jueves, 10 de diciembre de 2009

MIS PERSONAJES: CRISTINA FANJUL, optimista ante la adversidad


Antes que nada quiero dar las gracias a Irene Fombella Coto que me facilitó el acercamiento y a la sociedad La Montera que, de nuevo, fue escenario de esta entrevista y que, además, permitió que el perro lazarillo de Cristina, Cracker, estuviera con nosostros en todo momento. Todos los ciudadanos del Valle conocen a Cristina Fanjul y lo que le sucedió hace poco mas de ocho años, hechos que no voy a repetir pero de los que hablaremos a lo largo de estas páginas. Acompañada de Cracker y de su amiga Irene, siempre sonriente y dicharachera, Cris, como la llaman sus amigos, es una mujer práctica, valiente, optimista, con mucho carácter que no elude, en absoluto, la evocación de aquellos sucesos que marcaron para siempre su vida. No me conoce aún, solo por una conversación telefónica que hemos mantenido hace dos días para concertar y hablar de este encuentro que paso a relatarles.

- Cuando conoces a una persona y ésta se pone a hablar frente a tí y sabes que está mirándote a los ojos, ¿notas que se pone nerviosa, que no sabe muy bien cómo comportarse?
- Desde que me pasó esto hay gente que no me saluda y debe de ser por eso que tu dices. Por ejemplo, al padre de una amiga day cosa, me ve y no se dirige a mí, y la hija le dice “salúdala que es Cristina, es la de siempre. No te ve, pero...”. Sí, hay gente que sí se pone nerviosa al principio. Luego, poco a poco, va pasándoles. De todas formas es distinto ser ciego de nacimiento, como es el caso de mi marido, que volverse ciego ya de mayor, como es mi caso. Con los primeros casos parece ser que la gente se comporta con mas naturalidad.
- Supongo que cuando conoces a una persona te gustará saber cómo es. ¿Alguien te la describe? .
- Muchas veces las empiezo a conocer por características como el olor, la voz, pero sí, siempre hay alguien que me dice cómo es mas o menos esa persona...
- Hay ciegos que pasan la mano por el rostro de la persona para percatarse de cómo es...
- Sí, hay ciegos que son muy sobones pero yo no acostumbro a hacer eso. A mí lo que me fastidia es cuando llega alguien y dice “¿quien soy?”, (se ríe) y digo “soy ciega, pero no adivina”, o mi madre cuando dice “mira quien está aquí, ¿a que no sabes quién ye?. Evidentemente no lo se y pregunto quén es. Lo que se debe de hacer es llegar y decir “Hola Cris, soy fulanito”, y punto.
- ¿Notas que se te ha agudizado algún sentido?
- Sí, sí... el oido y el tacto. A los pocos días de estar en el hospital ya oía si alguien se acercaba por el pasillo. Y el olfato muchísimo, yo creo que el que mas.
- Vamos a meternos un poco en tu tema. Estas últimas semanas te habrán hecho la misma pregunta un montón de veces y yo tengo que volver a hacértela: ¿qué pensaste cuando te enteraste de que tu agresor pide un permiso carcelario, o cuando pide un indulto?.
- Siento impotencia, La gente me dice que tengo que sentir rabia, pero ¿rabia, por qué?. Rabia no, impotencia, y no solo con el que me lo hizo a mí, sino contra un estado social, porque es que si a alguien le ponen veinticinco o treinta años de prisión, ¿por qué tiene que estar en la calle cuando pasan seis o ocho años, como es este caso?. Siento impotencia de que se pongan penas tan largas..., el de Juana Chaos..., para que luego no se cumplan, y no solo en mi caso sino en tantísimos otros en que ocurre exactamente eso que estoy diciendo. Siento indignación.
- Aún cumpliendo la integridad de su condena, este hombre tendrá que salir algún día de prisión, ¿has pensado que un día puedas encontrártelo por la calle?, aunque es algo complicado, ¿le dirías algo?.
- Claro que puede suceder, pero no le diría nada. Ya pasaron ocho años y ya ni me acuerdo de su voz...
- Si por ejemplo se dirige a tí y te pide perdón...
- No creo que fuera a pedirme perdón porque según él su padre, no hizo nada. ¿No se que concepto tiene la gente de perdón?.
- Cuando hablé contigo por teléfono para concertar este encuentro me dió la impresión de que rebosas alegría, y ahora que llevamos veinte minutos hablando pienso lo mismo. ¿Eres feliz?.
- Si, soy feliz, como cualquier otra persona que es feliz.
- Lo que quería preguntarte es si ese optimismo que demuestras, esa alegría, ¿es un escudo de refugio de tu situación?
- No. Hombre, tengo días bajísimos como los tiene todo el mundo pero ésta es mi forma de ser.
- ¿Qué es lo que mas echas de menos “poder ver”?
- Yo creo que las caras de la gente, el estar hablando contigo, por ejemplo, y estar mirándote a la cara.
- ¿Y algo en concreto?, por ejemplo la cara de tu marido, de tus padres...
- A mi marido nunca le ví, lo conocí así. El otro día se lo decía a él, si viera ahora la cara de mi madre a lo mejor sufriría un trauma porque, claro, los viste por última vez casi con diez años menos. Mi hermano ya está con canas, y todo el mundo cambiamos con los años. Igual me llevaba un susto.
- ¿Cuántos amigos tenías antes...?
- (Me interrumpe) Muchos...
- ¿Y cuántos tienes después, ahora?
- Pocos. Al principio venían a verme al hospital treinta, cuarenta personas..., y todas el mismo día. Y luego nada, luego fueron desapareciendo y quedaron cuatro. Los del Grupo Reija y cuatro amigos mas. Ahora son muy pocos los que me llaman para salir a tomar un café, antes era muy distinto. Antes había un poco de morbo con mi situación, el médico en el hospital llegó a decírmelo, “hay que bajar a la tierra, porque cuando llegues a casa los primeros días seguirá siendo igual, pero luego te vas a encontrar sola”.
- ¿Qué recuerdas con mas cariño de ese tiempo en el hospital y de los primeros días en tu casa?
- No se. Yo creo que las visitas de mis amigos, de Irene, de Armando, de Pedro, de Iván..., que estaban todo el día allí. Tenían que hacer turnos para quedarse conmigo. Claro, las chicas por la noche. Del grupo algunos llegaban, después de trabajar, muertos de hambre y me atracaban el armario... Tenía bombones, pastas..., pero como no podía comerlos, se aprovechaban ellos, y yo decía, ¿cómo sois tan cabrones?.
-Te gusta ir al cine y leer. Explícame cómo es eso.
- Leer no, me lo leen. Se las letras y las combinaciones del braille pero me cuesta mucho trabajo, así es que me lo leen. No es como mi marido que, desde pequeño, aprendió a leer con braille. Acerca del cine, tengo películas que tienen autodescripción; tú ves la película y, en los espacios sin diálogos, te describen la situación, los personajes, las escenas... Hay también algo que se llama BSO (biblioteca sonora de la ONCE) que te da los libros ya masticados.
- ¿Te gusta viajar?
- Sí me gusta. El año pasado, por estas fechas, estuvimos en Onteniente (Valencia) mi marido y yo. Este año queremos ir a Sevilla a ver a unos amigos. La madre de uno de ellos está muy enferma y queremos ir a conocerla. Tenemos allí también un amigo que está ciego y para encima cojo; tienen que hacerle diálisis, tiene problemas de páncreas y riñón, el pobre..., así que ¿de qué nos quejamos los demás?, siempre hay alguien que está peor que nosotros.
- Lo que te ocurrió es terrible. ¿Ha cambiado eso tus creencias?, ¿has llegado a renegar de ellas, si es que las tenías?.
- Yo soy creyente, pero no practicante. Toda la vida me educaron con la religión, ¿no?. Cuando estrené el piso mi madre pidió al cura que fuera a bendecirlo y lo hizo. Yo no dije nada, pero me daba igual. Pero mis circunstancias no influyeron para nada en mi concepto acerca de la religión, en eso sigo igual que antes. Soy creyente porque me educaron así.
- Y en la sociedad, ¿crees?. ¿Todo el mundo es bueno?
- Haylos y haylos..., pero yo en eso soy tajante, la persona que me decepciona suele acabar para mí (me cuenta una anécdota). Lo siento, pero no.
- ¿A quién admiras?.
- A muchos (se rié). Hombre, al Busta.
- ¿David Bustamante?, ¿le conoces?.
- La última vez nos dieron invitaciones en Gijón y fuimos a verle a San Sebastián, creo que fue, y luego a León. Teníamos pases VIP y también llevamos a mi sobrina para que le conociera, la abrazó y todo. Es muy majo.
- Te veo continuamente echar la mano a la derecha para tocar a Cracker. ¿Qué hablas con él?
- Es para ajustarle la correa para que esté cómodo. Yo creo que habla mas mi marido con él que yo, hablan de futbol. Este lo entiende todo, sobre todo cuando me enfado con él. Cuando le castigo en una esquina ni se mueve, aunque le levante el castigo sigue en sus trece, es muy cabezón.
- Si tuvieras que contar aquí tu mayor deseo, ¿cuál sería?.
- (Queda pensativa) No se..., ser madre. Es la ilusión de casi todas las mujeres. En mi caso, además del deseo, es una necesidad porque al no trabajar necesito, de alguna forma, romper la aburrida rutina de no hacer nada. El tener una obligación como supone el cuidar a un hijo me ayudaría también a romper con esa rutina en la que estoy.
- ¿Te molesta la conmiseración que la gente pueda tener contigo?.
- Yo sigo siendo la misma que antes, el que la gente eluda mi presencia o se acobarde al dirigirse a mí, es un problema de ellos, no mío, pero si que me molesta un poco.
- ¿Tú crees que la vida es algo maravilloso, que merece ser vivida, o al contrario piensas, como dicen algunos, que es un valle de lágrimas?.
- Creo que la vida es maravillosa y merece la pena ser vivida, como dices. Aunque te encuentras con todo... gente buena y gente mala pero a éstos últimos hay que dejarlos afuera y seguir.
- ¿Qué cambiarías en este mundo?.
- Muchas de las injusticias que hay, muchas guerras y muchas cosas... Es que nos peleamos por cualquier cosa, estamos un poco “zumbaos”, y así nos va.
- ¿Sueñas?.
- (Se ríe). ¿Despierta o dormida?. Tener mucho de dinero, bromea, como todo el mundo. Ya en serio, no tengo ningún sueño en especial.
- Eres práctica a tope. ¿Crees que algún día podrías recuperar la vista?.
- No, creo que no. Además yo el nervio óptico lo tengo cortado al ras. De todas formas prefiero no pensar en ello, no me gustaría que una nueva técnica, que las hay según he sabido últimamente por un documental, me llenara la cabeza de cables. Sería para volverse loca.
- ¿Qué es lo que mas te disgusta o te cuesta hacer?
- No se, pienso que bajar a Cracker a la calle. Cuando Javi marcha a trabajar le digo “anda bájamelu”, es pereza mas que nada.
- ¿Y lo que mas te gusta hacer?
- Gústenme muches coses, pero creo que bailar. El baile regional, el baile de salón..., también me gusta montar a caballo.
- Eres aún muy joven pero el destino te habrá hecho madurar prematuramente. De todas formas, ¿sigues teniendo algo de niña?.
- Hombre, no se... (y echa una carcajada). Yo creo que todos llevamos un niño dentro. ¡Qué preguntas mas extrañas!, hacen pensar...
- ¿Qué piensas de la gente que siempre tiene razón?
- Hombre, yo les dejo que se expresen, todos tenemos derecho a expresarnos. Unos tienen mas facilidad de palabra que otros pero, sobre estos que filosofan y creen que siempre llevan la razón, yo les dejo que hablen, luego yo pienso lo que a mi me parece mas correcto.
- ¿Y sobre los políticos?
- Paso de la política pero, en cualquier caso, creo que son unos aprovechaos y que gobierne quien gobierne vamos a estar igual.
- ¿Cuál es tu meta en esta vida?, además de ser madre.
- Seguir como estoy, me conformo con lo que tengo.
- Por último Cristina, y esta es una pregunta que seguro te va a hacer pensar mas que en cualquiera de las anteriores, te ruego que digas aquí algo que siempre hayas querido decir pero que no te hayan preguntado o que no hayas tenido la oportunidad de decirlo.
- (Se queda pensativa un buen rato). No se... (vuelve a pensar). ¿Cómo era la pregunta? (echa una carcajada). Podías habérmela echo hace dos días y así traía la respuesta preparada.
- Piénsalo bien y llámame.

Queda, por tanto, abierta la entrevista. Algún día esta chica alegre y optimista, entreabierta y jovial nos seguirá contando sus cosas. Entretanto nuestro deseo es que tenga la mejor suerte del mundo. Se la merece.

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