miércoles, 9 de diciembre de 2009

MIS PERSONAJES: LUCINDA TORRE, langreana de honor



Y de corazón. Ella misma afirma que lleva Asturias y Langreo por bandera. Productora, guionista y directora de cine, trabaja en Telemadrid desde hace 23 años. Nominada en 2000 al Goya al Mejor Cortometraje de Ficción por “El Beso de la Tierra”, ha estado presente y fue premiada en multitud de certámenes cinematográficos dentro y fuera del país. En 2005 dirige la película “Resistencia”, largometraje documental filmado en Langreo. Procedente de una conocida familia de Sama, lleva más de media vida en Madrid pero se siente arraigada en el Valle del Nalón. Tiene un ligero toque de timidez, sin embargo sus contestaciones son meditadas, expresivas y muy inteligentes. Por reciente acuerdo del Ayuntamiento de Langreo y de la Comisión de Festejos de El Carbayu será distinguida con el galardón “Langreano de Honor” el próximo día 8 de setiembre, festividad de la Patrona langreana. Mantenemos esta entrevista el sábado 22 de agosto en los salones de La Montera a quien reitero mi agrademiento. Esta es Lucinda Torre Cañal.

- Creo que es la primera vez que vienes a Sama desde que te han galardonado, quiero darte la bienvenida y felicitarte por la distinción. ¿Ya has ido al Carbayu?
- Sí, es la primera vez que vengo. Para mí El Carbayu es un pueblo muy entrañable por vínculos familiares, pues mi familia por parte de padre es de Pozobal, e incluso cuando viví en Sama subía con mucha frecuencia, allí reflexionaba sobre el valle, escribía poemas…, me trae muchos recuerdos. Iré a verles en cuanto terminemos esta conversación. En cualquier caso quiero agradecer al Ayuntamiento y la Comisión este galardón inmerecido. Aún no me lo creo.
- Eres productora, guionista y directora de cine. Empecemos hablando de ello. Dime una película de culto para ti.
- Por dos razones fundamentales es “Los girasoles” de Vitorio de Sica. Recuerdo haber visto esa película en la tele siendo muy niña. Es una historia de amor y de nostalgia. La noche en que la vi tenía bronquitis y me habían prohibido verla. Estuve escondida en un rincón viéndola hasta que al final me descubrieron. Pasé una noche delicada, procurando no toser. Pero al día siguiente no me acordaba de la bronquitis sino de aquella maravilla que se desarrollaba en los campos de Ucrania entre Mastroniani y Sofía Loren, en plena II Guerra Mundial. No he vuelto a verla, sin embargo la llevo en la memoria, más que ninguna otra película.
- ¿Qué fue para ti “Resistencia”? Háblame un poco de ello.
- Comencé a trabajar en ella en 2002 y aún ahora sigue viajando. Recientemente estuvo en Bolivia, irá a Méjico, Costa Rica, y a varios países europeos y africanos. Es una película que sigue viva, una experiencia vital con la que estoy creciendo mucho. Es también un compromiso, una película inspirada en aquel despido de 232 trabajadores en Duro Felguera. Es un tema que a mí me interesaba extrapolar hablando de la calidad de la democracia. Cuando la rodábamos ya estábamos viendo asomar una crisis, una pequeña ola que se estaba formando en Europa, como en la Wolswagen en Francia. La película me permitía recuperar los temas de una clase trabajadora que ya no era la de finales del siglo XIX o principios del XX. Europa ya es una clase trabajadora media que ahora está notando que ese sistema neoliberal capitalista ya le está afectando. Al final tenía una trescientas horas de material. En un principio pensé en hacer una ficción pero me di cuenta que para la sociedad asturiana y la langreana el documental era la mejor manera de hacerlo. Estuvimos dos años trabajando ocho horas diarias, sin apenas descanso vacacional, tratando de vehicular tantísima información que, al final, se resumió en un metraje de 112 minutos, aunque el primer corte tenía una duración de mas de tres horas. Con ello traté de llevar lo local a lo global, que la gente de todo el mundo sacase conclusiones generalizadas acerca de esa problemática. Para mí lo más gratificante ha sido que, a través del Instituto Cervantes, la gente de El Cairo la haya entendido, al igual que en muchos otros lugares.
- En tú familia también se vieron afectados en los despidos de Duro (asiente). Tengo entendido, y no sé si me equivocaré, que el mensaje de “Resistencia” no gustó a las partes implicadas, a la empresa por supuesto, pero también a las organizaciones sindicales. ¿Es cierto eso?, ¿cómo fue recibida la película en Langreo?
- Cuando se estrenó la película en el cine Felgueroso de Sama, a través de “Documenta Langreo”, y aunque pueda parecer pretenciosos decirlo, la gente se rindió ante el mensaje de la película. Es un mensaje positivo. Frente a esos otros mensajes de que ya está todo hecho, de resignación, me interesaba destacar la lucha y esa obligación moral de resistir, como hicieron nuestros antepasados. Me consta que toda la gente que trabajó en Duro Felguera, en sus diferentes jerarquías. y vio la película, salió encantada con ella. Es una película que está hecha desde el amor a Duro Felguera, que reflexiona sobre lo importante que es para Langreo y para Asturias tener a Duro Felguera, que sea productiva, crezca y de trabajo. Creo que el resultado es impecable y la crítica fue absolutamente constructiva. No está hecha desde el resentimiento sino al contrario.
- Eso quería preguntarte. ¿En algún foro pudo ser entendida así por el tema estrictamente familiar?
- Yo pienso que no. Además la gente que me conoce y que conoce a mi familia sabe muy bien que eso no forma parte de nuestra realidad. El resentimiento te afecta, te cambia y a quien mas daño hace es a ti mismo. La película está hecha desde la defensa, no tiene nada de eso.
- Y, ¿Qué podría llevarse ahora al cine sobre Langreo?, ¿quizás la posible marcha de Duro Felguera a Gijón…?
- Bueno, Resistencia habla de eso, recrea unos hechos históricos y uno de esos hechos que se narran al final es de que Duro sigue aquí, gracias en parte a aquella lucha. Consiguieron algo tan increíble como cambiar la presidencia, que Ramón Colao se situara allí. Lo consiguieron ellos y la ciudadanía que los comprendió y los apoyó. Duro Felguera es como la Amazonia para los brasileños, es la esencia de Langreo y del Valle del Nalón. La Felguera, Duro Felguera y Langreo es una sola cosa, y en el momento que no lo sea se va a generar conflicto. Yo espero que sean conscientes de dónde están jugando porque los trabajadores sienten la empresa como suya, como su propia casa. Mi padre y mi tío, que trabajaron allí, me lo decían, los aprendices que allí llegaban eran recibidos y acogidos como en la familia porque eran hijos de amigos, vecinos o compañeros. Los acosos laborales no podían tener lugar porque todo era de casa. Pienso que si hay una dirección que valore eso no volverán a equivocarse.
- Cambiemos de tema. ¿Qué recuerdas de tu infancia y juventud, del negocio que tu padre y tu tío tenían en Sama detrás del cine?, Casa Ramiro.
- Nací encima del Bar y recuerdo desde bien pequeña entrando en un sitio que aún tenía el suelo de tierra, con el serrín para recoger la sidra. Recuerdo a mi padre y s mi tío detrás de la barra, y a mi madre y las mujeres de la familia en la cocina. Recuerdo la actividad pero también la confianza y la relajación entre los parroquianos. Aquello era como una familia, un lugar de encuentro y de referencia. Yo me sentía como hija y sobrina de personas que favorecían eso, como miembro de algo muy importante por la calidad humana que allí se respiraba. Allí aprendí a ver lo que significaba el trabajo, el sacrificio y el esfuerzo.
- Yo fui testigo de lo que has dicho. Así ocurría en tantos negocios, no en todos. Tenían esa impronta que dices, de estar como en familia, de confianza. Me da la impresión de que ahora no hay sitios así, salvo honrosas excepciones. ¿A ti qué te parece?
- Coincido contigo. Es una pena porque eso forma parte de una cultura y una forma de vivir, de cultivo de la amistad y del tiempo de ocio. Los que vivimos en la vorágine de las grandes ciudades notamos eso aún más acentuado. A mí me provoca cierta tristeza, hasta ese esfuerzo del cuidado de la sidra, de mimarla, de hablar con los llagareros y elegir el palo…, toda esa cultura se está perdiendo, si no se ha perdido ya.
- Un personaje de Langreo, actual o ya desaparecido.
- (Se queda un rato pensando). No soy mitómana, no sabría decirte…, me siento muy a gusto con la gente llana, con quienes viven el día a día y tratan de salir adelante con sus propios valores, como ocurrió con mi familia. Pero para mí hubo una persona que marcó mucho mi vida. Era mi tía abuela Alba que vivía aquí, frente a La Montera, y que era muy inteligente. Como decía mi abuela podría haber hecho cualquier cosa pero las condiciones de la vida la llevaron por otros derroteros. Su casa, de planta baja y piso, era de puertas abiertas, una casa donde entraba todo el mundo. Era generosa, querida por todo el mundo y capaz de rememorar historias de Asturias y de Langreo del siglo XVIII. Para mí estudiar Historia fue casi un tránsito natural, porque contaba con la experiencia de aquella maravillosa narradora. A través de ella conocí a muchísima gente porque, además, hacía pantalones para casi todos los niños de Sama que, entonces, iban a probar a casa. Alba es el aglutinante de todos los valores heredados de mis mayores.
- En estos últimos tiempos vemos en todas las televisiones, también en Telemadrid, programas de ciudadanos por el mundo. Tú que además eres viajera, si tuvieras que producir o dirigir alguno de ellos, ¿a dónde irías?, ¿qué te gustaría enseñar a tu público?.
- Quizás buscaría el origen y el motivo de la emigración. De aquellos langreanos y asturianos que fueron a Cuba, a Sudamérica y a Centroeuropa. Poder reconstruir y contar la historia de Asturias a través de los que se fueron, de esa mirada que va y viene,
- Por las respuestas que me estás dando, veo que eres eminentemente práctica. Si es así, tengo que preguntarte por tus creencias, por ese algo más.
- Tengo mucha fe en los seres humanos, en la capacidad que tenemos de hacer frente a los retos y a las dificultades. A pesar del hambre y de las guerras creo que la humanidad ha progresado, ha tomado conciencia y se ha reunido en foros como Naciones Unidas para hacer frente a todas estas penurias. Pienso que hay algo que nos lleva a mejorar nuestra existencia. En el aspecto religioso, si es lo que me preguntas, soy agnóstica. De todas formas aún no me he planteado temas tan trascendentales, no he llegado a esa bifurcación del camino. Concibo la vida como un río que, a medida que discurre, se alimenta de sus afluentes y adquiere caudal. Yo aún no tengo mucho y también soy poco dogmática.
- ¿Cómo se ve Asturias desde Madrid?, ¿qué piensan en la capital de nosotros?
- Para mí hay dos realidades en Asturias. La gente en Madrid, y creo que en toda España, quiere mucho a Asturias y considera a los asturianos como gente muy abierta, honesta. Admiran profundamente la tierra que tenemos, su belleza y la calidad de vida que hay aquí. Pero, desde el punto de vista político, ha perdido peso y predicamento. El peso específico que tuvo con la minería y la siderurgia en el sitio donde hay que tener una voz, para mí ahora está un poco perdido. En ese sentido se oye poco hablar de Asturias. Yo reivindico ese retorno a la conciencia de asturianía, a que volvamos a tener aquel peso específico que un día tuvimos. Los Premios Príncipe de Asturias son muy significativos y pueden constituir un importante ingrediente en esta reivindicación, no tanto la ceremonia de entrega como el propio espíritu de los Premios.
- Al hilo de ello, ¿qué opinas de la cultura en Langreo?, se dice que es uno de los municipios que más actividad cultural tiene. ¿Qué piensas tú?.
- Langreo tiene una herencia. Creo que fue a principios de los años setenta cuando la UNESCO elaboró una estadística que demostraba que éste era lugar del mundo donde más prensa se leía y donde había una mayor alfabetización. Yo creo que sigue siendo así, pero que los langreanos no somos conscientes de ello y no valoramos lo que tenemos. Vas a otros sitios, viajas y ves que hay desiertos culturales, y te das cuenta de hasta qué punto somos afortunados. Aquí, en lo cultural, los jóvenes pueden llegar a donde quieran. Tenemos los recursos, los límites pueden estar en la propia inteligencia. Langreo está dotada de recursos y, en ese sentido, está a nivel europeo.
- Ponle música a una futura película tuya.
- Tengo un músico con una formación muy heterogénea. Es Ramón Prada, de Cangas de Onís, su padre era organista en la Basílica de Covadonga. Siempre digo que Ramón si hubiera nacido en Madrid o en Barcelona ahora estaría en Hollywood. Su capacidad para describir con música las imágenes es impresionante. Trabajar en cine es montar imágenes y ritmos musicales. En cine siempre hay aportaciones de creadores y creadoras que lo van enriqueciendo. Ramón, que ha hecho la banda de “Resistencia”, es uno de ellos. Yo también hago algún pinito en composición musical. También me gustaría producir y dirigir una ópera. Cuando hablamos de esto siempre pienso en una música que a mí me remueve que es la de Fauret, su Réquiem es de una belleza absoluta.
- ¿Qué te parece del debate surgido entre la Sociedad General de Autores y los pueblos de Zalamea y Fuenteovejuna?. Sabes que quieren recaudar tasas millonarias por las representaciones de las adaptaciones de las obras de Calderón y Lope. Disparan a todo lo que se mueve.
- Coincido contigo en que castigar de esta forma a lo que constituye el acerbo cultural de un pueblo, este afán recaudatorio es una desmesura. Deberían de saber discernir lo que son los justos derechos de autor y los derechos de un pueblo sobre su patrimonio cultural que lo sitúa en el mundo, cuando además no se hace con afán lúdico sino como homenaje a la propia historia.
- Vamos a preguntas y respuestas breves. ¿Serrano, Uría o Dorado?, me refiero a las calles.
- La calle Dorado, sin duda alguna. Forma parte de mi historia.
- ¿Paco Rabal o Antonio Banderas?, por no decirte Fernando Rey o Sergio Lopez.
- Paco Rabal. Respeto mucho el trabajo de Banderas pero la versatilidad de Francisco Rabal y su amor al cine y al teatro desde la nada es impresionante, sin poses ni oropeles. Me quedo con él, es un Mastroniani.
- ¿Tus proyectos?
- Tengo varios. El más próximo es una historia de ficción sobre una mujer asturiana. Es una película de época en la que soy guionista y directora. Estamos en la etapa de preproducción.
- Aún te queda mucho que hacer y, como antes has dicho, aún no has llegado a la bifurcación, pero como persona y como profesional de esto ¿Cómo te gustaría ser recordada?.
- Me gustaría tener una larga trayectoria de películas que queden para la reflexión y ser recordada como una persona que siempre hizo las cosas con el corazón y con respeto a los demás. Me gustaría ser recordada como yo recuerdo a las gentes que fueron importantes en mi vida, como una persona buena, honesta y siempre positiva.
- ¿Si tuvieras que pedir un deseo…?
- No me gusta elucubrar, pero sí me gustaría saber qué es lo que puedo hacer por los demás, por esta sociedad, por las cosas que no nos gustan, y hacerlo. Como cineasta tengo en mis manos un instrumento poderosísimo para intentar cambiar las cosas, cuanto menos lo que pueda estar en mis manos.
- Terminemos por donde hemos empezado. Dile algo a los langreanos, a las gentes del Carbayu, a la Patrona, aunque vuelvas para repetirlo el día 8.
- Que sigamos siendo como somos. Que como sociedad sigamos retomando ese testigo de nuestros antepasados, que sigamos haciendo Langreo y que tengamos la posibilidad de defenderlo y amarlo, afrontando los retos y conviviendo en paz y en libertad como lo estamos haciendo hasta ahora, y que eso seamos capaces de trasmitirlo a las generaciones venideras.

Quizás hayamos hablado más de cine que de cuestiones personales. En este aspecto han quedado sin hacer muchas preguntas, pero eso será en otra ocasión. Para ella quedamos emplazados.

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