jueves, 4 de mayo de 2017

ESPARTANOS

Junio de 2013.

“Somos tantos que nuestras flechas oscurecerían el sol” -cuenta la leyenda que dijo el embajador del rey persa a Leónidas, rey de los espartanos, de aquélla-, a lo que el heleno repuso “Mejor, así lucharemos a la sombra”. Parece ser que sólo eran trescientos, contra diez o veinte mil persas, o cincuenta mil (según la organización) y recios, también necios, y valientes, parapetados en el paso de las Termópilas (que todavía está allí), hicieron frente a las huestes del sátrapa iraní, hasta que murieron todos. Y es que solo la desproporción tan desproporcionada ya mataba bastante. Pero ye historia, aunque tenga mucho que ver con lo que pasa ahora. Verán. Hoy mismo que le doy a la tecla mi viejo, querido e inteligente amigo -del que ya hablé más veces y no voy a repetir el nombre- Dimas Q., refiriéndose a esto de la corrupción política, económica, empresarial y todas las demás, me decía que si los hijos de puta volasen tardaríamos mucho en ver el sol porque cada vez se suman más a la bandada, o más bien a la banda. Y el caso es que mi amigo, que no da puntada sin hilo, debe de tener razón porque hace siete o quince meses que no hace más que llover, y llover, y si sale el sol es durante un rato nada más con el único objeto de secar un poco las calles (menos la mía). Hay muchos cabrones volando por ahí, y más que están eclosionando, saliendo del huevo vamos.
El caso es que, entre todos estos pájaros que vuelan ahora, los que han volado y volarán, nos han dejado en cuadro. Recuerdo, no hace mucho, cuando alguien ofrecía un seguro de vida, de pensiones o un plan de jubilación y el posible cliente preguntaba acerca de la seguridad del dinero que iba a invertir, el agente o asesor le respondía que su dinero estaba garantizado por el Estado. Y el tío, ante esa evidencia, invertía. Con esa garantía…, ¿quién no? Pues ahora resulta que, desde Bruselas, nos dicen que nada de recortes, que lo que hay que hacer son reformas. Que hay que subir el I.V.A. y bajar las pensiones. Tócate los eso… Motivo por el que afirmamos con rotundidad que en este país ya no es segura ni la seguridad. A la social me refiero claro, pero sin descartar a las otras. La del propio Estado, la Judicial que debería de intervenir todo y la de la Jefatura, encarnada en la realeza. Lo único seguro es que hay muchas sombras. Tantas que ya nos sentimos como espartanos: solos frente a los pájaros que oscurecen al mismo sol. Entonces, al igual que el espartano, tendremos que luchar a la sombra.


Marcelino M. González


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