jueves, 29 de septiembre de 2016

POR PASIVA



El caso Barberá



A estas horas estoy seguro que quien acabe por dar las primeras declaraciones de la desaparecida matriarca valenciana será premio de periodismo nacional. La paloma voló, como el AVE en que iba hacia Madrid a una sesión del Senado. Y le dijeron desde Génova: “date la vuelta, Rita”, y Rita se volvió a Valencia con el pretexto del olvido de los donuts, para dos días después abandonar su carnet número tres del partido cuando en realidad lo que debería de haber hecho era dejar todos sus cargos orgánicos, incluido  el que tiene en el Senado. De forma que, poniéndolo por pasiva, se aferra al escaño -que, dicho sea de paso, sí es suyo y no del partido-, pero sigue sin ir por allí y sin ocuparlo hasta el punto de que desde otros foros ya piden que se le prive de sus emolumentos casi duplicados en virtud de su sitial en el grupo mixto. Rita no está, ni se la espera, que diría el recordado Conde de Latores.
Lo cierto es que la cuestión se vuelve cruda para la ex alcaldesa ché, decana de los alcaldes que en España han sido. Los socialistas piden al Supremo ejercer la acusación particular y el resto de los partidos, el popular entre ellos, piden a gritos que abandone su escaño y que deje de estar aforada (que parece que es lo que a ella le importa) para que el asunto pase a ser competencia de los tribunales valencianos. Pero élla no quería, oiga. De manera que presentimos que acabará teniendo tanta presión por todos lados que no le quedará otro remedio que dimitir más pronto que tarde o, alternativamente, seguir escondida y no atender a sus obligaciones en la Alta Cámara, cuando a no tardar le toca ser portavoz de su grupo y, en consecuencia, zurrarle la badana a Mariano, su amigo del alma, que estará pensando en lo que estarán metidos sus otros amigos íntimos, porque es que no acierta con uno. Primero Bárcenas, luego Barberá… Y lo que venga.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

TRIPLE



La Vice de Castilla-León



La pobre había dormido dos o tres horas nada más, sólo había tomado dos cañas y aún no había comido nada. Además estaba tomando relajantes musculares. Ya saben, eso de las benzodiacepinas y tal, que potencian los efectos del morapio, como el Transilium  y eses pastillines que se tomen pa el estrés y déjente medio apijotáu. Y claro, en esas condiciones, píllate la menetérica, mándente soplar (más tovía) y casi revientes el parato: el triple na menos. Si fueras una muyer de infantería no pasaba na. Una multa, unos puntos que te quiten y, a lo mejor, cinco o diez años sin carné y no s’entera nadie. Una bagatela. Pero, ¡ay amiga!, yes Vicepresidenta d’un gobiernu autonómicu y sales en el periódicu como si fueras una corrupta cualquiera. Después llega Mariano o Herrera, o los dos, y oblíguente a dimitir ipsofato, y a comparecer ante los medios que se chivaron a la opinión pública  pa deciyos eso de que el triplique sólo era una confluencia de la falta de sueñu, comida y los dos cortos con la patillina. La verdá ye que no creo yo que esos sean motivos suficientes para dejar el sillón porque hay otros, y otres, que “corren y trinquen” mucho más y no hay cristo que los baje de la moto. Ni un batallón de tricornios.
Pero, con la que está cayendo, era conveniente sentar un precedente ejemplificador para navegantes. Y así lo explicó Rosa Valdeón ante los medios. Lo que aún queda por saber es si en un futuro no muy lejano nos encontraremos a la Exvicepresidenta vicepresidiendo el Chase Manhattan Bank o la Caja de Tordesillas, con la excusa de que ella había estudiado un curso de contabilidad avanzada por correspondencia, dado que estamos muy acostumbrados a ver que, cuando éstos lo dejan, no quedan desamparados del todo. Como el caso de Soria que no va a terminar con lo del Banco Mundial sino que, como poco, próximamente le veremos de guía turístico en las Cañadas del Teide.

martes, 13 de septiembre de 2016

CIENCIA Y HUMOR



A Tino el médico



Se nos ha ido el penúltimo samurái de Lada. Celestino Álvarez, médico, hombre cordial, amigo de todos y lleno de ironía y sapiencia humanística. Todo en él destilaba un tranquillo humorístico aunque en su interior estuviera echando pestes, sapos y culebras. El miembro más ilustre de la más afamada tertulia de Lada en la que, entre otros, estaba Canor, ya fallecido, y Tino “Cordeles”, que acabará por enterrar a Lada entera. Todos ellos cortados por el mismo patrón, con esa “maliciosa” socarronería propia de quienes han vivido intensamente y han exprimido la vida hasta dejarla sin una sola gota, de quienes han pasado por todo, y por mucho más. Hombres que me recuerdan a mi querido y llorado amigo, Dimas Quirós que en sus tiempos jóvenes tomó parte en muchas de las aventuras y anécdotas del grupo.
De sus visitas a la villa de los gatos merecen contarse muchos sucedidos. Sin embargo hay un episodio que yo siempre conocí y él mismo me ratificó no hace muchos años. Eran los tiempos de la oprobiosa, cuando los médicos trabajaban a domicilio porque, en muchos casos, carecían de dispensario para recibir a los pacientes. Y uno de ellos, a fin de eludir el pago del correspondiente estipendio y de la propia visita, se hacía el encontradizo con nuestro galeno en los chigres que frecuentaba con sus amigos. “Tino, me duele aquí”, decía siempre, “Dame algo p’al dolor”. Y le invitaba a una pinta. Un día el sabio doctor, cansado de tanta reiteración en esos lugares, pidió al pertinaz enfermo algo nada inusual en una consulta médica: “Bájate los pantalones”, le ordenó. Y el hombre, descolocado, preguntó: “¿aquí?”. “Pues claro, ¿dónde si no?, en el mismo sitio donde me consultas”. En ese momento se acabaron los males del ciudadano de quien, en su día, Tino me dio su filiación entre risas y chascarrillos. Tino era así, y hoy estará auscultando a San Pedro mientras toman vermú junto a Dimas y Canor. Descansa en paz, amigo.

jueves, 8 de septiembre de 2016

YO NO IRÉ



Elecciones navideñas



Celebrada la primera votación de la sesión de investidura y tras un debate largo y tedioso, en el que hemos oído lo de siempre, han quedado cerradas todas las puertas para que en una segunda votación (si es que aún no se ha celebrado) pueda salir adelante la candidatura de Rajoy. Y de ello hemos sacado alguna conclusión. La primera es que “No, no y no” debieron de ser las primeras palabras pronunciadas por Pedro Sánchez cuando vino al mundo, y la segunda es que Albert Rivera parece ser la salsa de todos los platos. En definitiva que ha sucedido lo que se preveía y parece que a nadie le importa que vayamos a unas terceras. De ahí se quedará a la espera de resultados de las próximas elecciones en el País Vasco por si allí los apoyos de los populares pueden verse compensados con el propio de los del PNV en Madrid. Que todo es posible. Pero que sigue siendo insuficiente a no ser que se cuente con el sí de un diputado más para obtener los 176 necesarios. Encaje de bolillos tendrán que hacer forzosamente para evitar lo que, según dicen todos, nadie quiere que es la repetición de comicios en Navidad.
Pues sepan ustedes que si hay nuevas elecciones nosotros no pensamos ir ni atados.  La primera razón para ello es que ya hemos votado en dos ocasiones y, comprobado lo que han hecho con nuestro voto, no vamos a hacerlo una tercera, ni una cuarta, ni las que ellos quieran. Si no tienen voluntad de pactar lo mejor es que se retiren y vengan otros a hacerlo. Y la segunda razón es que en el día de Navidad pensamos quedarnos en casa con la familia y olvidarnos de todo lo que atufe a sondeos y previsiones. De manera que creemos, como una infinidad de ciudadanos que piensan igual, que podría darse una abstención histórica. Y lo saben. Es por ello que no les va a quedar otra que arreglarse de una puñetera vez y terminar con este atasco que acabará por reventar la tubería. Si no lo ha hecho ya.