martes, 22 de febrero de 2011

...PERO CABREAN AL PERSONAL


Supongo que no será usted alguno de esos padres que teniendo a uno o varios de sus hijos sin trabajo y pasando penurias económicas va y se compra un Rolex o un Ferrari, o ambas cosas, como también doy por sentado que, habiendo sido durante años Presidente Sampedrino al tiempo que concejal langreano, impulsó o ayudó, desde ambos cargos, a la creación del Círculo Aeronáutico Jesús Fernández Duro, asociación de la que es miembro desde su fundación e ignoro si también directivo. Y me parece bien que defienda a su entidad. Duke no la ha atacado en momento alguno, como no lo ha hecho tampoco con usted ni con ningún otro compañero de asociación. Dice bien cuando asegura que en alguna ocasión me felicitó por alguno de mis escritos. Es cierto, lo ha hecho en una ocasión. Una. Cuando desde estas líneas pusimos en solfa una decisión de su sucesor en Festejos, ¿recuerda? Evidentemente en aquella ocasión nuestra columna se acomodaba a sus intereses. Sin embargo, en algo similar como es el caso que nos ocupa y que le ha impulsado a enviarme su escrito a través de estas páginas, se ha sentido ofendido y en representación de no se sabe qué o quién afirma que “Los Museos no hacen daño”. Y le asiste toda la razón pero le ha faltado concluir que cabrean al personal. Mucho. Sobre todo si se tiene en cuenta la contrastada tradición aeronáutica de este concejo.

Un reciente estudio publicado en este periódico hizo un inventario de los museos existentes en las Cuencas y, acerca de las tres decenas que analizó, decía que “…varios proyectos museísticos se encuentran finalizados pero sin equipamientos. Al menos media docena de inmuebles están vacíos de contenidos, sin alma, a pesar de que en algunos casos incluso se promocionan. Los visitantes que llegan a ellos se encuentran con sus puertas cerradas a pesar de que en algunas de esas obras se han invertido cientos de millones” (sic). De igual forma, hace unos días, un ciudadano afirmaba en LNE Edición Digital “me voy a pasar los días paseando con las manos en los bolsos por mi pueblo visitando museos sin tener trabajo” (sic). Por otro lado, la presencia de nuestra alcaldesa en la presentación del Museo el pasado día 29 y sus palabras denotan el apoyo de la Corporación a esa idea. Apoyo económico y/o de gestión, igual da. No creemos que solo les haya brindado su apoyo moral. Esta es la triste realidad y esto es lo que Duke y quien suscribe han criticado. Podemos equivocarnos, si es así nuestras disculpas a quien proceda, pero estamos convencidos de que esto no es lo que Langreo necesita en estos tiempos. Pensamos además que ese gasto es obsceno e inmoral. Si lo va a hacer la asociación, allá ustedes con sus dineros. En caso de que éstos fueran públicos, alguien tendrá que dar explicaciones. En cualquier caso, nosotros escribimos aquí para dar nuestra opinión. Acertada o no, al final el tiempo y los ciudadanos son quienes dan y quitan razones.

En nuestra ciudad deberíamos poder enseñar a los visitantes, y también sentirnos orgullosos, primero de nuestra prosperidad en el más amplio sentido del término, y después de las reminiscencias de tiempos pasados que no forzosamente han tenido que ser mejores. Lo primero es el bienestar de la población, después los museos. Pero que sirvan para algo más positivo que la gloria de sus impulsores. Un afectuoso saludo.

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domingo, 13 de febrero de 2011

NO HAY PRISAS


Muchas veces eso es lo que hay que hacer. Dar marcha atrás para poder retomar el camino con seguridad. Pero no, hoy todo son prisas por llegar. No se sabe muy bien a dónde, pero prisas en cualquier caso. Hace unos cuantos años, tantos que se pierden en el horizonte del pasado, viajar a otra provincia suponía toda una épica. Preparativos, equipajes, reservas, sin olvidarnos de los bocadillos de última hora, del termo con el caldo o el café, las bolsas por si el niño se marea y un sinfín de detalles que hoy no tenemos en cuenta. Los trayectos cortos duraban días enteros, los largos para qué contar. Enlaces en Soto de Rey, en Venta de Baños o en Pola del Tordillo. Apearse del vagón, acomodarse en la estación y esperar hasta que el próximo convoy se dignase en aparecer por la terminal. Entretanto los niños, todos y todas, con la misma cantinela: ¿Falta mucho?, ¿cuándo llega el tren?, o quiero hacer pis. Tal era la aventura ferroviaria que, por aquel entonces, todos pedíamos a los reyes un tren. Años más tarde, las nuevas y modernas infraestructuras, cuando todo el mundo disponía de un utilitario y viajaba por carretera, hicieron que todos viéramos en la tele aquello de “Papá, ven en tren”. Aún no existían Alvia, ni Ave, ni siquiera proyecto de ellos. Eran los tiempos en que desplazarse de Oviedo a Madrid en aquel Expreso llevaba ocho o nueve horas. Hoy, cuando el mismo trayecto se hace en coche en poco más de cuatro, o de cinco si se trata de autobús o tren, queremos llegar primero e ir más cómodos. Cada vez pedimos más. Cada vez nos conformamos menos.

La retirada de las unidades Alvia que prestaban servicio entre Asturias y la capital del Reino para cambiarlas por otras de similares características -según dicen- ha traído consigo todo un repertorio de protestas, mociones, solicitudes de comparecencias, etc., etc. Y en pleno debate vienen los que mandan en eso y nos dicen que la nueva terminal que se está terminando de construir en León va a retrasar la duración del trayecto porque, al entrar provisionalmente en vía muerta para dejar y recoger viajeros, las unidades deberán de maniobrar marcha atrás para continuar el viaje. Ya estamos protestando de nuevo. Como si tuvieran que volver hasta La Robla y tomar carrerilla. Aunque aún no han cifrado la demora, es de suponer que no será de más de unos minutos. Todo en aras de que León disponga de una estación más moderna y con más y mejores servicios. ¿O es que no produce trastornos nuestro soterramiento? Pues eso.

Esta entrada en vía muerta y un pequeño retroceso para que todo se modernice y siga avanzando en bien de los españoles, deberían de aplicárselo también a la política nacional. Y a los políticos. Pararse, volver atrás, a los tiempos de la dignidad, la seriedad, el buen hacer y el buen decir, tomarse un tiempo para pensar -quizás también para descansar- y retomar el camino con otras maneras, con otra disposición más generosa y con otras filosofías. Sin prisas, pero sin pausas. Tal vez tardemos algo más, pero será garantía de arribar más seguros y sin sobresaltos. Piensen en ello.

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domingo, 6 de febrero de 2011

BROMAS APARTE


Ya está bien de cursos sobre aplicaciones informáticas, diseño de páginas WEB, soldadura, prevención de riesgos laborales y otras tonterías. Ahora que vamos a tener un Museo Aeronáutico -pero hoy no, mañana- sería conveniente formar a la tropa de las colas del INEM con Cursos gratuitos de pilotos de Mirage, de Harriet, de vuelo sin motor y de paracaidismo. Por ejemplo. O de controlador aéreo, que mola más y no es necesario andarse por las nubes. No es ninguna broma. En la Comunidad Valenciana ya lo están haciendo. Allí los parados pueden obtener el título de Patrón de embarcaciones deportivas y de recreo, de Patrón de yate, o convertirse en un experto en Historia del movimiento obrero, o en Elecciones sindicales. Hay que fornicarse, que diría el mi amigu Jero. Han pasado olímpicamente de los cursillos profesionales homologados por la Marina Mercante que, desde luego, no son ninguno de los referidos y con el impulso de la U.G.T. y las ayudas de la Consellería de Empleo y del Fondo Social Europeo, bajo el lema “Por tus derechos” han convocado cerca de quinientas cursillos a desempleados que se van a financiar con dinero público. Cada uno de ellos cuesta entorno a los 1.000 mortadelos y a ninguno de los futuros diplomados les servirá para encontrar trabajo pero el diploma viste mucho, vaya si viste. Imagínense que sacan a concurso-oposición unas cuantas plazas de jardineros para Manises, pongamos por caso y ya que hablamos de la tierra de las flores, y acuden algunos miles de los más de medio millón de parados que tiene la Comunidad. Pues con lo ingeniosos y espabilados que han demostrado ser los barandas chés no sería de extrañar que esas plazas fueran adjudicadas a cualquier patrón de catamarán. Podar, lo que se dice podar, no podan, pero navegan que te cagas.

Y como en este mundo actual de lo que se trata es de navegar, todos lo intentamos. De forma que cuando alguien que encontramos por la calle nos pregunta eso de “¿qué tal?”, en lugar de contestar con el recurrente “voy tirando” lo hagamos con el más moderno y eufemístico “navego como puedo”, o algo así. Pero aquí, lo nuestro va a ser la navegación aérea, para eso los chicos de la Chacón nos van a regalar un Mirage y los de Esther un Museo. Entonces sería conveniente que los ugetos esos del sindicato convocaran cursos al efeto. De piloto y pilota, de paracaidista y paracaidisto, y de controladores y controladoras, aéreos y aéreas. Que se vea que los parados y paradas de Langreo, están preparados (as) y con sus respectivos (as) diplomas y diplomos. Así que, en adelante, cuando nos hagan la famosa pregunta podamos responder “voy volando”.

Volvemos a repetirles, no es ninguna broma. Para bromas ya tenemos bastantes con las barbaridades y los disparatados inventos de los que mandan y también de los que quieren mandar, ¿por qué no? Lo que pasa es que, además de no servir para nada, estas grandezas cuestan un pastón que bien podía emplearse en cosas más productivas, que creen empleo -que buena falta nos hace- y que, cuanto menos despierten la esperanza y la ilusión de los ciudadanos que las han perdido hace tiempo. Como lo hemos hecho en otras ocasiones, a políticos y sindicalistas les pediríamos criterio y seriedad para manejar los fondos públicos. Que no están los tiempos para dispendios. Por favor.

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viernes, 4 de febrero de 2011

CAPÍTULO IX: DIVORCIO


Tenía en su casa una mujer bandera, de esas que quitan el hipo. Y el sentío. La enseñaba en actos sociales y presumía de ser el dueño de aquella belleza pero, fuera de ellos, no hacía lo suficiente por cultivar su amor, por agradarla. De todas formas ella le quería a su manera. Ya estaba acostumbrada a ser utilizada, a no ser para él más que una mujer objeto. No en vano había pasado por lo mismo en sus anteriores matrimonios. Un día le vio en televisión, formaba parte de un grupo de hombres y mujeres, casi todos casados como él, que vitoreaban a una mujer recién divorciada, con toda una vida dedicada a su hogar. Ella lo había echado a andar, lo hizo prosperar y, después de mucho tiempo, decidió abandonarlo por un simple desdén. Quería crear un nuevo hogar y estaban locos por compartirlo con ella. Pensaban que allí estarían mejor, ella les daría más relevancia cuando antes no la tenían. Pero para hacerlo tenían, a su vez, que divorciarse. Algunos lo hicieron y abandonaron su casa cuando vieron la respuesta de otros que estaban en su mismo caso. Sin embargo unos pocos, entre los que se encontraba nuestro protagonista, decidieron quedarse a los dos palos en espera de obtener alguna rentabilidad cuando decidiesen elegir con cuál quedarse. Y ella lo sabía, cuanto menos lo sospechaba. Hasta que días después volvió a verlo en idénticas circunstancias, en esta ocasión en una fotografía del periódico. Estaba en primera línea jaleando a aquella tremenda mujer. Fue entonces cuando se le encendió la luz.

Pero no podía hacer nada por evitarlo. Pese a que el tema estaba ya en la calle y a que todos los vecinos hablaban de ello, su marido persistía en su actitud, arrastrando a algunos -quizás a todos- de sus hijos y no acababa de poner las cartas boca arriba y decirle que la abandonaba por otra. ¡Qué ingratitud!, y ¡qué descaro! Se tuvo que conformar con permanecer a la espera de que el hombre se dignase a comunicarle su decisión. Me quedo o me voy. Y eso es todo.

Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia, y muchos de ustedes lo sabrán. Porque, como en el caso de nuestra cornuda y ficticia protagonista, habrán visto en la prensa del pasado domingo a un dirigente popular langreano en las primeras filas del acto que el día anterior había tenido lugar en un hotel de Pola de Siero aplaudiendo la arenga del exvicepresidente y exministro del gobierno de Aznar. El mismo domingo se vio en el acto de Luarca a otro dirigente presenciando la firma de afiliación al Foro del que será el candidato a la presidencia. Se sabía que en Langreo eran partidarios de Cascos, pero nos hemos preguntado -como lo hemos hecho la pasada semana (“¿Quién va en las listas?”)- si los miembros del Pepé de Langreo serían leales a su partido y si tardarían mucho en comunicárselo y divorciarse de él. Y ayer mismo lo han hecho. Dirigentes y concejales se van con sus lealtades y su música a otra parte. Con Paco Cascos, como era de preveer. Y, próximas las elecciones, dejan a la que siempre fue su casa descabezada y sin grupo municipal porque, aunque se queden con la peregrina disculpa de que los langreanos no quisieron dar mayoría absoluta a los socialistas, se olvidan de que esos mismos ciudadanos quisieron dar su voto a los populares, y ellos ya no lo son por decisión propia. Si queda algún militante debería de ocupar esas concejalías. Son del partido. Al menos eso pensamos. ¿Y ustedes?

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martes, 1 de febrero de 2011

MÁS MUSEOS


Lo contábamos aquí hace un año. El Ejército del Aire había cedido al Círculo Aeronáuntico Jesús Fernández Duro un Mirage F-1 que, por aquel entonces, se preveía situar en una glorieta del nuevo boulevar sobre el soterramiento del FEVE. Pues no, parece que lo van a ubicar en el exterior del Museo de la Aviación, presentado el pasado sábado, que se denominará “Memorial de Gestas Aeronáunticas” y que se construirá en los terrenos adyacentes a la antigua nave de Metalsa que Arcelor Mital tiene en Valnalón. Millón y medio de mortadelos va a costar el novedoso invento. Toma castaña.

Ya decía Duke que estos del equipo de gobierno que nos gobiernan se estrujan las meninges en esto del I + D + i. Es decir, primero investigan y luego desarrollan para terminar innovando. Son unos fenómenos. Porque no me digan ustedes, con la tradición aeronáutica que tenemos en España y Asturias en general, y en Langreo en particular, en tiempos de crisis agresiva esto es lo que estábamos necesitando. Algo novedoso y, a la par, con una rentabilidad incuestionable que, además, terminará por dar empleo al sinfín de ingenieros aeronáuticos que tenemos en la cuenca y satisfará las necesidades culturales y económicas de sus habitantes que, desde tiempos inmemoriales, son aficionados a esto de volar, como lo son al golf y al arte. Y si primero se hizo una Pinacoteca y luego dos campos de minigolf, en esta ocasión no está de más que disfrutemos también con las ciencias del aire. A lo grande. Ya está bien de ser aficionados a la colombofilia y a la canaricultura. Que se vea. Que se enteren en toda España y en el mundo entero de que aquí hay gente entendida y dispuesta a volar.

Los que aún quedan aquí, porque muchos ya han volado fuera, a otras regiones y a otros países. Creemos no equivocarnos si afirmamos con rotundidad que a los langreanos les importan un carajo el golf, los libros en tres dimensiones y la ciencia aeronáutica, y también si concluimos en que su verdadera preocupación, la de hoy, es el futuro de Duro Felguera, de Alas Aluminum y de tantas empresas que, aunque sobreviven más mal que bien, corren el peligro de volar por los aires. Y a nosotros nos preocupa especialmente la casta de los políticos que tenemos que se dedican a estos inventos y a maladministrar los exiguos presupuestos de que disponen nuestros concejos. Eso es lo que nos preocupa de verdad. Eso, y la amenaza que se cierne sobre los ciudadanos de que en la próxima legislatura, ya cercana, tengamos más de lo mismo. Sean quienes sean los que vayan a gobernar, igual nos da.

Si quieren les damos ideas para que incluyan nuevos proyectos en su programa electoral. Estadios de fútbol americano, rampas de saltos de esquí, buceo y regatas en el Nalón y, lo que no podía faltar, un nuevo museo. El Contemporáneo de la castaña pilonga.

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