martes, 29 de junio de 2010

BALDOSAS ASESINAS


Igual que un pincel salía yo para el Pregón de las Fiestas de San Pedro. Zapatos nuevos, traje y corbata, y colonia de esas que una gota te vale más que una botella de Dom Perignon. Mi mujer al lado, guapa, elegante… ¿Qué voy a decir de cómo iba la mandakari?, a tono conmigo y con olor a jazmín. No podíamos ir de otra manera ya que estaríamos con la flor y nata de la sociedad langreana. Ya íbamos algo apurados por aquello del último retoque de labios y la raya del ojo cuando poco antes de llegar al salón de la solemne ceremonia mi insensato pie derecho se posa sobre una baldosa mal asentada y despegada con el catastrófico resultado que excuso mencionar. Al tiempo que recibía la salpicadura de agua y barro en mis zapatos y pantalones, también sentí en mis carnes una bofetada como un estallido. ¿Por qué no mires dónde pises?, mira cómo acabes de ponéme. Cago en tó. Pero mujer ¿qué culpa tengo yo, no ves que la baldosa está suelta? Pues ahora a ver qué hacemos. ¿No pensarás ir ahí con estes pintes?, me dice encolerizada. Entramos en alguna cafetería a limpianos, le respondo. Tú estás mal del tarro, ¿qué pienses que vamos a limpiar con les trazes que tengo? Llévame pa casa. Pero cariño, que no nos da tiempo, que falten diez minutos pa que empiece. Pues que esperen, dice sin posibilidad de réplica.

Volvemos a nuestra casa y nos cambiamos de ropa. Otro traje, otros zapatos, otras medias, otro vestido… Pasan veinte minutos y estoy listo y dispuesto a irme. Ella sigue en el cuarto de baño. Churri, ¿fáltate mucho?, venga que eso ya debió de empezar. Un cuarto de hora más, y no sale. Pero bueno, ¿no me dirás que estás pintándote otra vez? Pues claro, ¿no ves que el maquillaje de antes no me va con esti vestidu, el bolsu y los zapatos? Vale, vale, pero date prisa. Mientras la espero y echo un pitu, Duke, maquiavélico, me pregunta si la alcaldesa no habrá pisado también esa baldosa. No estaría nada mal.


Llegamos al Pregón una hora después de haber empezado. El salón repleto
de gente engalanada nos mira, susurrando y comentando nuestra descortesía. Ante el atril, el Pregonero interrumpe su disquisición y espera a que hayamos tomado asiento para reanudarla. Como un tomate estaba yo, se me había acalorado hasta el paladar. Mi mujer, con la cabeza bien alta, me dice: “Y esos, ¿qué miren?, ¿tenemos monos en la cara o qué?”. Termina el acto y, ya más tranquilos, salimos al exterior de la sala. Tocan los saludos y reverencias. En ello estamos cuando, sonriente, se acerca a nosotros un viejo amigo. Mi mujer se pone pálida. “Os presento a mi esposa…”, nos dice. Incrédulo, al tiempo que la saludo, veo que lleva un vestido igual que el de la mía, que ha jurado no volver a más pregones. Todo por culpa de una baldosa. Le he puesto una cruz, procuren no pisarla.

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sábado, 26 de junio de 2010

QUE LA DEJEN DONDE ESTÁ


Si yo fuera porteru de fútbol gustaríame que la muyer fuera conmigo a los partidos. ¿No va Sofía con el Rey a les inauguraciones? La muyer tién que estar dónde el paisano. Hombre, tampoco va a metése dentro el campo, pero detrás de la portería está bien, y de pasu trabaya, que la cosa tá mu jodía. Además, ¿no dicen que cuatro ojos ven más que dos?, pues los güeyos que tién la Carbonero tién que velo tó en cinemascope y 3D, así a Casillas no lu pillen despreveníu los delanteros contrarios: “Iker cuidao con el “8””, “Cari el “7” tira los penaltis a la derecha”, “Mancástete vida”... Así para cualquiera, y el nuestru, que dicen que ye el mejor del mundo, más tovía. A ver por qué no pué estar esa neña detrás de la portería, con lo salá que ye. Lo que pasa ye que la gente ye envidiosa por naturaleza y tienen que metése en to con tal de llevar la contraria. Claro, entre cien o doscientos periodistas y fotógrafos que hay en la línea de fondo sáleyos una que quita el hipo y pónense como burros, no se enteren, pierden les istantánees y luego échen-i la culpa al porteru y a la moza, que son los únicos que tan trabayando.

Los que no podemos ye criticalo los seguidores de La Roja porque esta guaja, que tá informá, pué servir además de correo pa Del Bosque. ¿Que el Jefe quier que se saque en largo?, a la Carbonero. ¿Que quier que pierda tiempu porque tamos ganando?, a Sara. ¿Qué hay que ir a rematar un corner porque tamos perdiendo y termina el partido?, a la mandakari del porteru, y ella corriendo pa la otra portería pa contalo: “Casillas remata un corner en el tiempo de descuento y clasifica a España para cuartos”. En fin, que no fue mala la idea del seleccionador de poner esi bombón ahí de apoyu. Si los delanteros contrarios se despisten y apunten a otru lao, que se jodan. Mejor pa nosotros.

No, va ser mejor llevála pa los estudios con Jorge Javier a decir tonteríes y entrevistar a los y les frikies, macarras y tontolhabas que pasen por allí to los días. Que la dejen donde tá, que ahí hazlo debuten. Aunque algunos protesten. ¿No ye periodista?, pues que informe y de pasu que cuide del nuestru guardameta no vaya a ser que la pifie y por culpa d’él tengamos que volver pa casa. Eso si que no, si Iker encaja algún baúl corre el peligru de quedáse sin prima y sin moza porque va a ponélu a pan y agua. Así que, por la cuenta que-i tién, vale-i más amarrase los machos y mirar de vez en cuando p’atrás pa ver si la Santa tién buena cara o no. Lo importante ye lo que diga la mandakari y Tele-5. Los otros medios y periodistas que hagan lo que quieran y que sigan criticando que, mientras tanto, la portería de España va estar bién guardá por el mejor porteru del mundo y por la reportera. Duke dizme que va ser mejor que esto no lo lean los fifos porque igual nos acusen de hacer trampes. Ya saben, lo de porteru y reportera. Así no hay quien nos meta un gol. Je, Je…

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jueves, 24 de junio de 2010

SER O NO SER


“To be or not to be, that is the question”. Efectivamente ese es el problema y no es una invención de William Shakespeare, Sespir pa los amigos. Eso de votar ye la hostia. A ver: por qué se abstién el PP en lo de la reforma laboral. Mira Rajoy, o te gusta o no te gusta, pero eso de decir que vas a poner unes cuantes enmiendes, o ye pa despitar al contrariu o ye pa nadar y guardar la ropa. A Duke parez-i que ye pa despistar y, a la vez, mientas nades…, ya sabes, to a buen recaudu. Eso no convence a nadie, ni a los más recalcitrantes de tus seguidores con carné. Mira Mariano, les coses son blanques o negres. O yes o no yes, y tú, como gallegu, entenderaslo, o no. Lo gris inventolo ya Zapatero, no quieras tú reinventalo poniéndo-i una cereza encima. Estás mandando mensajes confusos a los españoles y, nuestros conciudadanos se merecen más respeto. Vamos a ver a ver señor Rajoy, ¿usté cree que ye normal que se abstengan 173 diputaos para aprobar una reforma que vienen criticando desde hace quince días y con la que no están de acuerdo? A nosotros no nos parez normal y, además, creemos que los más consecuentes en toda la bancada de la oposición parlamentaria fueron los de ER que votaron en contra. En conclusión, ¿qué significado tiene la abstención del PP?, pues ni más ni menos que un lavado de manos como Poncio. “Que caiga sobre los socialistas la responsabilidad de esas medidas”.

Hace unos días, refiriéndonos a las abstenciones habidas con respecto al famoso decretazo de medidas económicas, decíamos en estas páginas que “Por eso, en el caso que nos ocupa, la interpretación correcta de su abstención no es otra que su propio interés. España les importa un carajo con tal de de que ellos tengan lo que desean…”, y esta expresión es perfectamente aplicable a la reforma laboral. Da toda la impresión de que el asunto les quema en las manos a todos. Hace dos años que se habla de la necesidad perentoria de proceder a una nueva regulación del mercado de trabajo. Estando todos de acuerdo en esta premisa, durante ese tiempo Gobierno, Patronal y Sindicatos han estado negociando, o haciendo que negociaban, para al final, pese al ultimátum del Gobierno, dejar las negociaciones en agua de borrajas. “Mejor que lo resuelva el Gobierno”, “que él se ensucie las manos. Nosotros ya iremos a la huelga”. Y la venían anunciando antes de retirarse de la mesa. Ahora han decidido convocarla para dentro de tres meses. “Largo me lo fiáis”, que diría el Tenorio. La cuestión estaba predecidida y amañada.

Todo este tinglado huele a chamusquina. Talmente parece que todos los figurantes de este circo político se han conchabado para arropar a Zapatero en su cruel martirio. Al final llorarán como mujeres lo que como diputados no supieron defender. La conjura de los necios.

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martes, 22 de junio de 2010

DESCANSO


Corren tiempos que no son propicios para alegrías y dispendios. La política de este país, que en ocasiones todo lo domina y a todo afecta, es errática y adolece de una tristeza e indefinición como nunca había tenido en tiempos de democracia. Y ya han pasado años. La duda y la incertidumbre se han apoderado de la ciudadanía hasta el punto de que nadie tiene seguridad sobre lo que pueda depararle el futuro en lo más fundamental, su trabajo o su pensión, dejando a parte la salud, claro está. Cuando empieza un verano esperado, por aquello de darnos un respiro del agua y del frío, también todos anhelamos un descanso de la meteorología, de políticos, sindicalistas, Belenes Esteban, Jorges Javieres, Pantojas y demás personajillos que pululan por ahí dándonos la vara sobre alguien que solo les interesa a ellos y a las marujas, con todos nuestros respetos para ellas. Ese descanso nos llega, en parte, a través del Mundial de Futbol (toquemos madera), Rafa Nadal, Fernando Alonso o el Tour de Francia. Nada nuevo bajo el sol, como todos los años. Sin embargo los españoles necesitamos otro descanso. Estamos faltos de una situación esperanzadora, de una coyuntura que, de alguna forma, despeje el horizonte, cree ilusiones y nos empuje a pelear juntos por un futuro más halagüeño. Aunque ello no es óbice para que deseemos lo mejor para todos nuestros deportistas que se baten el cobre en estos meses de estío.
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Pero volvamos a lo que nos incumbe. ¿Qué necesidad tienen los Zapatero, Rajoy, Toxo, Mendez, Durán, Llamazares, etc., etc., de seguir amargando la existencia de los ciudadanos?, ¿es que aún no se han llevado bastante? Se han llevado y dilapidado el dinero, la ilusión y la confianza de los españoles. No ha dejado nada más que hastío y deseos por perderles de vista. A todos ellos. Aunque corran malos tiempos y ello suponga una quimera, qué bonito sería divisar un cambio, una segunda transición hacia la normalidad, la frescura de nuevas caras desmaquilladas y desprovistas de las caretas de la izquierda y la derecha, del resentimiento redivivo y del odio ya ancestral. Tenemos una juventud magnífica y preparada como nunca lo hemos estado nuestra generación ni las anteriores. Sin embargo da toda la impresión de que esta nueva y formidable generación no quiere saber nada de esto de la política. Cualquier joven a quien se le pregunte por ello encogerá los hombros y cambiará de tema. Siendo la esperanza de este país y de tantos como el nuestro, son el grueso del absentismo electoral. No les importa la nación. ¡Qué pena! Pero debemos de ser conscientes de que la culpa de ese pasotismo no es de ellos, sino de quienes a lo largo de estos últimos treinta y cinco años hemos construido un país apoyado en el egoísmo, la mentira, el individualismo y “el que venga detrás que arrée”. No se cómo podremos iniciar esa nueva transición, pero si sé que habrá de pasar por ellos. Son el futuro.

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sábado, 19 de junio de 2010

UN ICONO CON FORMA DE PERA


Voz cibernética: “Bienvenido a Telebable. Si desea información sobre nuestros productos pulse “1”. Si se trata de una avería pulse “2”. Si es por otro motivo, por favor, espere”. Espero. De nuevo la misma voz: “Nuestros operadores están todos ocupados. En unos momentos atenderemos su llamada. Manténgase a la espera”. Comienza a sonar una música insulsa y desconocida. Si por lo menos pusieran a Chenoa… Este es el principio de lo que ocurre cuando uno llama al servicio de Atención al Cliente de una de esas compañías suministradoras de servicios que se vale de un ejército de operadoras y operadores clónicos que preguntan más que un sacamuelas y no te sacan del apuro, ni resuelven tus dudas. Es lo que me sucedió cuando, hace unos días, tuve que hacer una reclamación.
Después de esperar dos minutos soportando la dichosa música se pone una chica, en vivo y en directo. “Buenos días, mi nombre es Xiana, ¿en qué puedo ayudarle?”. Le cuento la milonga: que soy cliente de la compañía, que tengo contratado Internet, que he hecho un test de velocidad y que va más lento que el caballo del malo. Me pide mi D.N.I. Se lo doy. Mi nombre y apellidos. Se los doy. “Aguarde un momento por favor”. De nuevo la puta música. “Disculpe por haberle hecho esperar, le paso con los servicios técnicos, buenos días”. Más música y tras otro par de minutos se pone un tío con voz de vicetiple: “Buenos días, mi nombre es Filiberto, ¿en que puedo ayudarle?”. Empiezo a impacientarme y a cabrearme. Vuelvo a contarle lo mismo que a su compañera y vuelve a pedir mis datos personales. “Pero bueno, ¿es que quien me atendió antes no le ha pasado mis datos?, le digo. “Disculpe señor, pero tengo que comprobarlos de nuevo”. Vuelvo a dárselos. “Espere un momento por favor…”. Aparto el teléfono de mi oído y me cago en to lo que se menea. Llevo veinte minutos y estoy como al principio, sin soluciones, con un rebote monumental y con la musiquita martillándome la cocorota. “Disculpe por la espera, ¿me puede decir cuál es su sistema operativo?”. Tengo el Güindous esi, le contesto. “¿Windows Vista o XP? Mira chaval, ¿a mi qué me cuentes?, el güindous joder, ¿o hay más de uno? Y entramos en un diálogo para besugos: Filiberto (sus papis se lucieron con el nombre) que si bla, bla y bla, bla, y yo sin enterame de ná de ná. Al final resulta que tengo el Windows no se qué, y yo sin sabélo. Me orienta en una serie de pasos, que si pica aquí, un clic allá, doble clic en el botón derecho y la madre que lo parió, sin tener ni puta idea de lo que estoy haciendo. “Ahí tiene que salirle este mensaje -tal y tal- y un icono con forma de pera, compruébelo”. Mira rapaz, aquí no salen ni peres, ni melones, y ya tais tocándomelos con tantu clic, tanta pestaña y tantes hosties, así que ye mejor que lo dejemos. Ta luego. Después de más de media hora pa ná, cuelgo enrabietado. Va a ser que lo nuestro no ye la tecnología.
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jueves, 17 de junio de 2010

CANUTO O MACARRÓN


La nacional 634 que comunica Asturias con Galicia y viceversa adolece de prostatismo y le han practicado una resección a lo bestia. Con dinamita, oiga. Resulta que los listos que diseñaron esta carretera no se les ocurre otra cosa que interrumpir el fluvial curso del río Barayo instalando un canuto y un macarrón para drenar las aguas de una parte y pasarlas a la otra. Claro, eso ye más barato que hacer un puente, que ye lo que teníen que haber hecho. Con lo fácil que ye. Mira que yos lo dijeron los paisanos de El Bao, el pueblu más cercanu a la carretera, “facer un puente, que eses tuberíes van a atascase”, y no son ingenieros. Pués nada, ni casu. “Vais decímelo a mí que estudié en la Complutense y soy el expertu. Lo que yo te diga”. Y con lo que yo te diga tiraron hasta que llegó la Gota Fría de junio, mandó el canuto y el macarrón a tomar por saco y armose allí la de dios. Un regatu poco mayor que una mexá causó los mismos efectos que el Ebro o el Amazonas si hubieran pasáo por allí, con les cases sumergíes hasta la chimenea y los paisanos y paisanes de allí tirándose de los pelos y cagándose en to los muertos del ingeniero, la empresa constructora, la administración que la contrató y la madre que lo parió. Eso pasa por encarga-í una carretera a quien no sabe ni hacer una caleya. Ye como si a Duke y a mí, que hacemos mal esta columna, el periódicu nos encarga escribir El Quijote, La Eneida o les aventures del Capitán Trueno. Lo mismo.

Resultado: “¿no quiés taza? Pues toma taza y media”. Tuvieron que volar doscientos metros de carretera para que las aguas acumuladas siguieran con su curso hacia el Cantábrico y, como consecuencia de esa voladura, los conductores que van y vienen, para y desde Galicia, tienen que soportar un rodeo de una hora, o ir y venir por Ponferrada, Torrelavega o Pola del Tordillo. Además, como son los listos de “lo que yo te diga” o “¿vas decímelo a mí?”, al realizar esas obras cortaron un cable de fibra óptica y dejaron sin internet y teléfono a media población del occidente asturiano. Pepe Gotera y Otilio no lo hubieran hecho mejor.

Ahora toca acometer las obras de reparación y reposición de la 634, sin olvidarse de las indemnizaciones oportunas a todos los perjudicados. Parece que lo primero llevará varios meses porque, como en este país pasa lo que no pasa en otros, si cuando hicieron la primitiva carretera se quedaron cortos, ahora cuando la reparen se pasarán de la raya, no lo duden, y harán un puente atirantado como el de San Francisco o el del Corredor del Nalón no sea que el Barayo se desmadre otra vez y les joda la cosecha de fabes de la granja. De todas formas lo primero ha de ser indemnizar a esas personas que han perdido todo lo que tenían y se han quedado en la calle y en la ruina. Primero las personas, luego la puta carretera. Sin canutos ni macarrones.

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VUVUZELAS



Este día 14 ha sido el segundo aniversario de la prematura muerte en tierras valencianas de nuestro querido y llorado José Ángel Piris Dintén. Gracias a LA NUEVA ESPAÑA, un año más, tengo la ocasión de proclamar a los cuatro vientos nuestra eterna y añorada amistad y también enviar un fuerte abrazo y todo nuestro cariño a su familia. Él y vosotros estáis en nuestro corazón.

Estas fechas son también preludio de dos acontecimientos importantes para el país. El final del plazo que el Gobierno dio a Sindicatos y Patronal para llegar a un acuerdo sobre la Reforma Laboral y el debut de la Selección Española en el Mundial de Fútbol sudafricano. A priori son los sucesos más importantes de la semana, concentrados en el día 16. El primero porque, como es de esperar, dará lugar a un nuevo decretazo en el que el Gobierno impondrá sus criterios al respecto que, mucho nos tememos no serán del agrado ni de unos ni de otros ni, por supuesto, de los partidos de la oposición. No en vano, habiéndose conocido ya algunas de las medidas previstas como el coste del despido, partidos como CiU ya lo han calificado como un “churro”. El segundo es de índole más lúdica y, no cabe duda, más esperado por la mayoría de los ciudadanos que siempre lo aguardan con ansia y aún más en esta ocasión en la que los chicos de Del Bosque están que se salen y son los favoritos de la mayoría de la prensa especializada, si es que la hay. Y es que antes de empezar cualquier cosa en este país nos comemos el mundo. Lo que suele decirse de vender la piel del oso antes de cazarlo. Cierto es que desde hace dos o tres años estamos jugando mejor que nadie, pero también es cierto que el año pasado, en el mismo lugar y por estas fechas, perdimos con Estados Unidos un partido que nadie hubiera apostado por perder. De ahí aquel refrán de “en la rula no pregunten, apunten”. Pues eso, lo que hay que hacer es apuntar en el haber, y uno tras otro, los enfrentamientos que nos esperan y hablar a toro pasado. Pasar la primera ronda, y después tener mucho cuidado porque cualquier cruce, cualquier lesión, cualquier colegiado, pueden abocarnos a volver con las orejas gachas y a cumplir una vez más con nuestro “destino en lo universal”.

Se dice que el fútbol “es un juego de once contra once en el que siempre gana Alemania”, y si seguimos todo el campeonato aguantando las vuvuzelas de los coj…, esas trompetas que nos machacan las neuronas y nos levantan un insoportable dolor de cabeza, acabaremos por repudiar el deporte rey, aunque esta vez seamos nosotros quienes ganemos con autoridad y haciéndolo bonito. Alguien en la FIFA debería de prohibir las putas cornetas y condenar a galeras al que las inventó. Mientras no sea así, Duke verá los partidos de España sin voz, acompañados con un nocturno de Chopin.

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ALGUIEN MIENTE


Mi capitán, que vienen los indios, dice el centinela de Fort Spain. ¿Cuántos son?, pregunta el estrellado. Como dos mil uno, mi capitán. ¿Y por qué lo sabes?, vuelve a preguntar. Porque viene uno delante y como dos mil detrás, mi capitán. Cuando se trata de contar mucha gente suceden cosas parecidas a esta, que unos se quedan cortos y otros se pasan tres pueblos. Lo que en realidad cuentan unos y otros son sus propios intereses. Veamos la incidencia y seguimiento de la huelga de funcionarios del martes pasado. Según los convocantes no fueron a trabajar ocho de cada diez funcionarios y según la Secretaría de Estado de la Función Pública solo faltó uno. No dijo si estaba enfermo o es que había sufrido un pinchazo en carretera. Lo que les decía el miércoles, los sindicatos le ponen polvo al asunto y el Gobierno se lo quita. ¿Será posible que alguna vez en este país alguien nos cuente la verdad, sin tapujos? ¿No se dan cuenta de que los españoles ya no se tragan estas milongas? ¿A qué juegan? La verdad solo tiene un camino y ese camino solo tiene una cifra porque “lo que es, es”, independientemente de quien lo mire. Lo cierto es que nos da toda la impresión de que en este caso, por una vez y sin que sirva de precedente, quien ha dicho la verdad, o se ha quedado muy próximo a ella, ha sido el Gobierno. Y es que cuando ya les están quitando un buen pellizco de sus salarios y no hay marcha atrás, porque el Decreto ya ha sido aprobado con complicidad y alevosía, no resulta conveniente para nadie echar más leña al fuego y perder el día de trabajo. Eso es lo que habrán pensado la mayoría de los servidores públicos. Así que todo el mundo a currar que la cosa está muy malita.

Y después de esto, ¿
qué? Después de reunirse Gobierno, Patronal y Sindicatos no han llegado a ningún acuerdo acerca de la ya podrida “Reforma Laboral”, algo que ya huele mal y, según dicen, es la clave para el inicio del crecimiento económico. Lo que haya pasado en esa reunión que han mantenido hasta las seis de la mañana es otro cantar. Porque es que, cuando ya van apurados porque el Gobierno ha amenazado con otro decretazo, a los sindicatos no les interesa el acuerdo porque vienen amenazando con la huelga general y en las manifestaciones del martes se han desgañitado asegurando que la habrá. El acuerdo no les dejaría justificación para convocarla. Por tanto no habrá acuerdo y sí habrá huelga, previsiblemente para el 30 de junio. ¡Hay que joderse! ¿Se creen estos tíos de UGT y CCOO que los quince o veinte millones de españoles que anhelan la llegada de ese día para irse de vacaciones, y olvidarse durante un mes de Zapatero, Sindicatos y la madre que lo parió, van a quedarse ese día sin ir a trabajar y asistir a manifestaciones y otras zarandajas cuando les espera la carretera, el sol y el “yes very well”? Duke está seguro de que no se lo creen y que por eso precisamente la convocarán para ese día, para que pocos o nadie la sigan y para que todo pase desapercibido y puedan seguir diciendo mentiras y chupando del bote. Cinismo en estado puro.

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PRIMER ASALTO


¿Que hay huelga en la construcción?, nada, el país sigue adelante. ¿Que la hay en cualquier otro sector?, todo lo demás seguirá funcionando, algo peor pero funcionará. Otra cosa muy distinta es la huelga que ayer tuvo lugar en este país. Estamos hablando de tres millones de servidores públicos, de la sanidad, de la educación, de la justicia, de la seguridad…, en definitiva, de todo lo que permite moverse a la Administración estatal, autonómica y local. También a la periférica y a las empresas públicas. Una huelga que, de ser haberse seguido de forma mayoritaria, habrá paralizado el país y que, aunque algunos digan que sería el termómetro que mediría el éxito de una futura huelga general, a nuestro modesto entender tendrá más importancia que ésta en lo que a la actividad se refiere. Y creemos que los sindicatos esperan impacientes a su incidencia para decidirse a convocar la general que previsiblemente se hará el 30 de este mes, cuando medio país se va de vacaciones, y lo hacen con la boca pequeña porque no las tienen todas consigo pese a que insistan en la amenaza por las medidas que el gobierno ha tomado con respecto a la economía y por la reforma laboral que acabará imponiendo con otro decretazo, dado que tanto a ellos como a la patronal parece que no les va nada en el tema y llevan negociando, tomando copas o contando chistes, más de dos años sin que hayan avanzado ni medio metro, según cuentan y reconocen amabas partes.

Por fin ha llegado el momento de saber qué es lo que piensan los funcionarios, como personas físicas que son, y cómo piensan que va a afectarles el tijeretazo que han decidido el ejecutivo y sus cómplices de CiU, UPN y Coalición Canaria. Lo de ayer fue el primer asalto. Una reválida en toda regla para la gestión del gobierno socialista y también de las grandes centrales sindicales, y lo fue en un doble sentido, en el de la propia gestión y en el de la legitimidad para seguir representado al país por un lado y a los trabajadores por otro. Es evidente que esa legitimidad la tienen desde el momento en que han sido elegidos y mientras sus electores no digan en las urnas lo contrario, pero la legitimidad para gobernar y representar hay que ganársela día a día con hechos y criterios, cumpliendo las promesas y el programa que les ha llevado en su momento a donde están, y no dando tumbos e inventando medidas para salir del paso. Por tanto la incidencia y el éxito de la huelga de funcionarios de ayer nos dirá hasta qué punto los españoles desaprueban a sus representantes políticos y sindicales y en qué medida se hacen necesarias ya unas elecciones generales.

Ayer tuvimos que posponer nuestras gestiones en Hacienda, en Tráfico, en la Seguridad Social o en la Consejería o el Ayuntamiento de turno. La experiencia nos dice que, casi siempre que han ocurrido cosas similares, las manifestaciones de los responsables de las valoraciones del seguimiento y la incidencia van en el sentido de quitar polvo a la huelga, como ha ocurrido. Sin embargo se nos antoja que en esta ocasión la cuestión es tan importante y perentoria que las cosas se presentarán de una forma bien distinta. Y no es para menos. Nunca, en nuestro recuerdo democrático, el país estuvo en una situación tan grave y se vio tan desnortado y abandonado como en el momento actual. Aunque Duke lo ponga en duda y no nos gusten estas movidas, a lo mejor lo de este martes mereció la pena.

LO QUE HAY DETRÁS


Algo debe de pasar en este país para que en tiempos de crisis el gobierno se dedique a arbitrar medidas para tener al personal entretenido, y no nos referimos en esta ocasión a las medidas económicas (de esas no interesa que se hable) sino a otras disposiciones innecesarias que lo único que consiguen es crispar al ciudadano y acabar con las tradiciones. El jueves pasado se celebró el Corpus Christi en un gran número de ciudades españolas en las que es tradición inmemorial el que los cuerpos del ejército rindan homenaje a la Custodia a su paso en procesión por las calles. Pues bien, el nuevo Reglamento de Honores Militares aprobado recientemente por el Gobierno suprime los honores al Santísimo Sacramento por lo que, aún con la presencia de compañías en formación, en ciudades como Toledo o Granada los asistentes se han quedado con las ganas de ver y oir las solemnes interpretaciones del Himno Nacional o de la Marcha Real por parte de las bandas militares, tradición que se pierde en los anales de la historia y que, ahora, han suprimido de un plumazo no se sabe con qué oscura intención. Primero han logrado prescindir de los crucifijos en los colegios, eso sí con gran polémica, y ahora esto. ¿Hay una persecución por parte del gobierno socialista de todo lo que huela a ceremonias y tradiciones católicas inveteradas? Aviso a navegantes.

Próximas las fiestas de San Pedro en La Felguera y cercanas las de Santiago en Sama, cuando en la primera resultaba ya tradicional la presencia del Regimiento Príncipe acompañando al Santo en procesión por las calles, y en la segunda se inició la misma costumbre el año pasado, y en ambos casos desfilaban un grupo de Gastadores provistos de tambores y cornetines, nos preguntamos si ello será posible este año con el nuevo Reglamento. Cierto es que en esta cuenca, y también en la otra, quedan pocas personas que den importancia a estas costumbres. La verdad es que a la mayoría nos importan muy poco y más bien se conceptúan como una parte más del acto lúdico que supone la fiesta en sí, como también sucede en las olvidadas procesiones de Semana Santa que, en muchos lugares, ya no son más que una atracción turística para los foráneos. Sin embargo hay muchos lugares en este país en que las gentes esperan con ansiedad esas celebraciones que para ellos están cargadas de sentimiento, religiosidad y, sobre todo, de tradición. Señoras con mantilla y peineta que aguardan desde primeras horas de la mañana y en primera fila al paso de la Santa Custodia, acompañada como siempre se hizo de la música militar que en cada sitio corresponda.

Si estas medidas son consecuencia de la aconfesionalidad del Estado proclamada en la Constitución, creemos que no tardarán en suprimir también la figura del capellán, las autoridades eclesiásticas castrenses y también los actos religiosos multitudinarios que tienen lugar cuando se rinde homenaje póstumo a los soldados muertos en servicio, hasta terminar con todo lo que huela a reminiscencias del pasado que interesadamente siempre identifican con los tiempos de la Dictadura. Estos espúrios intereses guardan una intencionalidad maquiavélica y, si alguien no lo impide, conseguirán con el tiempo que a este país no se le conozca ni en su propia casa. Quizás lo que pretendan es ir bajo palio ellos mismos. Eso, San ZP, sus discípulos y discípulas, la cabra de la Legión y la madre que lo parió.

jueves, 3 de junio de 2010

UOU, UOU, UÓ


No soy capaz a quitármela de la cabeza. La oigo hasta en sueños, y que conste que la he escuchado solo un par de veces, pero se me ha pegado de tal forma que me ha ocupado todos los intersticios neuronales. Intento desterrarla de mi cerebro tarareando otras como “Macarena”, el “La, la, la”, o el “Lailo, lailo” y nada, no hay forma. Llevo desde el sábado pasado con ese soniquete que está acabando con mis meninges y ya estoy pensando en acudir al psiquiatra y que me haga un electroshock o una trepanación craneal. Lo que sea. Pero no es solo eso. La tarde del viernes pasado, paseando con Duke por las inmediaciones de la depuradora del río Triana en el parque Dorado de Sama, observo que han cerrado con vallas toda la pradera que la circunvala y han comenzado a mover tierra, hacer rampas de hormigón, calles estrechas con sus respectivos bordillos… Da la sensación de que aún no han terminado de poner cosas. Y me pregunto qué es lo que estarán haciendo ahí, ¿quizás un jardín de gnomos como aquel de Ameli o una pequeña ciudad de hobbits? Quedo pensativo durante todo mi paseo deshojando las posibilidades de aquella obra, mientras en mi cabeza sigue sonando el “uou, uou, uó”. La culpa de esto la tiene el tío ese de la barretina que se empeña en deslucir los espectáculos, sean del tipo que sean. Lo hace en los campos de fútbol, en las canchas de tenis y en el Festival de Eurovisión, todo con tal de hacer el pijo y salir en la tele. Hay que ser subnormal, con perdón para los subnormales. Por su culpa el rizosu tuvo que repetir la canción y condenarme a mí al tamborileo cerebral.

“Algo chiquitito, uou…”. Claro, ya se lo que están haciendo: “Un Mini Golf “, y la caseta de la depuradora la aprovecharán para Club Social, como el Folner de Pola del Tordillo. Hay que joderse, ¿cómo no me habré dado cuenta antes? Lo había leido en estas páginas cuando se dio la relación de las obras que se acometerían con los Fondos “A” o “E” o la madre que los parió. Un Mini Golf para Sama y otro para La Felguera, para que no celen. Entonces no me lo creía, oigan. ¿Cómo coj… van a hacer eso?, decía para mis adentros. Pero resulta que es verdad. Después de idear la colocación de un Mirage F-1 en una glorieta del Langreo Centro y de sembrar de octógonos y pegotes el Parque Dorado, los visionarios del ayuntamiento van a restarle aún más superficie al jardín de Sama, porque, claro, ahí solo podrán entrar los que vayan provistos de palo y pelotas, los “Taiguervuds”, que aquí también los hay. Como si no hubiese praos en Sama, La Felguera y en to Langreo pa hacer eso o un campo de golf de los grandes, con los dieciocho furacos de rigor. Y menos mal que se yos ocurrió eso, que si estrujen un poco más la sesera igual yos da por poner una Mini pista de Saltos de Esquí. Total.

A mi no ye que me disguste, no. Lo que pasa ye que parezme un poco raro. La verdá ye que nunca vimos eso en ningún parque, y mira que los hay grandes. Por ejemplo el Retiro, allí ponen barques pa los enamoraos. ¿Por qué no les ponen en Sama, que también tién estanque?, aunque no tenga patos. O, si no, que pongan un velódromo pa los guajes que anden como llocos en la bici y cualquier día van a llevar por delante a algún paisanín, o paisanina. Si por poner puén ponése muches coses, pero otra cosa ye que les perres hay que gastales con más y mejor criterio, máxime en la situación actual. Tamos nosotros pa palos de golf…

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martes, 1 de junio de 2010

CAÍDA LIBRE


Se dice que, en una caída desde mucha altura, las posibilidades de sobrevivir son las mismas si se cae desde la de un piso 50 que desde la de un avión a 3.000 metros, y sin paracaídas, es decir ninguna. En estas circunstancias intervienen dos factores fundamentales, por un lado el peso del objeto, o de la persona, que cae al vacío y la fuerza con que la tierra le atrae (gravedad), y por otro lado la resistencia que el aire opone a la caída. Esta última depende de la velocidad de caída, así es que cuanto mayor es ésta mayor es la fuerza con la que el aire la frena. En el momento en que la resistencia iguala al peso la fuerza neta es nula y, a partir de aquí, la velocidad se mantiene constante. Es la “velocidad límite o terminal” que puede alcanzarse en una caída desde un cincuenta piso, lo que supone que, desde mayor altura, no se adquiere mayor velocidad.

La pregunta que, entre otras, nos planteamos al igual que millones de ciudadanos de este planeta es si la caída de los sistemas financieros occidentales ha alcanzado su velocidad terminal. Cuando, un día mas, amanecemos con noticias apocalípticas no hace falta ser un Keynes para pronosticar las negras expectativas de futuro inmediato. Parece que la VT aún no se ha alcanzado y queda tiempo de caída.

Tras el anuncio del tijeretazo hecho en el Congreso el mes pasado por el Presidente del Gobierno ya se han dado manifestaciones espontáneas contra la reducción y posterior congelación de los salarios de los empleados públicos, y mucho nos tememos que esto solo sea el principio de una movilización social sin precedentes conocidos en las últimas décadas. Es lo que se desprende de las manifestaciones efectuadas por los líderes de los sindicatos mayoritarios después de reunirse con Zapatero. Lo cierto es que muy posiblemente nadie esperaba la adopción de unas medidas de ajuste tan drásticas y de tanto calado social. No lo esperaban ni la oposición, ni los agentes sociales, ni siquiera el propio gobierno, y no han sido improvisadas en tan pocos días por el ejecutivo, sino que han venido específicamente impuestas desde Bruselas y Berlín para someter la rebeldía y la tozudez de Zapatero que persistía en seguir sumergido en su paraíso particular, en su país de las maravillas. El caso es que inmediatamente después de anunciarse el fin de la recesión y el inicio del crecimiento en un 0,1 % del PIB, después de negar insistentemente, y muy ofendidos, la equiparación de nuestra situación con la de Grecia, después de haber prometido solemnemente en sede parlamentaria que nunca se tocarían los logros sociales y después de la reunión del ECOFIN del 8 y 9 de mayo, se da marcha atrás y se adoptan unas medidas que colocan a la ciudadanía en una situación de desamparo y de temor al futuro como no se conocían en todo el transcurso democrático del país. Es cierto, en este momento los españoles no saben a qué aferrarse, no saben qué creer y en quién confiar. ¿Qué medidas más se tomarán en un futuro próximo?

Uno de los muchos corolarios de la célebre Ley de Murphy dice que “cualquier solución entraña nuevos problemas” y eso es lo que nos tememos con respecto a los diversos planes de rescate o de “salvación” de las economías occidentales. Se teme que queden cortos (dentro de poco se necesitará mas dinero), se teme que sirvan para volver a la especulación y no a asegurar la economía y se teme, en definitiva, que sirva para seguir engordando a los de siempre, a los “violadores del mundo”. Pero como nada es tan malo nunca que no pueda empeorar, hemos alcanzado la V.T. hace tiempo pero seguimos en caída libre, si bien presentimos que, dado el talante de nuestro Primer Ministro, cuando estemos a punto de estrellarnos contra el suelo, a tan solo un metro, nos diga: “Esto está chupao, lo saltamos nosotros”.

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MANUEL ALVAREZ DIAZ, el niño con zapatos nuevos


A finales de abril se celebró su Memorial. Como todos los años desde hace trece, militares y montañeros de toda la geografía española acudieron a Sama para recordar al Teniente Manuel Alvarez del Grupo Militar de Alta Montaña, destinado en Jaca y fallecido en las laderas del Gasherbrum I del Himalaya paquistaní. Unos días después de terminado el Memorial me reuní con la familia en su domicilio de Sama para intentar conocerle algo más a fondo. Con sus padres, hermano y tía mantuve una conversación entrañable, muchas veces salpicada por las lágrimas, de cuyo contenido paso a darles cuenta.

SU JUVENTUD Y SU BICICLETA
Había nacido su hermana cuando, teniendo catorce meses, se fue a vivir con su abuelo a Valdesoto. Allí permaneció hasta que empezó al colegio y falleció su hermana con seis años. Siendo nieto y sobrino primogénito tuvo una permanente relación con aquella casa de su abuelo y sus tíos. Su tía Marga (Titina) que además era su madrina, entre lágrimas, me cuenta que era un niño que se prestaba más a la confidencia con ella porque, al no ser su madre, era más permisiva y protectora -más alcahueta, según dice- y, ya desde entonces, mantuvo con él una relación muy estrecha. Era una persona de carácter desde niño, con las ideas claras y siempre seguro de lo que tenía que hacer. No era hablador y siempre fue muy austero. No necesitaba grandes juguetes, jugaba con las chapas de los refrescos para hacer equipos de ciclismo. Todo el día trabajaba con los cristales. Nunca tuvo caprichos salvo, siendo ya adolescente, lo que resultaba evidente: una bicicleta. Quería ser ciclista, fue siempre su asignatura pendiente. Sus padres no estaban por la labor pero se la prometieron cuando aprobase el COU, de forma que cuando lo hizo y no vio satisfecha su expectativa se fue a trabajar con los albañiles y se la compró él mismo. El día que la estrenó su felicidad era total (véase la foto). Pero tenía que estudiar y, a instancias de su padre -no por vocación-, comenzó derecho. Mientras tanto hacía deporte frenéticamente con su bici, pese a la preocupación de sus padres que temían que, por su temeridad, le fuera a ocurrir algo. Un día su abuelo le siguió en su coche mientras subía el puerto de Pajares y cuando volvió contó que no había levantado el culo del sillín hasta llegar arriba. Era pura fibra, dice su hermano. Habría llegado a ser una figura del ciclismo. Sin embargo Titina está segura de que hubiera llegado a ser figura en cualquier cosa. Su autodisciplina y su tesón eran impresionantes. El día que decidió dejar de estudiar derecho no le hubiera movido ni un ejército.

LA RADIO, CANADÁ O EL EJÉRCITO
Estaba convencido de que no servía para estar detrás de la mesa de un despacho. Su espíritu deportista y aventurero le impulsaba a otras empresas, así es que había decidido ingresar en el ejército pero temía que sus padres no se lo permitieran. Por entonces Don Eladio Miranda, director de Radio Cadena en Sama, se había fijado en él y le había ofrecido entrar en la radio, de hecho ya había aprobado algún curso al efecto (solo lo sabía Titina), de forma que era la salida que tenía prevista si sus padres no le permitían ser militar. Con lo que ganase en la radio pensaba irse a Canadá a cortar árboles. Su madre afirma que claro que iría, y cuenta que él nuca pedía dinero para nada e insiste en su austeridad, dormía en un banco del parque si era necesario. Ingresó en la Academia de Suboficiales y cuando se graduó sus padres, que habían asistido al acto militar, querían traerlo a casa pero, bajo un sol de justicia, se quedó provisto de petate en la carretera haciendo autostop para irse a escalar. Tirado en una cuneta, cuenta su madre llorando. En pocos años había hecho un curso para mando en la Unidad de Operaciones Especiales (COE), duro donde los haya, e ingresó en los Boinas Verdes. Salió Teniente en la VII Promoción de la Academia Especial Militar y terminó cursos de Buceo de Asalto, Paracaidismo y Superior de montaña, pasando a formar parte del grupo militar de Alta Montaña con sede en Jaca (Huesca). Tuvo cinco destinos distintos entre los que cabe destacar el Regimiento Príncipe nº 3 en Siero y, por supuesto, el último en Jaca y fue condecorado en dos ocasiones con la Cruz al Mérito Militar con distintivo Blanco

SU PASIÓN: LA MONTAÑA
Las primeras referencias sobre sus escaladas en los Picos de Europa son de 1979, con su ascensión al Naranjo de Bulnes por su vía Sur. Los Picos siempre representaron para él su escuela de escalada por excelencia. Tiene más de cien ascensiones, sin repetir, a cimas de más de 2.500 metros de altitud, entre ellos la travesía de los cuatro miles del Mont Blanc, el Monte Tahat (Argelia) o el Aneto. Cuenta también con más de cuarenta travesías con esquís, sin repetir, de al menos una jornada en los Picos de Europa, Candanchú o la Bonaigua. El exponente más claro de su nivel técnico viene reflejado en las más de ochenta escaladas de Alta Montaña, sin repetir, entre las que destacan varías vías del Naranjo de Bulnes o las caras norte del Cervino y del Eiger. En 1993 participó en la Expedición Internacional al Pico Chogolisa de 7.654 metros en la cordillera del Karakorum y dos años más tarde, en el Antártico, bajo unas condiciones meteorológicas adversas, asciende al monte Vinson, el más alto del continente (4.680 m.), donde un alud estuvo a punto de sepultarle.

“LO QUE ME PREOCUPA NO ES SUBIR, SINO VOLVER”
Ricardo Martínez Llorca, autor del libro “El precio de ser pájaro”, define a Manolo como “un hombre viril y algo miope, de rostro mansamente tallado con cuchillo. Luce un peinado de galán de cine de los años cincuenta…”. Sería en 1996 cuando con el Grupo Militar de Alta Montaña participa en la Expedición al Gasherbrum I en la cordillera del Karakorum del Himalaya paquistaní (las Montañas de la Luz). El grueso de la expedición tardó ocho días en alcanzar los 5.100 m. para emplazar su campo base. Con un tiempo de perros se dedicaron a fijar los campos I y II donde solo pudieron instalar 200 metros de cuerdas fijas. El pronóstico anuncia al menos veinticuatro horas de tiempo decente y deciden que ya es hora de poner pies en lo más alto. Un grupo mixto formado por el Comandante Alfonso Juez, el Teniente Manuel Alvarez y los montañeros Iñaki Otxoa y Juan Tomás emprende la marcha. “Lo que me preocupa no es subir -se le oye decir a Manolo antes de calzarse los crampones-, sino volver". En el campo I, cuando se disponen a descansar, Alfonso se pone enfermo y les dice que no podrá ponerse en marcha al día siguiente, así que deciden que sean Iñaki y Juan quienes prosigan la ascensión y ataquen la cumbre. Veinticuatro horas más tarde Alfonso se recupera y continúan hasta el campo II, al tiempo que los otros montañeros instalan el III, una pequeña tienda que apenas molesta en la inmensidad blanca de una pendiente lisa como el cristal rodeada por gigantescos muros de roca, campo al que llegan Manolo y Alfonso al día siguiente, justo cuando coronan sus compañeros. “A las once de la noche del día siguiente, serán Alfonso y Manolo los que partan del campamento III hacia la cima, relevándose a la hora de abrir huella con una compenetración muda y de metrónomo. Al amanecer pueden apagar sus linternas frontales. Un sol sin potencia les infunde confianza. A las diez de la mañana, la misma hora en que los otros dos compañeros alcanzan el campamento base tras un descenso vertiginoso, tocan el cielo de la cumbre. Desde abajo se habla con ellos. Manolo confiesa encontrarse tan contento como un niño con zapatos nuevos. En ese momento la versión más humana de la felicidad es una euforia semejante a la borrachera. Sus amigos del campamento base les indican que descansen un tanto, si el viento se lo permite, y comiencen el descenso” (sic). Inician el descenso con Manolo delante, abriendo huella, convencido de que su seguridad depende de la rapidez con que bajen cuando se levanta una ventisca endemoniada y Alfonso pierde de vista a su compañero hasta que en un claro, entre la polvareda blanca, ve a Manolo más abajo del lugar donde él calculaba que debía estar. Ha sufrido un accidente. Lo encuentra encogido en posición fetal en torno al piolet que ha clavado en la nieve a modo de seguro y se queja entre dientes de un suplicio que se agarra a sus cervicales. Tras unas horas de un insufrible descenso, Alfonso logra introducir su cuerpo en la tienda del campo III, donde le quita la ropa y los crampones, le introduce en el saco de dormir y le suministra un calmante. Inmediatamente avisa al campo base pidiendo ayuda pero el mal tiempo impide durante seis días que el grupo de rescate acuda en su ayuda. Manolo pide a Alfonso que le deje allí y descienda, lo mismo le dicen desde abajo, pero el comandante no abandona ni por un segundo a su compañero malherido. El día 17 de julio hay una leve mejoría del tiempo y se deciden a bajar mientras el grupo de rescate asciende en su ayuda. Cuando les avistaron, cuenta uno de los militares del grupo, “Manolo y Alfonso estaban rapelando y a punto de llegar a una reunión, les grité para infundirles ánimos pero creo que no me oyeron; estaría a escasos 20 metros de ellos”. En ese momento una cuerda en malas condiciones se rompe y manolo cae arrastrando a su compañero con él. Alfonso logra aferrarse pero Manolo no corre la misma suerte y yace sin vida entre la nieve.

HOMENAJES PÓSTUMOS
“Manolo era el mejor de nosotros, el más técnico, el más fuerte. Y además era una persona que respiraba tranquilidad por los cuatro costados; como compañero de cordada suyo, te sentías seguro. Si antes de ir al Gasherblum me hubieran preguntado quién de nosotros podría hacer cima, habría contestado que él sin lugar a dudas. Si me hubieran hecho escribir en un papel quién podría sufrir un accidente, a él no le habría incluido en la lista” (sic), dice el capitán Alberto Ayora en su libro “Gestión del Riesgo”. Y eso es lo mismo que piensa su familia, “con Manolo uno estaba tranquilo. Comunicaba sosiego y seguridad”. Allí mismo, donde había encontrado la muerte, sus compañeros de cordada le hicieron los honores militares y le dejaron para siempre, como él quería, en una grieta de las que pueblan el collado del Gasherblum.
Años más tarde el GMAM invitó a su esposa, Carmela, y a su hijo, Manolín, a repetir la ruta que Manolo había hecho con el Grupo en 1996. Y acompañados de una escolta militar volaron a Paquistán y visitaron todos y cada uno de los lugares donde había estado el Teniente. En Islamabad, la capital, fueron recibidos en la Embajada Española, donde se rindió homenaje a Manolo y donde luce una placa en su honor dedicada por sus compañeros de Regimiento. Visitaron la cordillera del Karakorum y, a lo lejos, desde el glaciar donde había estado el campamento base, Carmela y Manolín pudieron ver el lugar donde su esposo y padre reposa para la eternidad. Su espíritu emprendedor y aventurero permanece entre sus compañeros de montaña y militares, y entre su familia. Todos juntos le recuerdan y homenajean cada año en el Memorial que se celebra en Sama por primavera.

No debo de terminar sin antes dar mi agradecimiento a la familia de Manolo Alvarez, sus padres Santa y Manuel, su hermano Nacho y su tía Margarita (Titina), por haberme recibido en su casa y haberme documentado verbal y gráficamente acerca de su figura. De igual forma, aunque indirectamente, quiero dar las gracias al por entonces Capitán Alberto Ayora y a Ricardo Martínez Llorca, autores de los libros reseñados, por haberme apropiado de alguno de sus pasajes que me han ayudado a relatar con fidelidad la última parte de esta historia de sacrificio, tesón y coraje. Gracias a todos.

EL SIGNIFICADO DE LA ABSTENCIÓN


Esto de no estar de acuerdo en una iniciativa y luego abstenerse cuando se procede a su votación da mucho que pensar. En el caso de las abstenciones habidas el pasado jueves en el Congreso de los Diputados caben diversas interpretaciones. La primera concierne a Coalición Canaria y a unión del Pueblo Navarro que, siendo contrarios al Decretazo, con su abstención consienten en su aprobación para mantener sus prebendas. La segunda que incumbe a CiU tiene más lecturas. Si tenemos en cuenta que la no convalidación del Decreto hubiera supuesto su tramitación como Proyecto de Ley, con las previsibles enmiendas y el consiguiente retraso de su entrada en vigor, que ello habría ocasionado una mayor desconfianza en los mercados y que posiblemente nos situaría en una posición similar a la de Grecia, si tenemos en cuanta estas premisas podemos entender que Durán i Lleida ha adoptado una posición inteligente, pero más lo hubiera sido el votar a favor para no correr el riesgo de que uno de los tres diputados de los otros dos partidos lo hubiera hecho en contra. Por tanto no creemos que ese haya sido el motivo de la abstención. Más bien creemos que los convergentes temían que, de votar en contra, serían obligadas unas elecciones que previsiblemente coincidirían con las catalanas. Sin embargo el hecho de haber adelantado su negativa a aprobar los próximos presupuestos, avisando de esta forma al Presidente de que vaya preparando la convocatoria adelantada para finales de año, denota claramente que CiU da por amortizado a Zapatero, al igual que el resto de las fuerzas parlamentarias, incluyendo a muchos de los suyos.

Por otro lado estaba cantado de que iba a pasar lo que pasó, pero de todas formas los aparatos de los partidos se pusieron en marcha y, de forma frenética, avisaron a los suyos por SMS, mail, teléfono y señales de humo para que no dejaran de asistir a la cita parlamentaria. Pese a ello hubo dos convergentes que se retrasaron y tenían al presidente en un sin vivir. ¿Qué hubiera pasado si no llegan a la votación? Muy sencillo, sus compañeros hubieran votado a favor del decreto y asunto solucionado. Otra cosa habría sido el contenido del discurso de su jefe, Durán i Lleida. Igual hasta le habría entrado la risa. Y es que, hasta donde alcanza nuestra memoria democrática, estos catalanes tienen al país cogido por los mismísimos. Todo depende de ellos, da igual que gobierne la izquierda que la derecha o que no gobierne nadie, como es el caso. Ellos se acomodan con diez míseros escaños, exigen, votan, se abstienen y, al final, siempre llevan su gato al agua.

Por eso, en el caso que nos ocupa, la interpretación correcta de su abstención no es otra que su propio interés. España les importa un carajo con tal de de que ellos tengan lo que desean, y para ello tienen al mejor parlamentario del hemiciclo. Parece que el resto de ellos no ha aprendido nada durante tantos años de tocarse las pelotas. Pero no se engañen, su corrección, compostura, cordialidad y dote para la oratoria esconde una maldad solo interesada en el País Catalá. ¿En qué lugar habrá un tío así dentro de los partidos nacionales, un hombre u hombra, perdón fémina, que prescindiendo de su poltrona e intereses personales se dé a su país como si fuera lo último que fuera a hacer en su vida? Como no lo busquen en Pola del Tordillo…

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