jueves, 10 de diciembre de 2009

MIS PERSONAJES: LAURA GARCÍA, astronauta del corazón

Siempre sonriente, con las puertas abiertas para todo aquel que quiera entrar, esta gijonesa de nacimiento y de sentimiento se ha colado en nuestros corazones para curarlos y consolarlos. Laura García, “Sor Laura” como ya la llaman muchos de sus pacientes en el Hospital de Riaño, es nacida en el gijonés barrio de La Calzada en la década de los sesenta. Licenciada en Medicina por la Universidad de Oviedo, forma parte del equipo de Cardiología del Hospital Valle del Nalón, está casada y es madre de una hija. Cuando, hace un mes, le planteé la posibilidad de entrevistarla se mostró reticente argumentando humildemente el escaso interés que su figura podía tener en la opinión de los ciudadanos del Valle. Sin embargo, seguro de todo lo contrario, mi insistencia consiguió convencerla y, durante mas de dos horas, mantuvimos una charla amena y distendida, de nuevo en dependencias de La Montera, sociedad a la que vuelvo a agradecer sus deferencia. Y, como diría Don Juan Tenorio, “escrito en este papel está cuanto sucedió...”:
- Cuando oímos ese dicho de “este piensa mas con el corazón que con la cabeza”, o aquéllo que decía la canción de “no tienes corazón, tu amor no vale nada”, estamos hablando de sentimientos. ¿Están los sentimientos en el corazón?, ¿se piensa mucho con él?.
- No. Los sentimientos están en la cabeza. Cuando te pones nervioso, cuando ves a una persona que te gusta, el corazón se acelera pero también se te hace un nudo en el estómago. Hace años, la hija de una amiga, que dejó al novio de toda la vida, me dijo “se me han muerto las mariposas”. Los sentimientos están en la cabeza, en el estómago, en toda la persona. Tú tienes el corazón de otra persona y tienes iguales sentimientos que tenías con el tuyo, eso lo demostró el trasplante cardíaco.
- ¿Es cierto que por las manos o las uñas, vosotros los médicos podeis conocer la salud de una persona?.
- Nosotros miramos mucho las manos y, sobre todo, la forma de los dedos y de las uñas. Cuando baja el oxígeno de la sangre las uñas tienen una forma especial; por ejemplo, en la gente que tiene una cardiopatía congénita, los grandes fumadores, los bronquíticos, quien está desarrrollando un cáncer de pulmón, la inserción de la uña en el dedo, que tiene un ángulo determinado, cambia y pasa a ser redondo. A eso se llaman “acropaquias”. Es muy importante ver las manos de una persona, ves si trabaja o no, qué tipo de persona es... Efectivamente, las manos son muy importantes.
- Hace ya casi quince años, cuando te conocí, entraste en una habitación del hospital y, al tiempo que saludabas a tu paciente, le cogías por el pie, supongo que le estabas tomando el pulso. Pero, a su vez, estabas oyendo una válvula crepitar en la persona que le acompañaba y le dijiste: usted tiene un implante valvular... A eso se llama aprovechar el tiempo.
- Eso es una cuestión de costumbre. Las mujeres nos fijamos en diez cosas a la vez. Un hombre entra en una habitación y no sabe de qué color son el suelo y las paredes. Una mujer sabe eso, y como va vestida la gente que allí está, y mucho mas. Tu entras en una habitación y escuchas, palpas los dedos, ves si el enfermo está nervioso o no... ¿Tú conoces a alguna mujer que haga una sola cosa?
- Por ahí se dice que los hombres somos incapaces de masticar y pensar al mismo tiempo y, sin embargo, las mujeres no.
- (Se ríe). A mí me gusta palpar los pulsos pedios porque, mientras, estoy mirándoles la cara. Si tienes pulsos pedios es muy raro que tengas una alteración arterial difusa muy mala. Si no los tienes, puedes tener las piernas tocadas, y si las tienes es raro que tengas bien el corazón o el cerebro. Es una de las formas de empezar la exploración de un paciente.
- Decía Aldoux Huxley que “la medicina ha avanzado tanto que cada vez es mas dificil encontrar a alguien que esté completamente sano”. ¿A dónde vamos a llegar?.
- Según va avanzando la ciencia hay mas posibilidades de ver nuevas cosas que antes, con menos medios, no se veían. Yo no considero que a medida que avanza la medicina estemos todos enfermos, sino todo lo contrario. Las técnicas evolucionan y, en esa medida, vamos consiguiendo cosas. Hace treinta años nadie concebía hacer implantes, por ejemplo.
- ¿Puede llegar el momento en que un corazón pueda operarse, por ejemplo hacer un By-Pass, sin abrir el esternón?
- No. Desde luego, pueden hacerse cosas a través de un catéter, implantar un sten, una valvulotomía mitral. Ahora en Oviedo se está recambiando la válvula aórtica e instalando un sten, que es algo muy novedoso, y para las personas mayores de ochenta años, en lugar de pasar por quirófano y abrir, un catéter soluciona el problema de forma no invasiva. Pero para otro tipo de intervenciones es necesario abrir.
- Hablemos de igualdad de sexos. ¿Tenemos los corazones iguales los hombres y las mujeres?.
- No. El corazón del hombre es mas grande, tiene las coronarias mejor desarrolladas. Eso también se debe al tipo de vida que hace el hombre, es mas deportista. Los chicos juegan al balón mientras las chicas lo hacen con muñecas. El corazón de las mujeres es mas pequeño, menos musculado y con las arterias coronarias menos desarrolladas.
- Sin embargo, ¿es cierto que la mujer tiene menos riesgo cardíaco que el hombre?.
- El hombre tiene mas factores de riesgo y, por otro lado, las hormonas femeninas a la mujer nos protege de la cardiopatía coronaria. Los hombres, hasta los cincuenta años, tienen mas cardiopatías, mientras que, a partir de esta edad, son las mujeres las que las tienen, igualándose las estadísticas a los sesenta años. A partir de los ochenta años, la principal causa de muerte en las mujeres es la cardiopatía coronaria y la enfermedad cerebrovascular.
- Se dice que hay siete mujeres por cada hombre, ¿tu crees que esa proporcionalidad debería de mantenerse en todos los órdenes sociales, por ejemplo en igualar el reparto de carteras ministeriales?
- Te voy a contar una pequeña historia. Cuando yo tenía catorce años, en mi casa se planteó si estudiaba o no, y mi padre fue la persona que dijo que su hija iba a estudiar igual que sus hijos (soy hija única, el resto son varones). Yo creo que la mujer tiene que ser igual al hombre en oportunidas y eso tienes que demostrarlo. La valía es lo fundamental y lo que tiene que inclinar la decisión por uno u otro sexo. Yo creo que lo que ha hecho Zapatero es una discriminación positiva para intentar igualar las cosas.
- ¿A vuestro corazón podría llamársele corazona?. Me refiero a la idea de las Ministra de Igualdad, miebro-miembra.
- Yo soy médico y un juez es un juez, da igual que sea mujer que hombre. Yo he discutido esto con compañeras que van de feministas. Lo importante es que se respete el cargo que ocupa y el trabajo que realiza. Miembra es horrible, es una patada al palabrero. A mí me resulta patético cada vez que un político dice: “ciudadanos y ciudadanas...”. Si todos somos iguales ¿qué pasa?, ¿que ahora resulta que hay ciudadanos y ciudadanas?. A mí eso no me gusta y no es nada personal.
- Desde tu punto de vista y como profesional de la medicina, ¿Que te parece de la violencia de género?.
- Me parece terrible: nadie puede abusar por cuestión de autoridad de otra persona. Nadie, me da igual que sea violencia marido-mujer, violencia padres-hijos, el jefe de la pandilla contra los otros..., cualquier tipo de violencia nos sitúa por debajo de todas las especies animales. El abuso de autoridad degrada como persona a quienes la ejercen.
- Como mujer y médico, ¿en algun momento te has sentido discriminada?, ¿te sientes bien atendida en esta región, en este país?.
- Sí. Porque además yo hago un trabajo de estibador. La investigación ha cambiado mucho en los últimos treinta años. No es lo mismo lo que pasaba en los años setenta a lo que sucede en la actualidad. El tener investigadores es muy caro y hay veces que no se puede pagar. Es muy caro a corto plazo y los políticos lo que quieren es rentabilidad a corto plazo. A largo plazo nadie lo ve. En España se hizo poco en este sentido, en las facultades de Medicina no te enseñan a investigar, te enseñan a chapar y a lo que vas a encontrarte en la calle. En el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, Valentín Fuster tiene un equipo de investigación. Aquí en el Valle del Nalón somos unos privilegiados porque tenemos al Doctor Blanco que hace una investigación a nivel puntero mundial que es un lujo asiático, y un orgullo para nosostros tener a toda una autoridad mundial.
- Tu profesión te hace asisitir a un sinfín de congresos médicos, por lo que, al margen de tus viajes privados, habrás conocido muchos lugares. ¿Qué es lo que mas te ha impresionado del mundo que has visto?
- Lo pequeño y lo grande que es, sobre todo lo pequeño. Cuanto mas recorres, cuanta mas gente conoces, te das cuenta de que no puedes ser ni chauvinista, ni radical (Asturias independiente). En el mundo estamos globalizados para todo, pero te das cuenta de que es pequeño, que está ahí, y tenemos que cuidarlo. Tú no puedes ser “de”, como yo que soy de Gijón. Hay que ser tolerante, tener una miras mas largas y no juzgar a nadie y aceptar las costumbres de todo el mundo. Hay que ser tolerante, y cuanto mas viajas, mas tolerante si cabe.
- Esos defectos que no están en lo fisiológico, ¿los ves en las personas?, ¿te fijas en ellos?.
- A mí me gusta saber cómo es la gente que tengo enfrente, saber de qué pie cojea, ver si son inseguros, nerviosos... Habitualmente, si tengo tiempo, me gusta profundizar. Siempre es mas facil tratar con un paciente si llegas a conocerlo en profundidad.
- ¿Cuáles son las cualidades que mas valoras en una persona?.
- No se. Educado, afable, honrado, legal..., una persona con mayúsculas. Hoy estábamos hablando de una persona que, a lo mejor a nivel científico no es muy importante pero es una maravillosa persona. Una persona que a mí me transmitió una imagen de abuelo bonachón es Branwald, el padre de los cardiólogos de este país. Es el autor del libro de texto que todos estudiamos. Es el viajecito, a la vez rígido..., a mí eso me gusta. Una vez le encuentro en un congreso, totalmente perdido por unas escaleras, buscando el aula donde tenía que dar una clase magistral, y es una persona sencilla, agradable, pero es un tío con mayúsculas.
- Alguna vez te habrá ocurrido que alguien a quien acabas de conocer te invite a fumar. Tú que eres enemiga del tabaco, ¿qué es lo que le dices?.
- No, gracias. No intento aleccionarle. Sin embargo, si el tema sale en la conversación, lo primero que le digo es que tiene que dejarlo. Yo se que hay que echarle mucho valor. Yo no soy nadie para adoctrinar a nadie, pero a nivel profesional es mi obligación informar. Entre mis amigos ya saben lo que opino, a ellos sí los adoctrino sin piedad. Yo, de todas formas, soy paliativa, lo que mas me importa es que la gente esté tranquila y sea feliz. Si te queda poco y lo que se va a conseguir es que seas un triste y un amargado, no merece la pena. Lo importante es la calidad de vida.
- Y a parte de viajar, mirar corazones y prohibir fumar a sus dueños, ¿qué aficciones tienes?.
- Me encanta leer. Leo todo lo que llega a mis manos. Hay temporadas que leo hasta los botes de champú. Me encanta viajar con los libros.
- Recomiéndame alguna lectura.
- Me gustaron mucho los libros de Africa de Javier Reverte, que es un viajero. Me encanta cómo escribe sobre ese continente. Eso es para disfrutar, para viajar un poco. Me gusta mucho la novela histórica, uno de los últimos que leí fue la vida de Julio Cesar, y me gustó. Hay libros que merece la pena leer diez veces, cien veces. De vez en cuando cojo la Ilíada para leer trozos. Para pensar, uno que leí en un aeoropuerto, “El niño con el pijama de rayas” me dejó hundida en la miseria. Tengo muchos libros, antiguos..., de todo tipo.

Continuamos durante un buen rato hablando de lecturas y compartiendo opiniones. Matilde Asensi, Ruiz Zafón, Richard Bach, Herman Hesse... “Ilusiones” y “Shidarta”, respectivamente, de estos últimos nos impactaron a ambos de forma importante. “Ilusiones”, la pluma azul. Laura consiguió una pluma azul con una colonia de Yves Saint Laurent. - ¿Qué me dices del cine?.
- Me encanta, aunque cada vez voy menos. Me gusta Humphrey, La Reina de Africa, Cayo Largo. Blade Runner me encantó, es para mí una película de culto. Acostumbré a mi hija a ver cine, uno de cada dos viernes íbamos juntas al cine, y el otro a merendar. Yo creo que las aficiones en los críos se inculcan de pequeños.
- Sigamos en lo lúdico. Dime una frase, una cita favorita.
- Tengo muy mala memoria para algunas cosas. A lo mejor adjudicaría equivocadamente una cita a alguien, soy mas bien refranera. Los viejos refranes de la gente mayor a mí me gustan,
- ¿Dónde está la belleza en este mundo?.
- “En to los laos”. El cielo es precioso, lo verde, las flores, los árboles..., lo tienes en todos los sitios, todo estriba en mirarlo con ojos observadores. Mira, este año fuí a Egipto con mi hija y, yo que soy de puerto de mar -que en Madrid, por ejemplo, echo de menos lo húmedo- fuimos al lago Nasser, al desierto, y me pareció lo mas bonito del mundo, una paz, una tranquilidad..., precioso. Para cargar las pilas durante unos meses. Yo contaba que algo que no fuese verde no me podría gustar. Pero si tengo que vivir en algún sitio, yo me quedaría aquí.
- ¿Y si hablamos de paisajes?
- En Candás, debajo del Faro hay una pica rodeada de mar. Voy a menudo con el perro. Me gusta mucho la Providencia en Gijón y en España la Costa da Morte.
- ¿Qué te parece eso de la nanotecnología?. Eso es investigación...
- Es el futuro de la medicina, la investigación va a ir mucho por ahí. Lo pequeñito va a encargarse de que todo funcione y se coordine.
- ¿Y, la teoría de la relatividad, el Big-Bang y todo eso?, ¿lo entiendes?
- ¡Sí, hombre!. Me encanta la astronomía. (Me dice en voz baja), cuando acabé el bachillerato, yo quería ser Astrofísico. Si lo cuentas en la Cuenca puede ser muy fuerte...(se ríe). Cuando tenía que decidir, mi padre me dijo: “de lo que hay en Asturias, escoje lo que quieras”. Yo tenía matrícula de honor en COU, era bastante buena estudiante, y eché las solicitudes en Magisterio y Medicina. Ya sabes por lo que opté. Empecé a estrudiar Medicina como para ver qué pasaba y, a medida que avanzaba, fué un profesor de Anatomía, Palomero, que nos llevó a hacer disección a la sala y eso fue como una droga, querías mas y mas, y estabas allí hasta las tantas. Y descubrí que esto era lo mío, que me encantaba. Pero yo quería ser astronauta, aún pensaba en estudiarlo una vez terminada la carrera, lo que ocurre es que ya no me quedaban neuronas.
- Hablando de eso de por ahí arriba, hablemos de creencias.
- Yo creo en Dios. Tengo, como algunos, la teoría de que si Dios no existiera el hombre lo crearía. Nos hace falta, sirve de apoyo cuando estás solo, cuando tienes ciertas carencias. Y me da igual que se llame Alá o como sea.
- ¿Es la muerte el final del camino?
- Yo creo que no. No se si habrá o no reencarnación pero también creo que no es algo que nos deba de preocupar, es el círculo de la vida.
- Si tuvieras que destacar un logro científico, ¿cuál sería?
- La penicilina... Y creo que la lejía (el cloro) ha logrado que la humanidad viva mas años. Sobre todo el cloro, la higiene, la canalización de las aguas. Así y todo, sabes que aún muere mucha gente de cólera por falta de potabilización en las aguas.
- ¿Tu momento mas emotivo?, ¿quizás cuando fuiste madre?.
- La muerte de mi padre hace cuatro años (se le escapa una lágrima). Éramos muy parecidos, discutíamos mucho, hablábamos mucho. Era una persona muy juvenil y siempre procuraba que no te enfadaras. Fue una persona muy importante para mí. El ser madre es muy importante pero en esos momentos las mujeres tenemos mucho que hacer (vuelve a reirse), pero fue lo mas importante que hice en mi vida, tener mi hija y, no el hecho de tenerla, del parto, sino el de criarla.
- ¿Vas al médico?
- Hace un año que no voy, pero se lo que es ponerse al otro lado de la mesa, y es complicado. Por eso valoro al aspecto humano de la relación médico-paciente.
- Por último, Laura. ¿Cuál es tu meta en la vida?.
- ¿Mi meta?... A mí me gustaría ser un buen médico y una buena persona. Yo no voy a ganar el premio Nobel, ya lo perdí hace tiempo al trabajar como trabajo, no voy a publicar gran cosa. Me gustaría que al final de mi vida laboral se dijera de mí: “Ha sido una buena profesional”.

Que así sea, aunque estoy convencido que Laura es ya una “Gran Profesional”, tolerante y con un “corazón” repleto de sensibilidad y sentimiento. Perdóname por llevarte la contraria. Gracias.

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