lunes, 5 de abril de 2010

AVELINO FDEZ. Y LA GRAN HISTORIA DE SALA OSCURA, 20 años de Cine en Langreo


Conozco desde hace años a Avelino. Además de ser de mi edad, compartimos gustos, sidra y alguna que otra amistad. Es ésta una ocasión en que quería hablar de Cine, en el más amplio sentido de la palabra, y lo voy a hacer a través de las palabras de este profesor de Física y Química en uno de los más reputados colegios asturianos, también a través de sus vivencias y, sobre todo, de sus enormes conocimientos sobre el séptimo arte. Él les habla:

LOS INICIOS Y EL ARÉA DE IMAGEN
Llevo muchísimos años metido en muchas cosas siempre con el ánimo de defender la cultura participativa. El tema va por el rescate de memorias culturales. Mi vinculación con el cine, después de algunos vaivenes, viene desde que era un crío en el Cine Victoria de Sama donde recibo una formación cinéfila de primer orden, cosa de la que no me estaba enterando. Efectivamente, no sabía el alcance de lo que estaba viendo. Veía unas películas muy buenas y, con los años, me di cuenta de que aquello lo había visto en el Victoria. Estaba hablando de Ford, de Hitchcock, de Gigante –la última de James Dean-…, aparte de los tarzanes, de los dibujos animados de Tom y Jerry, del cine español…, todo lo había visto en el Victoria. Era como el punto de encuentro con los programas dobles de las cuatro de la tarde de los domingos. Hasta que inauguraron el Cine Felgueroso con unos medios, unas butacas…, algo que nos deslumbraba y todo el cine de estreno. Con mi padre comencé a ver cosas muy buenas, las que por su clasificación podía ver. Esta formación va creciendo y cuando me hago universitario voy a Oviedo al Palladium y, a pesar de los grandes fiascos que nos metieron, la verdad es que vimos auténticas obras maestras y mucho rescate de cine muy interesante. Mientras hacía la carrera seguía yendo al cine en Langreo, pero aquí se estrenaba ocho o diez meses después. En Langreo el cine va languideciendo, aunque yo sigo con el gusanillo dentro, hasta que llega un momento clave en la segunda corporación democrática del Ayuntamiento. Me llaman para fundar el Área de Imagen. Estaba gobernando Aladino y hay dos personas a las que tengo mucho que agradecer que son Alberto Vega y Aida Fuentes que eran los animadores culturales de aquella corporación. Estas personas, que ya son grandes personajes en la vida cultural langreana, hacían cosas de plástica, poesía… Pero el Área de Imagen va a ir relacionada con el cine. Es cuando empieza a aparecer el vídeo. Allí se compró el primer vídeo para un Ayuntamiento asturiano. Me acuerdo de una cámara Sony de 8 mm. fabulosa. Con eso empecé a hacer filmaciones, archivo documental, y cursos de formación a la gente. Exposiciones de imagen, actores, programas de cine… Empezamos a colaborar con otras áreas como la de plástica en concursos de Cómic que llevaba Helios Pandiella. Se filmaban las exposiciones que se presentaban. Cuando el Área va creciendo nos venimos al nuevo Centro Cultural en las Escuelas Dorado donde crecemos en ciclos, en exposiciones… Recuerdo que, sin haber sido estrenada en Langreo, proyectamos “La Guerra de las Galaxias” y aparecieron por allí como seiscientos críos que hasta rompieron la puerta. Llegó un momento en que decidimos comenzar a filmar cosas propias, hacer una película sobre “La fiesta de las sombras”, un cuento de Alberto Piquero. Preparamos el guión y lo mandamos a un concurso del Principado y conseguimos una subvención de quinientas mil pesetas que nos dio para el alquiler del equipo y material. Nos llevó un año, la estrenamos en Sama y rodó por toda España. Fue un ejercicio de estilo, en ella pusimos todo lo que habíamos aprendido.

SALA OSCURA Y UN LARGO PASEO POR FESTEJOS DE SANTIAGO
Ya estoy ejerciendo mi labor docente y no tengo tiempo para continuar en esto, cuando el Ayuntamiento decide sacar a concurso la plaza del Área de Imagen. En ese momento me tengo que retirar, pero el gusano queda ahí, cuando me llaman para formar una tertulia cinematográfica. El 20 de marzo de hace veinte años se fundó SALA OSCURA que inició otro tipo de colaboración con la cultura langreana. Y creamos una tertulia donde empezamos a hacer exhibición de películas y debate. Comentarios, publicaciones, más cursos de vídeo, colaboraciones con otras entidades, asesoramientos y demás. Empieza a crecer y puedo decir que en veinte años no fallamos ningún martes. Al tiempo me llama la Sociedad de Festejos de Santiago para un proyecto que me gustaba. Paso a formar parte como vocal de su directiva para una faceta cultural, los porfolios…, casi siempre arrimando el ascua a mi sardina que era el cine. Allí estuve siete años, siempre como vocal, y colaboré en la elaboración del libro del centenario. Fui uno de los culpables de que Victor Manuel viniera a Sama. Hicimos una publicación sobre “La Mina en el Cine” que tuvo un éxito brutal: publicación, libro, siete películas sobre el tema minero. Con Antonio Merino publiqué un diccionario sobre cine y mina. Hicimos una recopilación que nos costó mucho trabajo. Ya había tenido otra experiencia en otro libro que era “Langreo en la historia del cine” en el año 96. Sin embargo, aunque entré para temas culturales, en Santiago hice de todo, desde poner y quitar vallas para los entibadores, hasta filmar el acto del “chupinazu” o algo como cobrar las terrazas en la fiesta, que en algún momento me dio más de un disgusto y anécdotas desagradables. Aunque hubo satisfacciones, llegó un momento en que me pregunté qué hacía yo allí. Luché y trabajé con ímpetu hasta el centenario y lo dejé. Desde que entré hasta que salí, siempre estuve con Vicente Fernández. Fue un Presidente estupendo para las Fiestas de Santiago, una persona muy seria, por eso me mantuve siete años. Nunca había abandonado la tertulia y me volqué con ella. Sala Oscura nunca fue un círculo cerrado. Hay unos socios fundadores que somos los que nos mantenemos. Tengo que decir que si no hubiera llegado Miguel Ramos (q.e.p.d.) no hubiéramos durado tanto tiempo. Era una persona muy inteligente que nos marcó muchísimo. Cinéfilo de pro, yo creo que hubiera acabado siendo un gran guionista, incluso a nivel profesional. Éramos cuatro motores y Miguel era uno de ellos. Cuando el 4 de diciembre de 2007, inesperadamente, muere Miguel estuvimos a punto de desaparecer, pero Inma, su mujer, fue la que nos pidió continuidad, y así lo hicimos. Nos encargaron la sesión de los jueves en el Nuevo Teatro de La Felguera y allí hicimos ciclos de Lubitsch, Wallace y también “Lo que Langreo no ve”, cine social, encuentroautores, actuando como filmoteca, y rescatando todo tipo de cine con una programación bastante variada. Dimos el salto y en Sama comenzamos a hacer ciclos. El inicicio, uno de Greta Garbo en su etapa sonora; hicimos otro de Cine Mudo que, por cierto, alucinábamos cuando veíamos a treinta o cuarenta personas en aquellas sesiones de mudo. Después de otro de cine español, arriesgamos aún más e hicimos otro ciclo que fue la etapa inglesa de Hitchcock, un cine durísimo que hoy día incluso está desfasado. De ahí elaboramos un boletín especial y, todo ello, tuvo un éxito apabullante.

LOS CICLOS Y EL NUEVO CINE FELGUEROSO
Es el punto de inflexión, cuando se terminan las obras del Nuevo Cine Felgueroso y pasamos a él desde la Casa de la Cultura. Viendo la labor que estábamos llevando a cabo, el Ayuntamiento nos cede allí un local y ahí continuamos con los ciclos. Seguimos la programación con un ciclo del western de los 50, el mejor ciclo que puso Sala Oscura, iniciándolo con “Horizontes de Grandeza” de William Wyler, película que había inaugurado el cine en el año 1959, un 4 de diciembre, curiosamente la misma fecha del fallecimiento de nuestro querido amigo y compañero Miguel Ramos. Y es precisamente cuando estamos en ese ciclo cuando muere Miguel.

Lo que iba a ser un trabajo sobre los ciclos se convirtió en el libro que tienes en tus manos: “CINE FELGUEOSO: 50 AÑOS DE CINE EN LANGREO”. Había tantas cosas, tantos recuerdos y material que empecé a tirar y a tirar y después de más de un año logró ver la luz en 2009. Lo hice un poco autobiográfico porque considero que como mejor se pueden hacer las cosas es con los propios recuerdos. Hay muchas cosas vividas y recordadas, de referencia, investigadas…, incluso hay omisiones de las que me doy cuenta pasado el tiempo. De todas formas es un libro completo que gustaría tener a cualquier cinéfilo. Ahora estoy con un nuevo trabajo sobre el cine iberoamericano. Sala Oscura también hará un ciclo sobre ello. Hacer estas cosas supone mucho estudio e investigación. Necesitas una biblioteca, comprar libros y estudiarlos. Yo tengo más de quinientos y otros tantos vinilos con bandas sonoras. Mi idea, también de Miguel, era crear una biblioteca para Sala Oscura. Te lleva mucho, mucho tiempo y mucho esfuerzo y dinero.

LAS OPINIONES PERSONALES
Durante más de una hora hemos estado conversando sobre todas estas cuestiones relativas al cine. He obviado mis intervenciones con objeto de dar más espacio, dentro del poco de que disponemos, a nuestro protagonista. Pero no podíamos terminar nuestra conversación sin que le pregunte sobre algo que seguro todos querrán saber:
El cine de ahora es técnica, pero es cine, no nos confundamos. Lo de los medios como la informática forma parte de esto. Cuando ves el producto final, sabiendo cómo se hizo, quedas maravillado. Es el caso de “La Guerra de las Galaxias”, hace 20 años, o ahora “Avatar”. No sé lo que pasará cuando se estrene “Alicia…” de Tim Burton en 3D, será épico. Hacer una gran película es tener algo que contar, una buena historia, buenos personajes…, un principio, un desarrollo y un final. Eso va a seguir siendo así. En estas cuencas podrían rodarse cientos de historias, hay material para ello. Sin ir más allá, “El Señor de los anillos” podría haberse rodado en Asturias perfectamente, tenemos mejores paisajes que donde se hizo en Nueva Zelanda. Una película: Algo de Sergio Leone, “Hasta que llegó su hora”. Un musical: No hay duda, “Cantando bajo la lluvia” porque funciona a dos niveles, como musical y como película de cine dentro del cine, y además es una maravilla, funcionaría sin música. De cine negro: yo apostaría por “Sed de mal” de Orsson Welles. Lo último mejor en cine: sin pensarlo “Gran Torino” del que seguro será el más grande, Clint Eastwood, no se si antes o después de John Ford. Una banda sonora tiene que ser de Ennio Morricone, “Érase una vez en América” o “La Missión”, cualquiera. Si no tiene que ser una de John Williams, “E.T.” es una sinfonía total. La banda sonora tiene que estar integrada en la película. Actriz, Marilyn Monroe y actor, Cary Grant.

Cine, cine, cine/más cine por favor/que todo en la vida es cine,/…que todo en la vida es cine/… y los sueños, cine son. (Luis Eduardo Aute).

Como diría Bugs Bunny: “Esto es todo, amigos”

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