Este día 14 ha sido el segundo aniversario de la prematura muerte en tierras valencianas de nuestro querido y llorado José Ángel Piris Dintén. Gracias a LA NUEVA ESPAÑA, un año más, tengo la ocasión de proclamar a los cuatro vientos nuestra eterna y añorada amistad y también enviar un fuerte abrazo y todo nuestro cariño a su familia. Él y vosotros estáis en nuestro corazón.
Estas fechas son también preludio de dos acontecimientos importantes para el país. El final del plazo que el Gobierno dio a Sindicatos y Patronal para llegar a un acuerdo sobre la Reforma Laboral y el debut de la Selección Española en el Mundial de Fútbol sudafricano. A priori son los sucesos más importantes de la semana, concentrados en el día 16. El primero porque, como es de esperar, dará lugar a un nuevo decretazo en el que el Gobierno impondrá sus criterios al respecto que, mucho nos tememos no serán del agrado ni de unos ni de otros ni, por supuesto, de los partidos de la oposición. No en vano, habiéndose conocido ya algunas de las medidas previstas como el coste del despido, partidos como CiU ya lo han calificado como un “churro”. El segundo es de índole más lúdica y, no cabe duda, más esperado por la mayoría de los ciudadanos que siempre lo aguardan con ansia y aún más en esta ocasión en la que los chicos de Del Bosque están que se salen y son los favoritos de la mayoría de la prensa especializada, si es que la hay. Y es que antes de empezar cualquier cosa en este país nos comemos el mundo. Lo que suele decirse de vender la piel del oso antes de cazarlo. Cierto es que desde hace dos o tres años estamos jugando mejor que nadie, pero también es cierto que el año pasado, en el mismo lugar y por estas fechas, perdimos con Estados Unidos un partido que nadie hubiera apostado por perder. De ahí aquel refrán de “en la rula no pregunten, apunten”. Pues eso, lo que hay que hacer es apuntar en el haber, y uno tras otro, los enfrentamientos que nos esperan y hablar a toro pasado. Pasar la primera ronda, y después tener mucho cuidado porque cualquier cruce, cualquier lesión, cualquier colegiado, pueden abocarnos a volver con las orejas gachas y a cumplir una vez más con nuestro “destino en lo universal”.
Se dice que el fútbol “es un juego de once contra once en el que siempre gana Alemania”, y si seguimos todo el campeonato aguantando las vuvuzelas de los coj…, esas trompetas que nos machacan las neuronas y nos levantan un insoportable dolor de cabeza, acabaremos por repudiar el deporte rey, aunque esta vez seamos nosotros quienes ganemos con autoridad y haciéndolo bonito. Alguien en la FIFA debería de prohibir las putas cornetas y condenar a galeras al que las inventó. Mientras no sea así, Duke verá los partidos de España sin voz, acompañados con un nocturno de Chopin.
Imágenes obtenidas de Google
Estas fechas son también preludio de dos acontecimientos importantes para el país. El final del plazo que el Gobierno dio a Sindicatos y Patronal para llegar a un acuerdo sobre la Reforma Laboral y el debut de la Selección Española en el Mundial de Fútbol sudafricano. A priori son los sucesos más importantes de la semana, concentrados en el día 16. El primero porque, como es de esperar, dará lugar a un nuevo decretazo en el que el Gobierno impondrá sus criterios al respecto que, mucho nos tememos no serán del agrado ni de unos ni de otros ni, por supuesto, de los partidos de la oposición. No en vano, habiéndose conocido ya algunas de las medidas previstas como el coste del despido, partidos como CiU ya lo han calificado como un “churro”. El segundo es de índole más lúdica y, no cabe duda, más esperado por la mayoría de los ciudadanos que siempre lo aguardan con ansia y aún más en esta ocasión en la que los chicos de Del Bosque están que se salen y son los favoritos de la mayoría de la prensa especializada, si es que la hay. Y es que antes de empezar cualquier cosa en este país nos comemos el mundo. Lo que suele decirse de vender la piel del oso antes de cazarlo. Cierto es que desde hace dos o tres años estamos jugando mejor que nadie, pero también es cierto que el año pasado, en el mismo lugar y por estas fechas, perdimos con Estados Unidos un partido que nadie hubiera apostado por perder. De ahí aquel refrán de “en la rula no pregunten, apunten”. Pues eso, lo que hay que hacer es apuntar en el haber, y uno tras otro, los enfrentamientos que nos esperan y hablar a toro pasado. Pasar la primera ronda, y después tener mucho cuidado porque cualquier cruce, cualquier lesión, cualquier colegiado, pueden abocarnos a volver con las orejas gachas y a cumplir una vez más con nuestro “destino en lo universal”.
Se dice que el fútbol “es un juego de once contra once en el que siempre gana Alemania”, y si seguimos todo el campeonato aguantando las vuvuzelas de los coj…, esas trompetas que nos machacan las neuronas y nos levantan un insoportable dolor de cabeza, acabaremos por repudiar el deporte rey, aunque esta vez seamos nosotros quienes ganemos con autoridad y haciéndolo bonito. Alguien en la FIFA debería de prohibir las putas cornetas y condenar a galeras al que las inventó. Mientras no sea así, Duke verá los partidos de España sin voz, acompañados con un nocturno de Chopin.
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