lunes, 30 de enero de 2012

HASTA LA COCINA

Las interrelaciones entre el fútbol y la política
Ye lo que tién esto del fútbol, que siempre ta mezcláo con la política y otres histories. Pero sobre to con la cosa pública, aunque aquí seamos una monarquía, que no ye lo mismo que ser monárquicos, que quede claro. Y ye también lo que tienen los domingos, que después de que los dos grandes hayan jugáo de sábado, y al márgen del sabadete -pa los seguidores del uno o del otru-, el vermú del día del señor se convierte en un vivo debate sobre los partidos y, desde luego, sobre lo que queda de liga. Pero es que, además, supone un verdadero tocamiento de gónadas de quienes siguen al ganador a los que -presuntamente- siguen al empatador. En esto las cosas no han cambiado con el paso de los años.

Yo, que como saben, soy culé declaráu, y un amigu míu que no ye ná -bueno ye artista, pero eso no tien na que ver con el deporte-, tábemos tomando un culete ayer mismo y salimos fuera a echar un pitu, por aquello del relaje, y en esto acércase otru amigu que ye merengue, también declaráu, tanto que tien línea directa con Florentino Pérez, el muy jodíu. Digo-i a Cesar, “después de los resultáos de ayer, verás el chorreo…”. Mira que yo no me suelo equivocar (ejem…), pero esta vez sí, equivoqueme: “Lo siento”, me dijo…, “to les veces no se pue ganar”. Y entró en e bar. Quedé de paté de cabracho. Y estaba diciendo-i a Cesar (el que no ye de nadie) que esi chaval era todo un caballero, cuando el susodicho da la vuelta y dizme que como ahora manda Mariano la liga va a ser p’al Madrid. “Antes mandaba ZP que era del Barça y ganabeis vosotros. Barcelona izquierda y Madrid derecha, ye to cosa de la coyuntura política”. Es éstas estábamos cuando alguien, que nos estaba escuchando sin que ninguno de los tres nos hubiéramos percatado, tercia en el debate y entra como un elefante en una cacharrería. De los tres que estábamos en la relajada conversación, el fulano solo conocía al blanco. Y al se dirigió, dejándonos al neutro y al culé como falsos testigos de una lección magistral de lo que es la vida sindical y política. Una lengua, rápida y atrevida, protagonista de un frío vermú invernal, y tres orejas acojonadas, y frías también, que sorprendidas oían -sin dar pábulo a las ondas- algo insospechado que no les resultaba extraño, porque lo presencian cada dos por tres, pero que nada tenía que ver con lo que allí guisábamos tres viejos conocidos. Y tal y como llegó, insospechadamente, se marchó, y nos dejó a los tres mudos, mirándonos unos a otro y otro a unos, como diciendo “¿y este satélite de dónde viene?”, pero sin decirlo. Y mi amigo neutro rompe el misterio y el hielo de la sorpresiva visita, y dice: “Claro, le dejasteis la puerta abierta, y entró hasta la cocina”.

En realidad, después de examinar repetidamente la escena, no se qué es lo que dijo aquel tío, ni lo que quiso decir. Me da la impresión de que su intención fue quedarse con la tropa, con nosotros tres y con un par de fulanos que le acompañaban. Seguro que además de politicusindicaleru era nacionalista y del Athlétic. O del Osasuna. Y nosotros hablando de fútbol. ¡Hay que jodese!

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sábado, 28 de enero de 2012

INVENTOS

Salones de Belleza
Dicen que el ajedrez lo inventaron los chinos hace miles de años, cuando nosotros no teníamos ni el parchís. Los chinos tienen una cultura milenaria y, como antiguamente no emigraban ni tenían barrios y tiendas por todo el mundo, se dedicaban a idear cosas, como la pólvora o el arroz. Ahora que ya tienen medio mundo colonizado, y están trabajando en colonizar el otro medio, se dedican a copiar lo que otros hacen. Allá ellos. Sin embargo, para esto de la belleza y el aseo personal, los franceses siempre fueron los mejores. Fíjate si lo son que inventaron el bidé, esi parato sanitariu pa limpiar los bajos que tol mundo tién en casa y que muchos tienen de adornu, que deben pensar que ye pa poner les fabes a remojo. Les fabes pónense a remojo en una pota, que lo sepáis. O, si me apures, en una sopera o en una fuente y no precisamente en la del Güevu. Los franceses son muy delicáos pa eses coses, no olvidemos que inventaron también los perfumes y les colonies pa goler bien, pero eso sí, después de usar el bidé. Los galos hicieron Lulú (c’est moi) pa elles y Jacques pa ellos, esi al que buscaba una moza en moto, que no sé tovía por qué bajaba la cremallera de la chupa y enseñaba el poder de sus razones. Claro, debía ser pa que Santi apareciese rápidamente. Con eses razones y to debió tardar en encontralu porque estuvo unos cuantos años con la misma historia.

Pero el mejor invento de los nuestros vecinos fue la depilación, que como su propiu nombre indica consiste en “quitar los pelos” que sobren. O arrancalos. Depilase ye lo que más se lleva ahora. La prueba ye que vas caminando por cualquier calle y ves por to los laos salones de belleza. En los bajos y en los pisos, a diestro y siniestro, unisex y bisex, pa ellos y elles y pa la madre que los parió. Ta petáo de Salons de Coiffure, que-i llamen los franceses que son los que tienen la patente d’esto. Y ye que antes eso de depilase era solo cosa de les muyeres, porque quedaba feo que una dama tuviese pelos en el alerón o, como decía Gila, te diese un besu y te cepillase el traje porque tenía un bigote como el míu. Taba mal visto. Pero ahora, además de elles, son ellos los que van a estos salones y depílense enteros, oye. Hasta la planta los pies. ¡Qué cosa! Antes a les mandakaris gustábenyos los paisanos de pelo’n pechu, los ositos, pero ahora no. Ahora, si quiés ligar, tienes que pasar primero por la coiffure esa y salir de ella con la piel suave, como’l culín d’un recién nacíu, y volver cada semana porque, si no, pinches y ya no te quién na. Les moces de hoy son muy exigentes, bobu. Pero mira tú por donde, haylos que se depilen hasta el cráneo. Véseyos hasta la idea más recóndita. Y sin embargo, algunos d’esos anden con media barba, como dejáos por la Filomatic. Yo no lo entiendo, la verdá. Tanta depilación y tantu cuentu y resulta que parez que no tienen perres pa cuchilles. Gastaríenles en la coiffure.

El reconocimientu de estos limpios, olorosos y depilados valores se lo dio S.M. el Rey al Presi Sarcozy, imponiéndo-i el carneru de oro, el Toisón, pa ser educáu. Pero iba sin esquilar. ¿Llevaría esa imposición un mensaje subliminal?: “Seguiréis jodiéndonos, pero no arranquéis más los pelos”. Una cosa ye…, lo que ye. La otra ye distinta. 

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jueves, 26 de enero de 2012

Y VAN DOS

Los defectos del Puente de la Maquinilla
Se cerró al paso durante una temporada, no recuerdo si dos o tres meses, mientras se preparaban las obras para su reparación, refuerzo y restauración. Los técnicos municipales temían que por su estado y vetustez podría haber sido susceptible de no soportar el paso continuo de peatones de forma que pudiera provocarse un accidente de consecuencias siempre imprevisibles y, desde luego, desagradables. Y estuvo cerrado en campaña de elecciones municipales. Decisión arriesgada y comprometida para el por entonces equipo de gobierno langreano. Ya habrán adivinado que nos referimos al “Puente de la Maquinilla” que cruza el Nalón a la altura del Polideportivo de La Montera. Pues bien, terminadas las obras de la primera fase -porque, como saben, aún resta finalizarlas en una segunda- el puente se abrió a la circulación peatonal allá a principios de otoño del año pasado, y no habían transcurrido veinte días desde su apertura cuando un caballo destrozó una gran parte los listones que conforman su solera. De ello dimos la oportuna cuenta en nuestra columna de 8 de octubre, “Fragilidad”, y en ella decíamos que “…el caso es que nuestro puente de playmóvil no pasa la primera prueba a que se le somete. Sin embargo creemos que no se trata de soportar el peso de una reata y sus jinetes, sino que el problema podría estar en que el material empleado fuese muy sensible a los golpes e impactos bruscos. Lo que en toda tierra de garbanzos se conoce como fragilidad”, y añadíamos “Pero mucho me temo que no tardando mucho tiempo volveremos a ver el suelo del puente tronchado…”. Y desgraciadamente nuestro temor se vio confirmado por un hecho acaecido la pasada semana. Una señora pisó uno de los listones traveseros del suelo que cedió, o rompió, hundiendo la pierna en el agujero que le provocó lesiones leves, según mis noticias.

Y sigo en mis trece. Dado que el material elegido no es apto para la función que tiene que cumplir, porque no tiene las propiedades adecuadas para ello, ¿por qué no se sustituye inmediatamente?, por madera o por tablones de turrón de Alicante, por lo que sea. Si es necesario que se vuelva a cerrar al tránsito. Lo que no puede ser es que, tras dos episodios, esas tablas de plástico sigan donde están, suscitando en los peatones el miedo a pasar al otro lado. Más si tenemos en cuenta el abundante tráfico que soporta al estar en entorno poblacional, escolar y deportivo. Si los técnicos se equivocaron, o fueron engañados al optar por este material, que rectifiquen. El mal ya está causado y es necesario que no haya un tercer episodio, que nadie vuelva a “meter la pata”, para lo que es necesario que primero la saquen en el consistorio. De paso bien podían reconsiderar los colores que van a utilizar para pintarlo, cuando lo hagan. Que así parecerá un puente de juguete, como lo está siendo hasta ahora. También se necesita saber cuándo se acometerá la segunda fase de las obras para finalizarlo. Y una explicación. Los usuarios la reclaman.

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lunes, 23 de enero de 2012

SENSACIÓN TÉRMICA

La realidad y las apariencias
Tengo una pestaña en el ordenata que me indica en todo momento el tiempo que hace hoy en Langreo, y el que va a hacer los próximos días. La verdá ye que no me fío mucho de esos pronósticos, porque además aquí somos muy torcíos pa esto. Ye la mandakari la que más lu consulta por aquello de si pon la lavadora, si tiende la colada pa que seque y así planchala en el día, o pa si Duke la saca a pasear. Aunque ya saben ustedes que Duke sólo pasea al marqués. A lo que vamos, la pestaña esta dizme si va a llover o hacer sol, la humedá, la velocidá del viento y la temperatura. De un simple vistazu entéreste de to sin tener que aguantar a los pesáos esos de la tele que hablen de anticiclones, borrasques y la madre que lo parió. Pero, además, el mi parato tien una cosa que no tienen los hombres y les muyeres del tiempu. Tien un apartáo que ta en una esquina -por eso se llama así, porque ta apartáo- que pon “sensación térmica”. Y eso ye el no va más, el último adelantu de la ciencia meteorológica, la repanocha de los pronósticos. Por ejemplo, ahora que-i doy a la tecla marca una temperatura de 11º, y el apartáo esi dizme que la sensación térmica ye de 11º. Normal hasta ahí. Pero ye que ayer a estes mismes hores marcaba una temperatura de 3º y la ST era de 7º. ¡Hay que jodese! Digo yo que eso será porque el mi ordenador, que ye muy listu (como toos los PC,s.), veme salir de casa muy abrigáu, con chaquetón, bufanda, guantes y sombreru, y piensa que no voy a pasar frío. Haz un cálculo matemáticu rápidu y diz esti va a tener una sensación de 7º. Y acierta el cabrón. Pasa lo mismo al contrario, miro el termómetro marca 12º, salgo en chaqueta y na más asomame a la calle llégame un cutu que escarabaya la pelleya. Olvideme de mirar la ST, así que subo, mírola y, claro, marca 4º. Por eso ye conveniente no salir de casa sin consultar la ST, no sea que haga un frío que se caga la perra y pilles un trancazu de la virgen.

Y ye que les coses nunca son como aparenten ser. Dicen les males lengües que el baranda de UGT tien un Rolex y cuatro relojes más que cuesten 25.000 mortadelos, que ye un potentáu en eso de medir el tiempu. Pero, lo que yo vos diga, ye to mentira. Lo que pasa ye que a esos que lo anden diciendo no se yos ocurrió mirar el copirrí del reló, ni tampoco se enteraron del últimu viaje que hizo el sindicalista a China de donde trajo los cinco pilucos por 200 €. Hay que hablar con conocimientu de causa y mirái la ST a tu dios antes de decir tonteríes. A Cándido seguro que-í atrasen esos relojes, y a Toxo también. Por eso no tan sintonizáos ni sincronizáos con los de la patronal, la CEOE ésa. Porque los Rolex d’esos son de los buenos, de los que compren en Suiza cuando van a llevar les perres en bolses de basura. De manera que la semana pasá, cuando el nuevu Gobiernu, yos dio un plazu pa llegar a un acuerdu en lo de la reforma del mercáu laboral, lo que hicieron hasta que se agotó el tiempu fue discutir sobre cuál de los relojes de los que taben allí era el que tenía buena hora. El casu ye que tantu Rolex y tantu cuentu y, cuando llamaron al ujier pa que yos diera la hora buena, resulta que por un Casio de mil pesetes compráu en el Rastro taben toos pasáos de tiempu. Ahora va a ser Mariano el que reforme. Eso sí, consultando la ST, no sea que…

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sábado, 21 de enero de 2012

NO ES LO MISMO

Incorrecciones en las formas
El lenguaje hablado que el escrito. Hay veces que escribo con lenguaje hablado, pero no es lo mismo hablar que escribir. Uno habla, y cuando lo hace se deja llevar por sus ideas, bien o mal ordenadas, sin preocuparse para nada de dónde poner las comas y los puntos y aparte, de la morfología de las palabras o de incurrir en reiteradas reiteraciones. Tío. Lo importante es la trasmisión del mensaje, de la idea. La gramática es lo de menos. Nadie se da cuenta de si, cuando has dicho bacinilla, los has hecho con “v” o con “b”, con “ye” o con “elle”. Sin embargo esto no siempre es así. Hay casos de algunas personas que te hablan de tal forma que se le ven todas las faltas de ortografía. Lo hacen metiéndose por ti, gritando, de forma tan agresiva que te hace recular hasta que inevitablemente te das contra una pared. Entonces te acorralan, te escupen, te arrojan su aliento de manera que sabes lo que ha cenado la noche anterior y la marca de su dentífrico, en el caso de que lo use. Ese es el momento en que le ves todas las faltas de ortografía, las de higiene y las de educación. No se si esos tíos y tías creerán que somos sordos o sordas, como tampoco de qué enseñanzas familiares o sociales se han valido para no guardar una distancia prudencial cuando conversan. Evidentemente cuando te toca hablar a ti dan un paso atrás, se separan un pelín, pero luego contraatacan acercándose aún más, si aún cabe hacerlo, y reivindicando su poderío y sus razones. Eso es, sus razones. Porque es muy común que estos agresivos tertulianos, si se les puede llamar así, expongan lo que solo a su razón conviene. Él, sus cosas, sus hazañas y aventuras, lo guapo que es y el tipo que tiene. Son muy malos escuchantes y además tienen algo mal las entendederas pues deberían de percatarse del agobio que supone para su interlocutor sentirse avasallados y apabullados por ese asedio corporal.

Sin embargo escribir es otra cosa, al menos cuando alguien tiene que leerte porque si lo haces solo para ti con que te entiendas tú mismo tienes suficiente. Para escribir para otros y que te lean tienes que hilar muy fino. No vale acercarse tanto y decir lo primero que se te ocurra. Tienes que intentar ver las cosas desde lejos, despasionadamente, de la forma más objetiva que te sea posible. Como si tú mismo fueras uno de esos otros. Ahí no vale avasallar al lector, como no valen los defectos de puntuación o las faltas de ortografía. Una palabra dicha es oída y luego se va, aunque pueda permanecer en la memoria. Sin embargo la palabra escrita tiene vocación de permanencia, espíritu de eternidad. Por eso, esto de las nuevas tecnologías, los correos electrónicos, las redes sociales, los chat, la posibilidad de dejar un comentario a cualquier noticia de prensa, los sms, hacen que todo bicho y bicha vivientes se conviertan en asiduos literatos de las ondas, en preclaros críticos de todo lo imaginable, en expertos en artes plásticas y marciales, en avezados políticos, en poetas y juglares. Y muchos aún no saben de la existencia de las comas, de los puntos y aparte, y tampoco saben que no es lo mismo hablar y escribir que escuchar y leer. En cualquier caso las cosas se perciben mejor con prudencia, y a una cierta distancia.


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martes, 17 de enero de 2012

UN PASO AL FRENTE

Nos hemos acostumbrado a la corrupción
 Hasta aquí hemos llegado, y precisamente este momento de apreturas y calamidades económicas podría ser apropiado para que alguien diese un paso al frente y se comenzara a poner coto a tanto latrocinio y tanta corrupción. Desde los tiempos de Luis Roldán, primer civil que fue director general de la Benemérita, hasta los tiempos actuales de Camps, Matas y el Duque de Palma, han pasado casi dos décadas marcadas en este país por la obtención del dinero fácil y a espuertas. Cerca de veinte años que se caracterizaron por el ataque flagrante de personajes con responsabilidades públicas a las arcas de las instituciones. Por eso se han distinguido Mariano Rubio, Mario Conde, Javier de la Rosa, Rafael Vera y los ya mencionados, con cargos de responsabilidad en la Banca pública y privada y en las altas esferas de la seguridad del Estado, o Jesús Gil, Julián Muñoz y tantos otros que han detentado cargos menos relevantes, pero no por ello de menos responsabilidad, pero todos con un denominador común, haberse valido de su posición y de sus cargos para enriquecerse y enriquecer a sus amiguetes por si, en algún caso, los hubiera que ya tenían poco.

Del mismo modo que esos nombres nos resultan familiares, también nos resultan desgraciadamente conocidos y estamos familiarizados con términos jurídicos como “malversación”, “cohecho”, “prevaricación”, “fraude fiscal”, “evasión de divisas”, “estafa”… ¿Qué ciudadano de a pie sabía hace veinte o veinticinco años lo que era prevaricar, malversar o cometer cohecho? Ahora, en estos duros tiempos, lo sabe hasta el menos estudiado porque nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad corrupta que nos ha metido en la sesera eso de la “Presunción de inocencia” y ya hasta nos parece normal y cotidiano que un alcalde meta la mano en las arcas municipales, que un consejero autonómico se deje comprar o que quien está emparentado con la más alta institución del Estado haga de su privilegiado status un modo de llevarse la viruta de tirios y troyanos, por poner solo algún ejemplo. Nos hemos acostumbrado por desgracia. O nos han hecho acostumbrarnos después de tantísimos casos tratados con tibieza y dilatados en el tiempo por la poca o nula operatividad de una justicia lenta que posibilita la eternización de ciertos asuntos de enjundia en los tribunales de justicia y, en consecuencia, su olvido por la ciudadanía.

Si al Duque de Palma se le obligó hace unos años a fijar su residencia en EE.UU. a la vista de los turbios manejos de la fundación que presidía, ¿qué impide que, ahora que se están testando todas sus irregularidades y ya está imputado, se le compela de igual modo a que regrese y se ponga ya a disposición de la justicia? ¿Por qué han de mediar más de dos meses para que comparezca y preste declaración? ¿Tiene algo que ver la Infanta en todo este tramado? Suponemos que las cabezas pensantes de Zarzuela se estarán tirando de los pelos para encontrar la salida menos onerosa para la Corona a este feo asunto. Pero alguien debería de tener la valentía de dar un paso al frente y despejar alguna de estas dudas. Un ambiguo discurso navideño no es suficiente. 

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jueves, 12 de enero de 2012

MONJITAS DE LA CARIDAD

Los que gestionan la viruta
Cuando no son pitos son flautas. Si no es Moddy’s es Fitch, y si no Estándar & Poor’s o la madre que parió a todas estas agencias de calificación de riesgos. Fitch amenaza con rebajar en dos puntos el ráting español, lo que supondría una subida a lo bestia de nuestra prima de riesgo y la vuelta al peligro de tener que ser rescatados como Grecia y los otros. Hay algunos que se tienen que estar forrando con todas estas maniobras calificatorias de la solvencia de un país para afrontar su deuda, y esto no puede seguir así so pena de que nos eternicemos en la vorágine de crisis provocadas, inducidas e interesadas. ¿O alguien lo duda? Terminamos de asistir a la representación doméstica de algo similar que finaliza con la dimisión del presidente del Banco Nacional de Suiza, Philipp Hildebrand. Su esposa, informada de forma privilegiada -se supone que duermen juntos- de que va a proceder a la devaluación del franco, adquiere inmediatamente más de medio millón de dólares que en tres semanas se incrementan en el mismo porcentaje devaluado. Esto sucedió en agosto y nos hemos enterado ahora por casualidad.

Como también es casual que quien fue Consejero y Asesor para Europa de Lehman Brothers -aquellos que fueron el detonante de la crisis global allá por 2007-, Luis de Guindos, haya sido nombrado Ministro de Economía y Competitividad del gobierno Rajoy. Miedo nos da, porque estos figuras que saben más que los ratones coloráos de finanzas y de los falsos entresijos de la viruta nos pueden meter en un pozo sin fondo de no te menees. Ya están acostumbrados a ello. De manera que lo que en un principio es casual acaba convirtiéndose en causal y, como toda causa provoca un efecto, no queremos ni pensar en la que nos espera.

Cuenta Brian De Palma en Los Intocables de Elliot Ness que en el juicio a Al Capone el Juez hizo sustituir a todo el jurado por otro que enjuiciaba un asunto distinto en una sala contigua. El agente del Tesoro le había susurrado al magistrado que había algún miembro del jurado comprado por el célebre gánster, incluido el propio Juez. Se hizo el cambio y ello supuso la condena de aquel por evasión de impuestos. Y aunque esto quede muy guapo en el cine, ya que nos parece una barbaridad procesal, debería de ser llevado a la realidad cotidiana y hacer que quienes manejan los dineros públicos y los dilapidan alegremente, cuando no se los embolsan, sean también sustituidos por gentes que miren la economía de todos como la propia, que se lo piensen diez veces antes de invertir un mortadelo en cosas como los aeropuertos de Castellón o Ciudad Real, por mencionar alguna obra pública superflua e innecesaria. Y dado que, quien más quien menos, los políticos siguen estando bajo sospecha, Duke propone para ello a las hermanas de la caridad, que con nada hacen unos mazapanes y unas yemas para morirse. Esas sí que gestionan bien la economía. Son monjas financieras que nunca dan en quiebra.

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miércoles, 11 de enero de 2012

EL PITO DEL SERENO

La toma de posesión del Delegado del Gobierno
 Dícese de aquel que muestra indiferencia o falta de interés o aprecio hacia una persona, o también de quien tiene desaliento en la ejecución de una acción, por dudar de su bondad o desconfiar de su éxito. Es como la RAE define el término “displicencia”, y es también nuestra definición del saludo que el Presidente del Principado y el nuevo Delegado del Gobierno se han dado el pasado lunes en la toma de posesión de este último. Cualquiera que haya estado allí presente, lo haya visto en la tele o en las numerosas instantáneas que se han publicado del protocolario evento se habrá dado cuenta de que, aunque se miren por lo protocolario, no se pueden ni ver y que, aunque sonrían, en su mente bulle el mutuo deseo de que “se te atragante el cargo y al sillón se le revienten los muelles y te den…”. El resoplido de Fernández Rozada es significativo de la preocupación existente entre los peperos por la eventual ausencia de Cascos. Como nosotros, más de uno de ustedes estará convencido de que si éste no fuera el baranda asturiano De Lorenzo no habría sido designado por el ejecutivo de Madrid como su representante en Asturias. Es como lo del veneno y el antídoto. Cada pócima tiene su correspondencia en el elixir curativo. Cada acción lleva emparejada una reacción.

Hace pocos días, cuando en estos mentideros ya se oía el nombre de Gabino para este cargo, alguien me aseguró que el ahora exalcalde no rebajaría su prestigio para hacerse cargo del despacho de la Plaza de España, y mucho menos para torear un Mihura en ese coso político. No nos extrañaría nada que De Lorenzo haya reclamado ese cargo para sus canas. Por eso el tiempo, que da y quita razones, se ha encargado de demostrar que, aunque no vayan a darse cuero, los guantes están preparados, las artillerías desplegadas y los cuchillos listos para el despelleje. Rajoy así lo quiso, y es el que ahora manda. De manera que mucho nos tememos que la lucha por el poder, los viejos rencores y las rencillas actuales, traigan consigo un intento de asfixia a quien lo fue todo en las filas conservadoras y pegó la patada al caldero por un desdén, una disidencia o un orgullo mal entendido. Con la que está cayendo, y la que caerá, en una coyuntura de mayoría absoluta de los unos y minoritaria de los otros, cuando estos últimos se tienen que valer de los primeros para administrar miserias, y estos de los otros para que los ejecutivos autonómicos no se les desmanden, al menos el astur, no es bueno que estos púgiles suban juntos a la lona. O sí. En cualquier caso son dos gallos en un mismo gallinero, separados por una delgada línea azul. Lo sabemos aquí, lo saben en Madrid y en Pola del Tordillo.

Así que presentimos que estos dos viejos y curtidos políticos, antes amigos y antagonistas acérrimos ahora, se harán el vacío uno a otro, llenarán de guijarros el camino de su rival y, ambos, acabarán tomándose por el pito del sereno. En claro perjuicio del resto del gallinero.

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martes, 10 de enero de 2012

CAPITULACIONES

Poder de las faldas, rendición de los pantalones
Hay mujeres que afirman con rotundidad que los hombres -sus hombres- somos muy torpes, casi todas lo dicen. Que no sabemos hacer dos cosas al mismo tiempo, que no nos enteramos de nada, que no espabilamos… Seguramente no les falta parte de razón. Sin embargo afirmamos sin riego a equivocarnos que ellas nos quieren así, flotando entre nubes de algodón, en la más absoluta de las inopias, ignorantes de la realidad y alejados de sus misterios inescrutables. El contrato nupcial es claro al respecto. Cuando hablamos de capitulaciones matrimoniales no nos referimos solamente a un acuerdo para fijar el régimen económico de los futuros esposos, sino que lo hacemos para dejar clarito que desde ese mismo instante de la firma ante el notario nosotros, los varones, acabamos de capitular, de rendirnos ante el poder de la astucia femenina. Y, claro, desde ese instante el sometimiento es total y absoluto: “Sí, cariño”, “lo que tú digas, cielo”, “¿cómo no te voy a querer, mi vida”, con tal de tenerla contenta y sin un ápice de mal humor, no sea que luego te haga mal la raya de los pantalones o te queme las lentejas.

Y es que nos falta capacidad hermenéutica, esto es saber lo que ellas quieren y desean a través de la interpretación de sus actos, sus gestos y sus palabras. Pongamos por caso, cuando la mandakari dice “¿qué?”, no es porque no te haya escuchado o entendido, sino que te está dando una oportunidad para que des otra orientación a lo que acabas de decir. Por ejemplo, tú le dices, “churri, voy a tomar una de sidra”. “¿Qué?, te sugiere. “Que voy a Correos a certificar una carta”, contestas. “Vale, ven pronto que quedé con Maipuri”. No te da tiempo a tomar dos culetes y tienes que estar de vuelta, justo el tiempo de franquear la carta, pagar y largar. Otra, “Marce, me olvidé de comprar pimientos del piquillo…, tienes que ir a donde tu sabes”. Esa es una autorización expresa para que salgas a tomar un café o lo que quieras, para que te abras de casa, vamos. Que no puedes andar merodeando por el pasillo mientras ella habla por el móvil con Maritere de lo mal que lo están pasando en Zarzuela con lo del yerno golferas. De paso traes más pimientos de esos, que está la despensa llena de ellos. Después, cuando se trata de que ella te haga algo, no se cómo se las arregla pero se escabulle: “cariño, hoy cantamos en el Teatro de La Felguera”, si puedes… “Si eso, ya paso por allí”, lo que significa que no irá, que estará tomando café con Marujina la de Pepe. Por eso Duke las llama así. “Mandakaris”. Porque son máquinas de mandar, con nuestra anuencia, claro. Y nosotros, los pobres maridos, máquinas de obedecer porque hemos capitulado desde el principio.

Lo malo es cuando, en lugar de una, tienes dos o tres mandakaris en casa. Tengo un amigu que anda t’ol día a recáos, p’acá y p’allá. Y si, por casualidá, ta tomando un vino conmigo, no pasen cinco minutos y ya-i suena el móvil. “Ye la mí fía, tengo que marchar”, me diz apresuráu. Resulta que esti probe tién la fía en la menetérica, y eso ya ye muy gordo. Que pa encima te manden con autoridá. No hay na que hacer, somos unos mandilinos. ¡Y a mucha honra!

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viernes, 6 de enero de 2012

PINTAN BASTOS

Fin de la ayudas al carbón, alarma en las Cuencas
Se puede decir de otra manera, con o sin anestesia, pero no más claro ni en menos palabras. El artículo del pasado miércoles en estas páginas de su director en las Cuencas, Mario Antuña, no puede ser más estremecedor. ¿Tengo que contárselo, o lo leen? Mejor léanlo -les llevará dos minutos hacerlo y poco más reflexionarlo- y, si quieren, después ven nuestra humilde opinión sobre el tema, que no sobre los certeros planteamientos que, desde luego, compartimos. Ahí va.

Hubo un tiempo en estas tierras, quemadas desde hace más de un siglo por la explotación minero-siderúrgica, en que comenzaron a llegar dineros que paliarían los desmantelamientos progresivos de una y otra industrias. Bajo el lema “diversificación” y con ayudas europeas se crearon empresas de la nada, en muchos casos, algunas de las cuales sobreviven bien sujetas al terreno y otras han desaparecido en el tumulto y el fragor de ese conflicto mundial llamado crisis, llevándose en el proceso cientos de millones y dejando el camino sembrado de cadáveres. Poco o nada se diversificó. Patrocinadas por los sucesivos gobiernos, y también por los sindicatos de turno, se crearon organismos públicos, empresas del sector público con vocación de mecenazgo, institutos, fundaciones, bancos…, y en un laberinto de siglas, intereses de partido, reparto de prebendas y alegres veleidades económicas, el dinero circuló de un lado a otro y de unos bolsillos a otros sin control alguno, enriqueciendo a muchos y dando lugar a corrupciones políticas y empresariales, algunas ya descubiertas y otras que permanecerán ocultas en las negras conciencias de sus protagonistas por los siglos de los siglos. Este fue el faraónico panorama de una región, la nuestra, durante las dos últimas décadas del pasado siglo y la mitad de la primera del presente. Dinero a espuertas y “dale a tu cuerpo alegría Macarena”.

Pero el pastel hace ya años que se ha agotado. No hay más, ahora pintan bastos. Como bien dice Mario Antuña “Si los populares dan un paso adelante sobre la estela ya dibujada por la anterior Administración central socialista, habrá dinero para acabar las obras en marcha…”¿?, y aunque afirme que todo apunta a que “más o menos” esto será así, ¿qué es lo que sucederá si no lo es? Y aunque lo sea. Por lo pronto, además de obras grandiosas paralizadas por falta de mortadelos, a los partidos en la oposición y también a las fuerzas sociales les ha faltado tiempo para reunirse y anunciar tormentas y vientos huracanados, por si fueran pocos los que ya tenemos. En cualquiera de los dos casos todo hace prever un futuro nada halagüeño para estas cuencas. También para Asturias y el país entero. Duke vislumbra en su pequeña bola de cristal una nebulosa plagada de escombros, de obras inacabadas, de conflictos sociales, de vuelta al enfrentamiento…, de caos. Pero hoy Duke se ha levantado pesimista, no le hagan mucho caso. Sin embargo, algo tendremos que hacer… Hoy es día de Reyes y de ilusión, ya lo pensaremos mañana.

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miércoles, 4 de enero de 2012

HACE 2012 AÑOS, TODAVÍA

A estes altures, cuando uno ya está pasáu de años, de canes, de kilos y hasta de rosca, cuando el tiempu corre cada vez más hasta el puntu de que toy pensando que los recortes ya lleguen hasta quitái minutos a les hores, hores a los días, o días a los meses, y vete tú a saber… -aunque no nos lo haya dicho el últimu consejo de Ministros y el anterior, y el anterior al anterior-, resulta que 2012 años no son ná. Pero ná de ná. Y dízmelo Duke, el mi amigu de siempre:

“Mira, yo tengo un antepasáu que estuvo allí, entre les vaques y les mules, les oveyes y los pastores, en los tiempos del Rey Herodes y de aquel delegáu del Gobierno que no paraba de lavase les manos -como los de ahora-, y esi antepasáu míu contoilo a los sos fíos, y éstos a los d’ellos, y así sucesivamente hasta mí, el tu amigu. Llévolo en los genes, en el pedigrí esi. Y ten por seguro que les coses eren igual que son ahora, aunque un poco más chungues, la verdá sea dicha. Entonces no había Internet, ni GPS,s., ni siquiera mapas de carreteres, porque la verdá ye que no había ni carreteres. Pero, ante eses ausencias y carestías, funcionaba la imaginación y la tradición que se pasaben de unos a otros desde tiempos inmemoriales -desde un tal Adán, me dijeron, que tuvo un perrín como yo que debió ser el primeru-, y a falta de esos adelantos, los tus ancestros y los míos, guiábense por les estrelles del firmamentu. Eses estrelles alumbraben más que ahora porque no había contaminación, ni cambiu climáticu, ni protocolo de Kyoto, ni la madre que los parió. Y cuando nació aquel guaje tol mundo se enteró -de hecho, ya taba enteráu muchu tiempu atrás- sin tener que hacelo por les revistes, o la tele, o LA NUEVA ESPAÑA, porque tampoco les habíen, taben trabayando en ello. Enteráronse por los profetas, ¿por quién coño se iben a enterar? Lo que pasa ye que unos creíenlo y otros no, igual que ZP con lo de la puta crisis -¿ves cómo ye to igual?-. Y luego, unos reyes que eren muy listos y no taben esquiando en Baqueira ni de crucero por el Caribe, dijeron pa ellos mismos “esti neñu tien que ser la de dios (igual que Messi dentro de 2012 años)”, y preparáronse p’al eventu y montaron en camellos, que allí era el vehículo al uso (igual que ahora), y siguieron una estrella de cinco puntes que yos alumbraba el camín, porque entonces tampoco había faroles. Y aquella estrella posóse encima de un portal en Belén pa indicayos a los monarcas que allí era donde taba el recién nacíu, donde los peces bebíen en el río y, en fin, donde había que hacer el botellón pa celebralo. Y los mis megatataragüelos taben allí y vieron que los Magos aquellos lleváron-í tres coses al guaje aquel. Cada uno, una. No como ahora que los neños tan refarfíaos, con siete o treinta y dos regalos. Y desde aquel, vuelven to los años pa celebrar lo bien que los pasaron faí más de dos milenios. Y yo siempre tuve a algún familiar que lo vió, que estuvo allí. Así ye que parez que no pasó el tiempu”.


Y bien pensáo, Duke tién razón. Por estes feches siempre nacen neños, y neñes, y lleguen reyes, duques, condes y marqueses que yos traen muches coses. Pero ahora, los que antes queríen cortái el pescuezu al guaje, súmense a la fiesta, no dan ni golpe y avisen: “Esos regalos son pa dos días, el lunes nos los llevaremos”. Cosas de la crisis.

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