viernes, 9 de abril de 2010

HIERRO PÁ BILBAO


O más de lo mismo, como quieran. Pensaba hablarles de la trama Gürtel y del Pepé pero tendrán que disculparme porque tan solo les voy a hablar del PP, de los suyos y de los otros, los de enfrente. Levantado el secreto del sumario del célebre caso y, en consecuencia, hecho público, ha faltado tiempo a ambas formaciones políticas para despotricar los unos y quitar hierro al asunto los otros acerca del tema. En ambos lados se han ventilado cincuenta mil folios en un periquete. Los han leído, interpretado y asumido rápidamente de manera que los peperos afirman que no hay nada nuevo bajo el sol, que todo lo que descubre el sumario ya se conocía con anterioridad, y los del partido en el gobierno, desaforados, estiman que de todo el papelorio se desprende una financiación ilegal o ilícita o la madre que lo parió del Partido Popular. Lo de siempre, cada uno a lo suyo o, lo que es lo mismo, cada loco con su tema. Ya hay de qué hablar en los próximos días, o en las próximas semanas, del asunto Gürtel y sus implicaciones. Los afectados ya han comenzado a sacar a colación el asunto FILESA, ya saben eso de “y tú más”, mientras que los socialistas aprovechan el momento para focalizar la atención en los golfos de enfrente para que la tropa no recuerde que nos deben unas medidas económicas, o cuanto menos algunas propuestas, y que en el mes de marzo la empresa mayor del país contrató a más de treinta mil miembros y miembras que se suman a los más de cuatro millones que ya disfrutan del relax de la inactividad laboral.

Duke está convencido que como el exalcalde de Pola de Siero tardaremos en encontrar otro político. Alguien que deja su cargo voluntariamente por haber invadido una glorieta pública en un coche oficial y con una gloriosa melopea. En este país no dimite nadie, nada más que el mentado poleso. Porque es que, siguiendo este ejemplo, el tesorero del partido de la oposición ya hace tiempo que debería de haber abandonado su cargo en el partido y su escaño en el Senado. Lo que pasa que a toda esta gente su apego a los cargos y su afán por lo del ruque y el manduque, que decíamos la pasada semana, les priva por un lado, pero por otro les blinda, les da la patente de corso que necesitan para ocultar o disimular sus públicos pecados, y para que sus compañeros y colegas les apoyen haciendo piña y corporativismo porque, en definitiva, quien más quien menos está pringado de alguna forma. El que no está en la pomada recibió algún traje, coche, viaje, reloj o promesa de futuro. Para eso se acercan al poder. Para eso salen a la arena política. Para medrar y solucionar su futuro sin dar palo al agua, y el que venga detrás que arrée.

Hace mucho tiempo que este país necesita una amplia reconversión. Un cambio ético, moral y de principios. Una reafirmación del “no todo vale”, un retorno a las formas y a la vergüenza torera. Duke me dice que si él fuera Mariano Rajoy abriría de forma inmediata y sin más pérdida de tiempo un proceso de reflexión y reforma en las filas de su partido, empezando por su propia persona y terminando por el último cargo de la autonomía más remota y, presuntamente, inmaculada. Zafarrancho de limpieza, podríamos denominar. Sería una buena manera de predicar con el ejemplo y enseñar el camino a los de enfrente. Cuando se hacen mal las cosas, se mete la pata o la mano, hay que hacer lo del exalcalde poleso. Váyase señor Rajoy, póngales a todos colorados.

Imágenes obtenidas de Google

No hay comentarios:

Publicar un comentario