna vez acerca de el por qué de las cosas malas, es normal que también nos preguntemos sobre el por qué de las cosas buenas: ¿por qué la belleza, el amor, la ternura, la amistad...?, ¿por qué una puesta de sol, la aurora boreal, una lluvia de estrellas...?, ¿por qué la paella, el cocido, la fabada...?. Pues la respuesta está en la propia palabra. De no ser así las llamaríamos de otra forma.

Me imagino a usted, amigo lector, perplejo ante esta retahíla de obviedades y gilipolleces que acaba de leer. Estamos completamente de acuerdo con usted, pero es que eso demuestra lo dicho hasta ahora: Si estas cosas no fueran escritas, no existirían las palabras “obviedad” y “gilipollez”. ¿Estamos? Por otro lado, expresiones tales como “los árboles no dejan ver el bosque”, “tener la venda en los ojos”, “estar ciego”..., no vienen a significar mas que la expresión de una distorsión en la paridad palabra-concepto, concepto-palabra. El jamón no está en una piara de cerdos, aunque el grupo contenga muchos. El jamón está colgado del gancho, curándose de la indigestión de bellotas que ha tenido su dueño.

De cualquier forma sería conveniente bajarnos de ahí, donde las estrellas, y poner los pies en tierra, no sea que al estar en ese “rinconcito del universo” nos tilden de lunáticos.

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AVELINO FDEZ. Y LA GRAN HISTORIA DE SALA OSCURA, 20 años de Cine en Langreo


Conozco desde hace años a Avelino. Además de ser de mi edad, compartimos gustos, sidra y alguna que otra amistad. Es ésta una ocasión en que quería hablar de Cine, en el más amplio sentido de la palabra, y lo voy a hacer a través de las palabras de este profesor de Física y Química en uno de los más reputados colegios asturianos, también a través de sus vivencias y, sobre todo, de sus enormes conocimientos sobre el séptimo arte. Él les habla:

LOS INICIOS Y EL ARÉA DE IMAGEN
Llevo muchísimos años metido en muchas cosas siempre con el ánimo de defender la cultura participativa. El tema va por el rescate de memorias culturales. Mi vinculación con el cine, después de algunos vaivenes, viene desde que era un crío en el Cine Victoria de Sama donde recibo una formación cinéfila de primer orden, cosa de la que no me estaba enterando. Efectivamente, no sabía el alcance de lo que estaba viendo. Veía unas películas muy buenas y, con los años, me di cuenta de que aquello lo había visto en el Victoria. Estaba hablando de Ford, de Hitchcock, de Gigante –la última de James Dean-…, aparte de los tarzanes, de los dibujos animados de Tom y Jerry, del cine español…, todo lo había visto en el Victoria. Era como el punto de encuentro con los programas dobles de las cuatro de la tarde de los domingos. Hasta que inauguraron el Cine Felgueroso con unos medios, unas butacas…, algo que nos deslumbraba y todo el cine de estreno. Con mi padre comencé a ver cosas muy buenas, las que por su clasificación podía ver. Esta formación va creciendo y cuando me hago universitario voy a Oviedo al Palladium y, a pesar de los grandes fiascos que nos metieron, la verdad es que vimos auténticas obras maestras y mucho rescate de cine muy interesante. Mientras hacía la carrera seguía yendo al cine en Langreo, pero aquí se estrenaba ocho o diez meses después. En Langreo el cine va languideciendo, aunque yo sigo con el gusanillo dentro, hasta que llega un momento clave en la segunda corporación democrática del Ayuntamiento. Me llaman para fundar el Área de Imagen. Estaba gobernando Aladino y hay dos personas a las que tengo mucho que agradecer que son Alberto Vega y Aida Fuentes que eran los animadores culturales de aquella corporación. Estas personas, que ya son grandes personajes en la vida cultural langreana, hacían cosas de plástica, poesía… Pero el Área de Imagen va a ir relacionada con el cine. Es cuando empieza a aparecer el vídeo. Allí se compró el primer vídeo para un Ayuntamiento asturiano. Me acuerdo de una cámara Sony de 8 mm. fabulosa. Con eso empecé a hacer filmaciones, archivo documental, y cursos de formación a la gente. Exposiciones de imagen, actores, programas de cine… Empezamos a colaborar con otras áreas como la de plástica en concursos de Cómic que llevaba Helios Pandiella. Se filmaban las exposiciones que se presentaban. Cuando el Área va creciendo nos venimos al nuevo Centro Cultural en las Escuelas Dorado donde crecemos en ciclos, en exposiciones… Recuerdo que, sin haber sido estrenada en Langreo, proyectamos “La Guerra de las Galaxias” y aparecieron por allí como seiscientos críos que hasta rompieron la puerta. Llegó un momento en que decidimos comenzar a filmar cosas propias, hacer una película sobre “La fiesta de las sombras”, un cuento de Alberto Piquero. Preparamos el guión y lo mandamos a un concurso del Principado y conseguimos una subvención de quinientas mil pesetas que nos dio para el alquiler del equipo y material. Nos llevó un año, la estrenamos en Sama y rodó por toda España. Fue un ejercicio de estilo, en ella pusimos todo lo que habíamos aprendido.

SALA OSCURA Y UN LARGO PASEO POR FESTEJOS DE SANTIAGO
Ya estoy ejerciendo mi labor docente y no tengo tiempo para continuar en esto, cuando el Ayuntamiento decide sacar a concurso la plaza del Área de Imagen. En ese momento me tengo que retirar, pero el gusano queda ahí, cuando me llaman para formar una tertulia cinematográfica. El 20 de marzo de hace veinte años se fundó SALA OSCURA que inició otro tipo de colaboración con la cultura langreana. Y creamos una tertulia donde empezamos a hacer exhibición de películas y debate. Comentarios, publicaciones, más cursos de vídeo, colaboraciones con otras entidades, asesoramientos y demás. Empieza a crecer y puedo decir que en veinte años no fallamos ningún martes. Al tiempo me llama la Sociedad de Festejos de Santiago para un proyecto que me gustaba. Paso a formar parte como vocal de su directiva para una faceta cultural, los porfolios…, casi siempre arrimando el ascua a mi sardina que era el cine. Allí estuve siete años, siempre como vocal, y colaboré en la elaboración del libro del centenario. Fui uno de los culpables de que Victor Manuel viniera a Sama. Hicimos una publicación sobre “La Mina en el Cine” que tuvo un éxito brutal: publicación, libro, siete películas sobre el tema minero. Con Antonio Merino publiqué un diccionario sobre cine y mina. Hicimos una recopilación que nos costó mucho trabajo. Ya había tenido otra experiencia en otro libro que era “Langreo en la historia del cine” en el año 96. Sin embargo, aunque entré para temas culturales, en Santiago hice de todo, desde poner y quitar vallas para los entibadores, hasta filmar el acto del “chupinazu” o algo como cobrar las terrazas en la fiesta, que en algún momento me dio más de un disgusto y anécdotas desagradables. Aunque hubo satisfacciones, llegó un momento en que me pregunté qué hacía yo allí. Luché y trabajé con ímpetu hasta el centenario y lo dejé. Desde que entré hasta que salí, siempre estuve con Vicente Fernández. Fue un Presidente estupendo para las Fiestas de Santiago, una persona muy seria, por eso me mantuve siete años. Nunca había abandonado la tertulia y me volqué con ella. Sala Oscura nunca fue un círculo cerrado. Hay unos socios fundadores que somos los que nos mantenemos. Tengo que decir que si no hubiera llegado Miguel Ramos (q.e.p.d.) no hubiéramos durado tanto tiempo. Era una persona muy inteligente que nos marcó muchísimo. Cinéfilo de pro, yo creo que hubiera acabado siendo un gran guionista, incluso a nivel profesional. Éramos cuatro motores y Miguel era uno de ellos. Cuando el 4 de diciembre de 2007, inesperadamente, muere Miguel estuvimos a punto de desaparecer, pero Inma, su mujer, fue la que nos pidió continuidad, y así lo hicimos. Nos encargaron la sesión de los jueves en el Nuevo Teatro de La Felguera y allí hicimos ciclos de Lubitsch, Wallace y también “Lo que Langreo no ve”, cine social, encuentroautores, actuando como filmoteca, y rescatando todo tipo de cine con una programación bastante variada. Dimos el salto y en Sama comenzamos a hacer ciclos. El inicicio, uno de Greta Garbo en su etapa sonora; hicimos otro de Cine Mudo que, por cierto, alucinábamos cuando veíamos a treinta o cuarenta personas en aquellas sesiones de mudo. Después de otro de cine español, arriesgamos aún más e hicimos otro ciclo que fue la etapa inglesa de Hitchcock, un cine durísimo que hoy día incluso está desfasado. De ahí elaboramos un boletín especial y, todo ello, tuvo un éxito apabullante.

LOS CICLOS Y EL NUEVO CINE FELGUEROSO
Es el punto de inflexión, cuando se terminan las obras del Nuevo Cine Felgueroso y pasamos a él desde la Casa de la Cultura. Viendo la labor que estábamos llevando a cabo, el Ayuntamiento nos cede allí un local y ahí continuamos con los ciclos. Seguimos la programación con un ciclo del western de los 50, el mejor ciclo que puso Sala Oscura, iniciándolo con “Horizontes de Grandeza” de William Wyler, película que había inaugurado el cine en el año 1959, un 4 de diciembre, curiosamente la misma fecha del fallecimiento de nuestro querido amigo y compañero Miguel Ramos. Y es precisamente cuando estamos en ese ciclo cuando muere Miguel.

Lo que iba a ser un trabajo sobre los ciclos se convirtió en el libro que tienes en tus manos: “CINE FELGUEOSO: 50 AÑOS DE CINE EN LANGREO”. Había tantas cosas, tantos recuerdos y material que empecé a tirar y a tirar y después de más de un año logró ver la luz en 2009. Lo hice un poco autobiográfico porque considero que como mejor se pueden hacer las cosas es con los propios recuerdos. Hay muchas cosas vividas y recordadas, de referencia, investigadas…, incluso hay omisiones de las que me doy cuenta pasado el tiempo. De todas formas es un libro completo que gustaría tener a cualquier cinéfilo. Ahora estoy con un nuevo trabajo sobre el cine iberoamericano. Sala Oscura también hará un ciclo sobre ello. Hacer estas cosas supone mucho estudio e investigación. Necesitas una biblioteca, comprar libros y estudiarlos. Yo tengo más de quinientos y otros tantos vinilos con bandas sonoras. Mi idea, también de Miguel, era crear una biblioteca para Sala Oscura. Te lleva mucho, mucho tiempo y mucho esfuerzo y dinero.

LAS OPINIONES PERSONALES
Durante más de una hora hemos estado conversando sobre todas estas cuestiones relativas al cine. He obviado mis intervenciones con objeto de dar más espacio, dentro del poco de que disponemos, a nuestro protagonista. Pero no podíamos terminar nuestra conversación sin que le pregunte sobre algo que seguro todos querrán saber:
El cine de ahora es técnica, pero es cine, no nos confundamos. Lo de los medios como la informática forma parte de esto. Cuando ves el producto final, sabiendo cómo se hizo, quedas maravillado. Es el caso de “La Guerra de las Galaxias”, hace 20 años, o ahora “Avatar”. No sé lo que pasará cuando se estrene “Alicia…” de Tim Burton en 3D, será épico. Hacer una gran película es tener algo que contar, una buena historia, buenos personajes…, un principio, un desarrollo y un final. Eso va a seguir siendo así. En estas cuencas podrían rodarse cientos de historias, hay material para ello. Sin ir más allá, “El Señor de los anillos” podría haberse rodado en Asturias perfectamente, tenemos mejores paisajes que donde se hizo en Nueva Zelanda. Una película: Algo de Sergio Leone, “Hasta que llegó su hora”. Un musical: No hay duda, “Cantando bajo la lluvia” porque funciona a dos niveles, como musical y como película de cine dentro del cine, y además es una maravilla, funcionaría sin música. De cine negro: yo apostaría por “Sed de mal” de Orsson Welles. Lo último mejor en cine: sin pensarlo “Gran Torino” del que seguro será el más grande, Clint Eastwood, no se si antes o después de John Ford. Una banda sonora tiene que ser de Ennio Morricone, “Érase una vez en América” o “La Missión”, cualquiera. Si no tiene que ser una de John Williams, “E.T.” es una sinfonía total. La banda sonora tiene que estar integrada en la película. Actriz, Marilyn Monroe y actor, Cary Grant.

Cine, cine, cine/más cine por favor/que todo en la vida es cine,/…que todo en la vida es cine/… y los sueños, cine son. (Luis Eduardo Aute).

Como diría Bugs Bunny: “Esto es todo, amigos”

jueves, 1 de abril de 2010

AL RUQUE Y AL MANDUQUE


Una fianza de tres millones de euros, quinientos kilos de los de antes. ¡Ja, me matas!, diría el expresidente balear al juez que le ha puesto tamaña penitencia si no quiere ir para Mahón o Villabona. El juez le da un plazo de setenta y dos horas para pagarla, pero el caso es que va a tener muy crudo gestionar un crédito de ese importe en plena Semana Santa. Aún así, ¿qué se juegan ustedes a que el dinero aparece?, y rápido, quizás antes de que esta columna se publique. Cuando uno está metido en estos tinglados no está solo, sino que para conseguirlo mueve bastantes más voluntades que, indudablemente, están tan pilladas y comprometidas como la suya propia. Siendo así, que seguramente lo es, si él no tiene el dinero -cosa que nos extraña-, no tardará en aparecer quien o quienes lo aporten como el que te deja un euro para el autobús. Porque lo del “pille” y lo del “compromiso” une mucho. Tanto que, de no ser de esa forma, a uno le entran unas ganas de cantar que te cagas. Y, claro, ya puestos a cantar, lo hacen por fandangos, bulerías y pasodobles. De todas formas, miren ustedes por dónde, Duke está convencidísimo de que éstos, cuando trincan, ya trincan con el IVA y todo, esto es con más lo que les puede meter el magistrado de turno por haber trincado y para no entrar en el trullo, por lo que fácilmente se puede concluir en que el pollo tiene la mosca, aunque muy posiblemente a buen recaudo y al final decida que mejor que la pongan otros que están menos pringaos. El dinero aparecerá, ya verán.

Otra cosa muy distinta y de distinto calado es lo de sus excompañeros de partido que callan y, simplemente, le desean buen viaje, “lo mejor, que se defienda y pueda demostrar su inocencia”, dijo el Jefe como queriendo, a su vez, decir también: “A mí que me registren”. Ciertamente, en el caso de Jaume Matas, no hemos visto en la cúpula popular una defensa tan numantina como la que hicieron en el caso del Presidente de Comunidad Valenciana, Francisco Camps. ¿Será que, de verdad, el caso Palma Arena y todos los affaires a él asociados no habrán beneficiado para nada al partido? ¿Será que, de verdad, no han obtenido de ahí una financiación irregular y, por tanto, ilegal? ¿Qué es lo que será, para que cierren filas y guarden un hermetismo de lo más hermético?

Por último, no debemos dejar de reflexionar sobre otro extremo. Cuando en nuestro país sucede un caso como el que nos ocupa, y desgraciadamente están sucediendo a menudo, ¿qué es lo que hace que un fiscal pida una fianza -pequeña o grande, como en este caso- y el juez la decrete?, cuando a ninguno de los dos les cabe la menor duda de la corrupción y del enriquecimiento. ¿Por qué el fiscal no solicita la prisión incondicional?, o ¿por qué el juez no la decreta sin necesidad de que el ministerio público la pida? Porque poner a un tío como éste una fianza así es lo mismo que ponerle a Fernando Alonso una multa por exceso de velocidad. Una gilipollez, vamos. Después pasa lo que pasa, que a un pobre diablo que ha cometido un pequeño robo y no tiene ni donde caerse muerto, le ponen una fianza inalcanzable o le mandan incondicionalmente al agujero. Tenemos ya tantos casos de personajes de la vida pública que han adquirido de forma ilícita una fortuna y con ella, aún pasando por la trena, se han asegurado un retiro de lujo que a nadie extraña que en este país todos quieran meterse en política. Al ruque y al manduque, que diría mi querido Albino Suárez.

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