domingo, 13 de marzo de 2011

PRECAMPAÑA


Las gentes de Pola del Tordillo llevan ya unos días de precampaña electoral. Con carteles, actos dominicales, visitas personalizadas, entrevistas con las fuerzas vivas, sonrisas para el tendido, inauguraciones varias, zafarranchos de limpieza y todo lo que es propio en estas circunstancias previas a los comicios. Hasta tal punto que ya empiezan a despojarse de señas de identidad como las corbatas y los trajes-chaqueta para lucir tejanos, botas de mosquetera y lo que se tercie, con tal de acercarse al ciudadano, trasmitirle su amor y lo buenos y guapos que son. Nuestra Pola es así. Única y especial de entre las especialmente únicas.

Así que todo está preparado y en marcha. Todo menos lo que más viene inquietando a la tropa desde hace meses: la identidad del candidato por el club que ahora gobierna. El actual mandamás -que por lo que se ve ya manda menos- aún no ha decidido si tripite o dejará el marrón para el Jefe de la poli o la mandakari de nuestros marines. El muy truhán tiene el secreto bien guardado, a los futuribles dándose codazos, a la oposición frotándose las manos y partiéndose el culo, y los de la prensa especulando en que no repetirá porque el chupinazo, el acto de inicio de campaña, no se hará en el lugar talismán del baranda, y porque también está en espera de que el que ahora da la cara, y por lo que se ve aún no se la han roto, se recupere del bajón y vuelva a salir de boxes donde estuvo estos últimos días un poco malito. Con lo bueno que es.

Los Otros, esos con los que siempre nos meten miedo como hizo Amenábar, están como unas castañuelas. Aunque no las tienen todas consigo por aquello de unos trajes de nada, de quién los pagó y de un grano que les salió en las posaderas y ya se ha enquistado por no haberlo operado a tiempo. Todo hace pensar que se van a acordar del furúnculo toda su vida, mientras que el propio quiste sigue creciendo y sumando bacterias desertoras. Ya han tomado carta de naturaleza y elegido su dirección, si bien, paradójicamente, aún no tienen muy claro hacia dónde van. Les falta todavía el catecismo pero están trabajando en ello. Duke se huele que será el de los Otros, aderezado con hierbas aromáticas del país.

Aquí, en el barrio minero de Pola del Tordillo, la cosa anda poco clara. Como el futuro. Los Otros y el grano de los otros no se han definido todavía. Indefinidos que son ellos. Pero los que mandan, y muy posiblemente seguirán mandando, tienen a su mandakari bien asentada desovariándose (este palabro es de cosecha propia), en este caso, de los de enfrente. Por lo pronto, para mayor claridad, ha ordenado limpiar algunas farolas y poner nuevos bancos en el paseo fluvial orientados hacia la diestra y hacia la siniestra. A ella no se le escapa una. Confiamos en que, aprovechando la precampaña, la campaña y todo el cachondeo que está por llegar, asiente alguna baldosa porque seguimos poniéndonos perdidos cada vez que llueve. ¡Ah!, y un campo de golf grande, porfa, que en los otros se nos va la bola.

Imágenes de Google

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