martes, 29 de marzo de 2011

QUÍTATE P'ALLÁ


Aunque alguno diga que tengo que mirame la diglosia que me aqueja, yo insisto. ¿Qué voy facer, boba? Uno ta acostumbráu a decir lo que piensa, y como Duke me lo dicta así, yo póngolo tal cual. Les coses clares. ¿O no?

El otru día, con motivo de nuestra última columna “Clientelismo”, llega uno con un seudónimo sospechosu y dizme que me presente pa alcalde, a ver cómo lo hago. Debió de ser porque no-i gustó lo que escribí. Claro. Porque además dizme que debió de pasame algo, que tengo mucho rencor dentro. Hay que jodese. Mira amigu, claro que me pasó algo. Y sigue pasándome. Pero de rencor ná de ná, ni Duke ni yo somos eso que tú te imaginas. Que sepas que dolor de mueles túvelu con los socialistas, con los comunistas, y seguro que ahora voy a tenelu también con los casquistas, los populares y con los del Frente de Liberación de Pola del Tordillo. Eso ye lo que me pasó y me pasa. Porque la mayoría de los políticos, y digo la mayoría -que nadie se confunda-, ye eso lo que me producen: dolor de mueles. Y quéjome, ¿o no puedo quejame? Pero de ahí a presentame pa alcalde va un abismo. Home, quítate p’allá. ¿Qué ye, que ives a votame tú? Parezme a mí que no. Y total, pa ser uno más en provocar dolores a la tropa ye mejor que no lo haga. Además ya dije que Duke ye menor de edad y seguro que no lu iven a dejar sentase en los plenos, y hasta seguro que ni entrar en el ayuntamientu. Otrusí digo, que ¿pa qué vamos presentanos?, ¿pa que luego venga cualquier conde, marqués o barón y nos critique? Que va ho, preferimos ser nosotros los críticos.

De to les formes, ya que me diste la idea, si fuera Regidor -como se llamen ahora a los alcaldes (y a las alcaldas)- lo primero que haría sería dejar opinar a la gente, a todos. Libremente, sin que tengan que refugiase en el anonimato pa decir lo que sienten, lo que piensen y lo que necesiten, y no hagan les coses a traición, con nocturnidad y alevosía como hacen algunos que manden mucho y tiren la piedra y esconden la mano. Haría que los concejales fueran verdaderos representantes y amigos del pueblu y no solo de algunos que gobiernen los partidos en su propiu interés y en el de los de su línea cosanguínea y colateral hasta el segundu o tercer grado. Lo que no haría ye intentar ser alcalde contra viento y marea, si no ye con unos pues con otros, qué más da. Que después de varies legislatures tocando sillón, ahora quieras llegar a él por otros medios, pero con los mismos argumentos. Ser el mismo perro que antes, pero con distintu collar. Eso sí que no. Y mira que Duke sabe algo de eso. Está convencíu que lo importante no ye la correa ni el collar. Lo que importa ye el pedigrí.

Así que, pensándolo bien, entre lo que haría y lo que no haría jamás, entre otres coses, ye mejor que siga a lo mío. A lo nuestro, mejor dicho. A dar nuestra humilde opinión, guste o no guste a los pocos o muchos que nos leen. Y si un buen día tuviéramos la tentación de presentarnos, pensárnoslo bien antes de tomar una decisión. No así. A la trágala.

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miércoles, 16 de marzo de 2011

CLIENTELISMO


Esto ye muy fácil. Ahora ya no haz falta un equipo de expertos que elaboren un programa seriu pa presentase a unas elecciones. Con llamar a los representantes de las asociaciones que luchan desinteresadamente por sus colectivos ya tienen bastante. Tú juntes a les asociaciones de vecinos, a les sociedades de festejos, a los coros de los pueblos y a todos los que tengan un grupo medianamente organizado, aunque sea la típica partida de tute, pregúntesyos lo que necesiten, prometes que yos lo vas a dar, hasta unes cartes nueves y el tapete, méteslo en el programa y ya está. Ya tienes aseguráos un paquete de votos cojonudu pa acudir a les próximes elecciones. Después, si te ví no me acuerdo. Ni la baraja nueva, vamos. Eso si ganen, que si pierden igual hasta yos quiten la vieya.

Ese hábito que antes parecía ser solo patrimonio de los partidos muy de izquierdas, el hacerse con la fidelidad de ciertas asociaciones a cambio “de”, hoy es moneda de cambio entre todos los políticos que pretenden concurrir a unas elecciones. Anúncienlo hasta en los periódicos -tién güevos la cosa-, y hacen mesas de trabajo, de urbanismo, de seguridad ciudadana, de turismo, cultura, aeromodelismo y de juegos florales. De lo que pinte. Por meses que no falte. Y el que no lo haga de esta forma ye tontu. Más que pierde. Y a los convocaos que no se yos ocurra no ir. A sentase allí y dayos la razón -si bwana, lo que usté diga-, faltaría más, porque, si no van, se supón que se acaben les migayes que yos dan de vez en cuando. Duke fue a una de éstes haz unos años, pidioyos un prau pa poder correr y ligar duquesas y acabaron dándoi el prau a los que corren, al alcalde de antes y a otros que tan asociáos con eso del futin. Claro, Duke no pue votar. Ye menor de edad.

Y ye que estos políticos son muy listos. Fijavos, tú yes alcalde de barrio de un pueblu de esos en los que viven dos docenes de paisanos y paisanes, pongamos por casu, y pides una entrevista con el alcalde pa ver si pue arreglar un poco la carretera que llega al pueblu. Pues esperar hasta que les ranes echen pelo, pa que luego te reciba el secretario del concejal de turno, o turna, y te diga que no hay viruta, que hay que esperar. Más tovía. Cágueste en to lo que se menea y tienes que tragar. No hay perres pa la caleya, pero hayles pa otres coses más lúdiques, que dicen ellos. Ahora pongamos el casu contrariu, cítente ellos pa conseguir votos -que no me digan que ye pa participar en una mesa de eses- y tienes que estar allí al día siguiente como un clavu. Si no, no hay caleyes ni bombielles. Eso es lo que se llama clientelismo político. Y aquí no es el cliente quien siempre lleva la razón, que dice el refrán.

Y aunque alguno piense que Duke se quiere hacer el gracioso hablando así, en bable de andar por casa -porque el académico no lo sabe-, tenga por seguro que estas cosas no le hacen un pijo de gracia, y si quieren votos que se los ganen con otras formas. Haciendo, no diciendo.

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domingo, 13 de marzo de 2011

PRECAMPAÑA


Las gentes de Pola del Tordillo llevan ya unos días de precampaña electoral. Con carteles, actos dominicales, visitas personalizadas, entrevistas con las fuerzas vivas, sonrisas para el tendido, inauguraciones varias, zafarranchos de limpieza y todo lo que es propio en estas circunstancias previas a los comicios. Hasta tal punto que ya empiezan a despojarse de señas de identidad como las corbatas y los trajes-chaqueta para lucir tejanos, botas de mosquetera y lo que se tercie, con tal de acercarse al ciudadano, trasmitirle su amor y lo buenos y guapos que son. Nuestra Pola es así. Única y especial de entre las especialmente únicas.

Así que todo está preparado y en marcha. Todo menos lo que más viene inquietando a la tropa desde hace meses: la identidad del candidato por el club que ahora gobierna. El actual mandamás -que por lo que se ve ya manda menos- aún no ha decidido si tripite o dejará el marrón para el Jefe de la poli o la mandakari de nuestros marines. El muy truhán tiene el secreto bien guardado, a los futuribles dándose codazos, a la oposición frotándose las manos y partiéndose el culo, y los de la prensa especulando en que no repetirá porque el chupinazo, el acto de inicio de campaña, no se hará en el lugar talismán del baranda, y porque también está en espera de que el que ahora da la cara, y por lo que se ve aún no se la han roto, se recupere del bajón y vuelva a salir de boxes donde estuvo estos últimos días un poco malito. Con lo bueno que es.

Los Otros, esos con los que siempre nos meten miedo como hizo Amenábar, están como unas castañuelas. Aunque no las tienen todas consigo por aquello de unos trajes de nada, de quién los pagó y de un grano que les salió en las posaderas y ya se ha enquistado por no haberlo operado a tiempo. Todo hace pensar que se van a acordar del furúnculo toda su vida, mientras que el propio quiste sigue creciendo y sumando bacterias desertoras. Ya han tomado carta de naturaleza y elegido su dirección, si bien, paradójicamente, aún no tienen muy claro hacia dónde van. Les falta todavía el catecismo pero están trabajando en ello. Duke se huele que será el de los Otros, aderezado con hierbas aromáticas del país.

Aquí, en el barrio minero de Pola del Tordillo, la cosa anda poco clara. Como el futuro. Los Otros y el grano de los otros no se han definido todavía. Indefinidos que son ellos. Pero los que mandan, y muy posiblemente seguirán mandando, tienen a su mandakari bien asentada desovariándose (este palabro es de cosecha propia), en este caso, de los de enfrente. Por lo pronto, para mayor claridad, ha ordenado limpiar algunas farolas y poner nuevos bancos en el paseo fluvial orientados hacia la diestra y hacia la siniestra. A ella no se le escapa una. Confiamos en que, aprovechando la precampaña, la campaña y todo el cachondeo que está por llegar, asiente alguna baldosa porque seguimos poniéndonos perdidos cada vez que llueve. ¡Ah!, y un campo de golf grande, porfa, que en los otros se nos va la bola.

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viernes, 4 de marzo de 2011

LA PARTE CONTRATANTE DE LA PRIMERA PARTE



Si desde la dirección de un grupo formado por 117 empresas de la más diversa índole se acogen a una norma preconcursal para que 29 de ellas -primero eran 10- queden protegidas ante sus acreedores durante dos meses con el único objeto de que ninguno de ellos pida el concurso necesario, lo que antes eran la suspensión de pagos y/o la quiebra, si hacen esto, y todo hace pensar que lo seguirán haciendo con el resto, muy mal están las cosas. Sobre todo si tenemos en cuenta que hasta hace muy pocas fechas nos machacaron con una intensa campaña publicitaria de emisión de pagarés con una mínima inversión de 50.000 mortadelos con promesas de rentabilidades de hasta un 10 % y con objeto de comprar nuevas empresas y ampliar el holding de los hermanos Ruiz Mateos. De esa emisión quedan 5.000 acreedores que quedan a dos velas cuando pasan al cobro sus títulos. Para obtener esta fabulosa suma han pergeñado esta fórmula de manera que quedaran exentos del control del CNMV y, cuando ésta arbitró la fórmula para hacerlo, reconvirtieron a su vez su estrategia mediante las ampliaciones de capital. Sin duda cuentan con un equipo de economistas, juristas y todos los istas necesarios para burlar la ley con las consecuencias que ahora estamos viendo. Que el Grupo entero se vaya al garete y queden en la calle más de diez mil trabajadores, amén de los empresarios y autónomos que les suministran y guardan cola para cobrar. Lo más surrealista, a la par que ofensivo, de toda esta historia es que toda la extensa familia comparezca ante los medios haciendo con ambas manos la señal de la victoria. La “V” de “vaya cara”. ¿O será publicidad del Rayo Vallecano?

Como los Ruiz Mateos, o parecidos, los hermanos Coronado importados desde Extremadura por otro lince, el ex del IDEPA, para montar todo un montaje (valga la redundancia) en los terrenos del antiguo pozo Venturo de la Hueria de Carrocera. Una cartográfica dedicada en un principio a levantar fotos aéreas y confeccionar los catastros de zonas perdidas en Colombia, Venezuela y Pola del Tordillo, con las bendiciones y la pasta de SODECO, SADIM, el Gobierno del Principado y la madre que lo parió. Todos partícipes en el accionariado y también en el desastre. Pues ahora, cuando está declarado el concurso y con casi un centenar de trabajadores en la cuerda floja, entre los acreedores que guardan cola se ponen ellos mismos, los Coronado, esgrimiendo un crédito de 204.000 euros de la única de sus empresas que no está en concurso o ha sido ya liquidada. Sin que sepamos si ha habido provisión de fondos al respecto, porque no nos fiamos de quienes carecen de fiabilidad, resulta que ahora son acreedores y deudores a un tiempo. ¿Lo entienden ustedes? Pues es muy fácil, no hace falta más que recordar aquello de los hermanos Marx: “Haga el favor de poner atención en la primera cláusula porque es muy importante. Dice que... la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte. ¿Qué tal, está muy bien, eh?”. Pues claro que está bien, igual que lo de Juan Palomo. Malditas subvenciones y malditos tramposos.

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miércoles, 2 de marzo de 2011

LOS "JOYA"



A la gala que hace cada año la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas emulando, o queriendo hacerlo, a los Óscar, que acaba de pasar sin pena ni gloria, deberían de rebautizarla como la Gala de los Joya. Hay razones de peso, y más que suficientes, que avalan este planteamiento cultural y de lógica política, si es que a la política se le puede dar este calificativo, que mucho lo dudamos. Empezando por la presencia de medio gobierno, o casi. Además de Sebastián, Salgado y la Pajín, por cierto ésta última enfundada en un vestido de ceremonia con cierto toque pimpolludo, además de estos que no debían de tener nada mejor que hacer, la ministra del ramo de rojo pasión como la que tiene por cargarse las bajadas ilegales de Internet. La Sinde, que así se llama la dama, llegó a este gobierno con la única meta de acabar con las descargas ilegales y parece que lo va a conseguir después de que en un primer intento le hayan tumbado su pretensión encuadrada en el ya famoso cajón de sastre de la Ley de Economía Sostenible. La pusieron al lado del Presidente en Funciones de la Academia y daba toda la impresión que sobre una butaca llena de pinchos, donde esperaba impaciente la intervención de Alex de la Iglesia que, al fin, dijo lo que tenía que decir y todos esperaban, la ministra incluida: “No tenemos miedo a internet, porque internet es, precisamente, la salvación de nuestro cine”. Tenía que esperar a decirlo para hacer efectiva su dimisión. Después se hizo la foto de rigor junto a las cuatro joyas del gobierno y quien será su sucesora al frente de la institución, Iciar Bollaín, según todo parece indicar, con el permiso de Bigas Luna. Con un par.

La quinta joya en cuestión fue el de siempre. El imbécil ese de la barretina que aprovecha cualquier acto multitudinario para mostrar su cara de gilipollas. El Jimmy Jump, el tonto del ciruelo que no lo es más porque no se entrena, al que deberían de encerrar en una mazmorra del castillo de If a pan y agua, y un par de hostias diarias. Hasta que espabile. Evidentemente la sexta joya es el Jefe de seguridad y los seguratas del evento que no se enteran de lo que celebran y a los que, en una de estas, cualquier día se les cuela el ejército de Pancho Villa, con mariachi y todo. O los exilados libios.

En fin, que un año más hemos asistido a la gala de los Joya, a la justificación vergonzante de que un montón de dinero público se vaya para una industria en declive, y donde solo se ha salvado el ingenio de su presentador, la serena y admirable comparecencia de un hombre marcado por una tremenda enfermedad, Pascual Maragall, que no es actor, director, productor…, ni nada que se le parezca, y sobre todo el valor y la dignidad del director de “Balada triste de trompeta”, Alex de la Iglesia, que por no seguir el guión se quedó sin el premio de la Academia. La séptima joya del séptimo arte español. Sin glamour, sin chicha y sin limoná.

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