Aunque alguno diga que tengo que mirame la diglosia que me aqueja, yo insisto. ¿Qué voy facer, boba? Uno ta acostumbráu a decir lo que piensa, y como Duke me lo dicta así, yo póngolo tal cual. Les coses clares. ¿O no?
El otru día, con motivo de nuestra última columna “Clientelismo”, llega uno con un seudónimo sospechosu y dizme que me presente pa alcalde, a ver cómo lo hago. Debió de ser porque no-i gustó lo que escribí. Claro. Porque además dizme que debió de pasame algo, que tengo mucho rencor dentro. Hay que jodese. Mira amigu, claro que me pasó algo. Y sigue pasándome. Pero de rencor ná de ná, ni Duke ni yo somos eso que tú te imaginas. Que sepas que dolor de mueles túvelu con los socialistas, con los comunistas, y seguro que ahora voy a tenelu también con los casquistas, los populares y con los del Frente de Liberación de Pola del Tordillo. Eso ye lo que me pasó y me pasa. Porque la mayoría de los políticos, y digo la mayoría -que nadie se confunda-, ye eso lo que me producen: dolor de mueles. Y quéjome, ¿o no puedo quejame? Pero de ahí a presentame pa alcalde va un abismo. Home, quítate p’allá. ¿Qué ye, que ives a votame tú? Parezme a mí que no. Y total, pa ser uno más en provocar dolores a la tropa ye mejor que no lo haga. Además ya dije que Duke ye menor de edad y seguro que no lu iven a dejar sentase en los plenos, y hasta seguro que ni entrar en el ayuntamientu. Otrusí digo, que ¿pa qué vamos presentanos?, ¿pa que luego venga cualquier conde, marqués o barón y nos critique? Que va ho, preferimos ser nosotros los críticos.
De to les formes, ya que me diste la idea, si fuera Regidor -como se llamen ahora a los alcaldes (y a las alcaldas)- lo primero que haría sería dejar opinar a la gente, a todos. Libremente, sin que tengan que refugiase en el anonimato pa decir lo que sienten, lo que piensen y lo que necesiten, y no hagan les coses a traición, con nocturnidad y alevosía como hacen algunos que manden mucho y tiren la piedra y esconden la mano. Haría que los concejales fueran verdaderos representantes y amigos del pueblu y no solo de algunos que gobiernen los partidos en su propiu interés y en el de los de su línea cosanguínea y colateral hasta el segundu o tercer grado. Lo que no haría ye intentar ser alcalde contra viento y marea, si no ye con unos pues con otros, qué más da. Que después de varies legislatures tocando sillón, ahora quieras llegar a él por otros medios, pero con los mismos argumentos. Ser el mismo perro que antes, pero con distintu collar. Eso sí que no. Y mira que Duke sabe algo de eso. Está convencíu que lo importante no ye la correa ni el collar. Lo que importa ye el pedigrí.
Así que, pensándolo bien, entre lo que haría y lo que no haría jamás, entre otres coses, ye mejor que siga a lo mío. A lo nuestro, mejor dicho. A dar nuestra humilde opinión, guste o no guste a los pocos o muchos que nos leen. Y si un buen día tuviéramos la tentación de presentarnos, pensárnoslo bien antes de tomar una decisión. No así. A la trágala.
Imágenes de Google
El otru día, con motivo de nuestra última columna “Clientelismo”, llega uno con un seudónimo sospechosu y dizme que me presente pa alcalde, a ver cómo lo hago. Debió de ser porque no-i gustó lo que escribí. Claro. Porque además dizme que debió de pasame algo, que tengo mucho rencor dentro. Hay que jodese. Mira amigu, claro que me pasó algo. Y sigue pasándome. Pero de rencor ná de ná, ni Duke ni yo somos eso que tú te imaginas. Que sepas que dolor de mueles túvelu con los socialistas, con los comunistas, y seguro que ahora voy a tenelu también con los casquistas, los populares y con los del Frente de Liberación de Pola del Tordillo. Eso ye lo que me pasó y me pasa. Porque la mayoría de los políticos, y digo la mayoría -que nadie se confunda-, ye eso lo que me producen: dolor de mueles. Y quéjome, ¿o no puedo quejame? Pero de ahí a presentame pa alcalde va un abismo. Home, quítate p’allá. ¿Qué ye, que ives a votame tú? Parezme a mí que no. Y total, pa ser uno más en provocar dolores a la tropa ye mejor que no lo haga. Además ya dije que Duke ye menor de edad y seguro que no lu iven a dejar sentase en los plenos, y hasta seguro que ni entrar en el ayuntamientu. Otrusí digo, que ¿pa qué vamos presentanos?, ¿pa que luego venga cualquier conde, marqués o barón y nos critique? Que va ho, preferimos ser nosotros los críticos.
De to les formes, ya que me diste la idea, si fuera Regidor -como se llamen ahora a los alcaldes (y a las alcaldas)- lo primero que haría sería dejar opinar a la gente, a todos. Libremente, sin que tengan que refugiase en el anonimato pa decir lo que sienten, lo que piensen y lo que necesiten, y no hagan les coses a traición, con nocturnidad y alevosía como hacen algunos que manden mucho y tiren la piedra y esconden la mano. Haría que los concejales fueran verdaderos representantes y amigos del pueblu y no solo de algunos que gobiernen los partidos en su propiu interés y en el de los de su línea cosanguínea y colateral hasta el segundu o tercer grado. Lo que no haría ye intentar ser alcalde contra viento y marea, si no ye con unos pues con otros, qué más da. Que después de varies legislatures tocando sillón, ahora quieras llegar a él por otros medios, pero con los mismos argumentos. Ser el mismo perro que antes, pero con distintu collar. Eso sí que no. Y mira que Duke sabe algo de eso. Está convencíu que lo importante no ye la correa ni el collar. Lo que importa ye el pedigrí.
Así que, pensándolo bien, entre lo que haría y lo que no haría jamás, entre otres coses, ye mejor que siga a lo mío. A lo nuestro, mejor dicho. A dar nuestra humilde opinión, guste o no guste a los pocos o muchos que nos leen. Y si un buen día tuviéramos la tentación de presentarnos, pensárnoslo bien antes de tomar una decisión. No así. A la trágala.
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