La Vice de Castilla-León
La pobre había dormido dos o tres horas nada más, sólo había
tomado dos cañas y aún no había comido nada. Además estaba tomando relajantes
musculares. Ya saben, eso de las benzodiacepinas y tal, que potencian los
efectos del morapio, como el Transilium
y eses pastillines que se tomen pa el estrés y déjente medio apijotáu. Y
claro, en esas condiciones, píllate la menetérica, mándente soplar (más tovía)
y casi revientes el parato: el triple na menos. Si fueras una muyer de
infantería no pasaba na. Una multa, unos puntos que te quiten y, a lo mejor,
cinco o diez años sin carné y no s’entera nadie. Una bagatela. Pero, ¡ay
amiga!, yes Vicepresidenta d’un gobiernu autonómicu y sales en el periódicu
como si fueras una corrupta cualquiera. Después llega Mariano o Herrera, o los
dos, y oblíguente a dimitir ipsofato, y a comparecer ante los medios que se
chivaron a la opinión pública pa deciyos
eso de que el triplique sólo era una confluencia de la falta de sueñu, comida y
los dos cortos con la patillina. La verdá ye que no creo yo que esos sean
motivos suficientes para dejar el sillón porque hay otros, y otres, que “corren
y trinquen” mucho más y no hay cristo que los baje de la moto. Ni un batallón
de tricornios.
Pero, con la que está cayendo, era conveniente sentar un
precedente ejemplificador para navegantes. Y así lo explicó Rosa Valdeón ante
los medios. Lo que aún queda por saber es si en un futuro no muy lejano nos
encontraremos a la Exvicepresidenta vicepresidiendo el Chase Manhattan Bank o
la Caja de Tordesillas, con la excusa de que ella había estudiado un curso de
contabilidad avanzada por correspondencia, dado que estamos muy acostumbrados a
ver que, cuando éstos lo dejan, no quedan desamparados del todo. Como el caso
de Soria que no va a terminar con lo del Banco Mundial sino que, como poco,
próximamente le veremos de guía turístico en las Cañadas del Teide.
No hay comentarios:
Publicar un comentario