jueves, 10 de diciembre de 2009

MIS PERSONAJES: JORGE SERRANO, artista, bohemio y polifacético.


Hace dos días que ha concluido su exposición en las Escuelas Dorado de Sama. Unos días antes me acompañó en la visita, haciendo de guía. Descubrí a un Jorge maduro, tremendamente ilusionado, feliz, lleno de proyectos. Hablamos durante bastantes horas y también gastamos alguna en hacer fotografías, dos de las cuales ilustran estas páginas. Merece la pena conocer a Jorge Serrano.

- Me llama especialmente la atención el preámbulo del catálogo de tu reciente exposición en Sama. Dice: “Cuenta el pintor su vida como la pinta, como quien narra una historia que siempre permaneció invisible a las miradas extrañas, aguardando paciente al otro lado del espejo, esperando ser descubierta en su reflejo”. ¿Te sientes retratado con esta frase?.
- La vida está llena de hechos complejos. A través de estos años han ocurrido muchos acontecimientos, muchas sensaciones. Comienzo siendo un niño que se ve en la necesidad de ayudar a sus padres en el trabajo cotidiano. Ahí me encuentro por primera vez con una realidad contundente. Sí, casi siempre cuento la vida como la pinto, mas bien pinto la vida como la veo, como yo la he vivido. Eso sí se ve en esta exposición, aunque en ocasiones uno se deja llevar por la fantasía, como en la anterior
- Empezaste con los lápices, los pinceles y la guitarra; continuaste con la radio durante muchos años, y ahora la pintura. Eres multifacético.

- Realmente pienso que tengo una cierta aptitud para las artes. Empecé con la guitarra porque, obviamente pertenezco a la generación de los Beatles y de los Rolling, aunque en casa mi padre escuchaba otras cosas, escuchaba a Luis Mariano, a Carlos Gardel, a Morricone, a Renato Carusone. En casa circulaba la música italiana, pero yo, que estaba enganchado a la radio, pensaba que sería bonito tener un grupo musical, pero para ello era necesario tener una guitarra y conocimientos para tocarla, sin embargo no teníamos ni idea. Entonces propongo a mis padres bajar a La Felguera a clases en la Rondalla de La Salle y allí fué Mariano Diaz, actual director, mi primer maestro.
- ¿Es cierto que Don Severino, el médico de tu familia, te ayudó a conseguir tu primera guitarra?. ¿Cómo fué eso?.

- Aquéllos eran tiempos difíciles. Mi padre ya había tenido un grave accidente minero en los años sesenta. El sueldo que entraba en casa era mas bien escaso y en casa éramos cuatro hermanos. Conseguir una guitarra eléctrica en aquellos tiempos era como un pequeño milagro. ¿Qué familia podía permitirse el lujo de gastar quince o dieciséismil pesetas que valía por entonces?. Yo tenía muchas ganas de tenerla, ya tocaba algunos acordes y manejaba un poco el instrumento. Con mis amigos de Tuilla ya tocábamos algunas canciones de los Shadows..., y como no había forma de comprarme la guitarra decidí hacer una huelga de hambre, y Don Severino, que siempre había sido muy protector conmigo, que siempre me compraba los lienzos, los lápices y los pinceles, intervino en el tema y dijo a mis padres “o le comprais vosotros la guitarra o se la compro yo”. Nunca les pregunté a nis padres cómo se habían arreglado para comprarme la guitarra.
- ¿Crees que esa guitarra condicionó toda tu vida posterior, desde los trece años?
- Sin duda. A partir de ahí, a raiz de la marcha del guitarra solista de los Tharisman, se me ofrece la oportunidad de entrar en el grupo que ya tenía un cierto nombre. Ahí conocí a mi esposa y madre de mis hijas y, en ese momento, compartiría la guitarra con el trabajo en la mina y los estudios en el bachillerato nocturno. Los viajes por el Norte con el grupo me permitieron conocer gente y a mi gran amigo, casi mi hermano, Pedro Hernandez el Disk Jokey que lo sería durante muchos años en el Madison en el Entrego, y que además sería mi compañero durante muchos años en los programas de Radiocadena Española en el control de sonido.

- Vamos con ese tema. ¿Por qué la radio?
- Yo se lo propuse a Pedro y me dijo “no hay problema, yo conozco a gente en La Felguera, buscamos a dos o tres esponsors que nos patrocinen y vamos a Radiocadena a ver si podemos hacer un programa nocturno”. Yo sabía que había una carencia en el tipo de música que a nosotros nos gustaba y planteamos el proyecto a Don Eladio Miranda que lo acogió con bastante entusiasmo porque además le aportaba una pequeña rentabilidad económica. Y allí comenzó mi carrera radiofónica, la guitarra abrió el camino y un montón de espectativas mas.

- ¿Destacarías la influencia de tu padre en tu vida artística?

- Con mi padre aprendí muchas cosas, aprendí a sacar lo mejor de mí mismo en el sentido artístico. Él se dio cuenta de que yo tenía facultades para el dibujo y me traía cosas y me mandaba dibujar de los comics, de Flash Gordon, del Capitán Trueno, me traía cosas de Emilio Freixas, apuntes sobre el cuerpo humano. Me ponía deberes y me tenía todo el día haciendo trazos. Me enseñó a trabajar con la acuarela, con el óleo. Tengo pasados meses enteros sin salir, dibujando. A veces los deberes quedaban por hacer porque, cuando un dibujo no me salía, me enfadaba, tiraba o rompía los lápices y volvía a insistir en el dibujo o la pintura sin pensar en otra cosa.

- Aunque yo soy profano, al ver tu exposición me da la impresión de que eres algo urculiano. ¿Acierto en la valoración?.

- No. Ni tan siquiera daliniano. Lo que pasa es que cuando llevas trabajando años en esto hay veces que puede haber ciertas connotaciones. El hecho de trabajar con el aerógrafo es una de ellas. Úrculo le llamaba el instrumento diabólico y, realmente, tenía razón porque el trabajar con él requiere mucha paciencia, tiene gran complejidad. Yo creo que me parezco bastante, aunque algunas personas no se hayan percatado de ello, a Magrit, por la simbología. En cuanto al tema de los símbolos puede observarse en “La recolectora de lluvia” de esta exposición. De todas formas cuando estoy en mi estudio no utilizo referente alguno, no pienso ni en Úrculo, ni en Dalí, ni en Andy Warhol, me presento desnudo ante el lienzo en blanco. De todas formas cuando haces una labor creativa siempre acabas pareciéndote a alguien, es inevitable.
- En tu época de radio realizaste entrevistas a un montón de celebridades de la música. ¿Qué destacarías o a quién?

- Entrevisté a Mike Olffield en Madrid, estaba la flor y nata de la prensa y radio de este país. Recuerdo que se le estaban haciendo preguntas bastante banales; uno le preguntaba si era feliz con su mujer, otro si tenía perro... Yo le dije que a la vista de su música que, en muchos bloques y aspectos, resultaba bastante reiterativa, le pregunté si realmente pensaba que podía tener una proyección de futuro y hacia dónde caminaba. Alguien me dijo allí “no te metas con el músico”, pero él me contestó que aspiraba a convertirse en un concertista clásico. Y un personaje entrañable para mí, con el que coincidí y al que entrevisté en varias ocasiones, fué Tete Montoliú al que llamaba todos los años por su onomástica. Además en mis programas siempre había un apartado de jazz. Una anécdota jocosa fue cuando traje a Carlos Puebla y sus Tradicionales que, por entonces, estaban vetados. Era el programa “120 minutos musicales”. Eladio Miranda dijo a mi amigo Pedro, “oye a Jorge ¿no se le ocurrirá traer a Carlos Puebla...?, está censurado”, “que va, Don Eladio, no pasa nada”, contestó, y de repente aparezco con ellos en el estudio. Don Eladio se puso malo, pero malo de verdad. Fue una cosa tremenda. Por aquel tiempo, cuando todo estaba prohibido, dije cosas en la radio que luego no repetí, ni por asomo, con la llegada de la democracia. Un día me visitó Marichu Cuadrado, una amiga mía de Barcelona, que había conocido en Madrid en un concierto de Lluis Llach (al que también entrevisté). Yo quería grabar un orgasmo como sintonía para un programa de la noche y Marichu se tumbó en una mesa y empezó a jadear. Lo grabamos y utilizamos el orgasmo de Marichu como sintonía de entrada, lo que pasa es que, pasado un tiempo, hubo que quitarlo. En tiempos en que pretendidamente debería de haber mas libertad, la realidad no era así.
- Tú, que fuíste transgresor, ¿qué es lo que no hiciste a lo largo de tu vida?
- Casi todo, me hubiera gustado hacer muchas mas cosas, haber viajado un poco mas..., me da mucha pena pensar que pertenezco a este planeta y no conecerlo...
- Eso iba a preguntarte. ¿Cuál fue el viaje mas molón que realizaste?

- Creo que el que hice a Bruselas con motivo de mi exposición, la Gran Place que es preciosa y la Pequeña Venecia, los canales. Luego unas vacaciones que pasé en la República Dominicana, bucear en Cayo Paraíso..., un islote en casa del demonio que no tiene mayor tamaño que la Plaza de los Chorizos de Sama, cuando pasas del arrecife de coral te encuentras con un abismo precioso, lleno de plantas y peces exóticos. Una gran ciudad que me gustaría conocer es San Petesburgo. Me gustaría haber conocido mas sitios, conocer la cultura y la historia de los pueblos “in situ”, pero todo se andará.
- ¿Cómo te expresas mejor, o cómo te gustaría expresarte?

- Yo me expreso muy bien con la pintura. De cualquier manera mi trabajo, que está al margen de modas y de tendencias, creo que viene derivado de la facilidad de la conversación y de entendimiento que me dió la radio en su día..., la literatuta me ha enseñado que hay escenarios que me han permitido expresarme con mi pintura que, creo, es hiperrealista y narrativa, mi pintura cuenta historias. No soy ambicioso por tener cosas, no quiero tener un gran coche, ni una despensa llena de alimentos, en sentido figurado,...quiero tener un buen equipo de musica para disfrutar de mis discos y una buena biblioteca que me permita reconciliarme conmigo mismo a través de la lectura. Por eso te digo que me expreso mejor pintando, porque el pintar me permite ser libre, no me importa la opinión de los críticos sino la de las personas que van a ver mis exposiciones. Me encanta saber qué es lo que ellos ven, mas que me pregunten qué es lo quiero transmitir. A través de la pintura digo todo lo que quiero decir. Aunque algo tarde, he vuelto a reencontrar mi vocación de la infancia.

- Oye Jorge, ¿tus amigos, los de tu quinta más o menos... Munarriz, Alberto Vega, Vicente Iglesias, Helios Pandiella, Adolfo Altable...?
- Grandes amigos. Con Alberto Vega y su mujer, Paula, pasé unas gratísimas vacaciones en Posada de Llanes. Fué una muerte que lamentamos todos, fue una bellísima persona. En la primera exposición que hice en las Escuelas Dorado me hizo un acróstico de forma poética para el catálogo. Había terminado de presentar esa exposición Julio José Rodriguez y vemos bajar por las escaleras, desde la planta de arriba, a Adolfo Altable tocando el saxo, y nos dió un recital que aún recuerdan, después de diez años, algunas personas que han venido a ver ésta de ahora. Adolfo fue una persona muy querida.
- Hablando de Altable, ¿tuvo que ver tu actividad de promoción de “Hazañas Bélicas” en el éxito del disco y de los Stukas?
- Tuve una estrechísimia relación con ellos. Me daban la maleta y me decían “nosotros nos ocupamos de la música y tú vas a hacernos de manager, ocuparte de las cenas, del hotel, de esas cosas..”. Los apoyé radiofónicamente, en la prensa, les acompañé toda una semana a grabar el disco en los Estudios Genma de Barcelona en la primavera del 81, hice de corresposal de La Nueva España, de hecho salieron dos páginas del evento,... el disco, efectivamente, tuvo una promoción tremenda. Pasé con ellos horas fabulosas, planificando todas las mezclas del disco. Pero el éxito de Stukas radica exlusivamente en Stukas, tenían una trayectoria artística de muchos años y una gran calidad musical.
- ¿Tú crees que hay que echarle cara a la vida, Jorge?. No lo tomes como nada personal.
- No lo interpreto así. A la vida mas, que echarle cara, yo creo que hay que echarle valor. Cuando era joven meditaba poco las cosas, me dejaba llevar por mis impulsos, pasaba horas escuchando música compulsivamente..., cuando estuve en la radio me olvidé de todo. Claro que durante mas de diez años me pasé trabajando doce horas diarias, aquéllo fue una locura..., y sí me di cuenta que a veces es necesario echarle cara. Recuerdo que en una ocasión llevé a ciento diez personas a Madrid a ver a Police en dos autocares, teníamos las entradas reservadas por teléfono. Cuando llegamos, habían vendido mas entradas de las que tenía el aforo y nos quedamos sin ellas. Tuve que echarle “morro” al asunto y, sorteando a la Policía que estaba dando palos y cargando a caballo contra la gente, logré ver al responsable del concierto para ver lo que había pasado con mis entradas, y allí aparecieron las entradas de Jorge Serrano y sus ciento diez langreanos. Algo similar ocurrió en el año 76 en Barcelona, en el concierto de los Rolling, en plena época hippy...
- Vamos a intentar ser breves, quédate con un músico.

- Duke Ellington
- Como mi musa. ¿Y un artista, pintor o escultor?
- Picasso
- ¿Y un personaje langreano?, tú lo eres.
- Yo nunca fuí excesivamente mitómano. Cellino, posiblemente, Ricardo Labra, Guillermo Morales.
- Hablemos de la exposición “NF3382”. A mí me gusta en general, pero especialmente “La Gota”, “Todos a blancas”, “la mirada-2”. Aunque todos son tus hijos, ¿tienes especial predilección por alguna de tus obras?.

- Hombre..., “El esclavo” está un poco extraida de la obra de Rivera, una obra muy doliente, con un escenario mas actualizado, situado en un lugar de una inmensa violencia. “El angel caído” narra nuestra propia naturaleza en la que, aunque todos parezcamos muy buenos, siempre tenemos ese instinto de violencia. Trato de describir la dificultad que tiene el ser humano para encontrar la paz, denuncio también el posicionamiento de los medios de comunicación, en los que no he encontrado una solución al tema de los elementos bélicos. Yo creo que en mi obra expreso quiénes somos realmente nosotros, qué es lo que nos ocurre y por donde van todas nuestras historias, algo de carácter humano y social. Hace tiempo oí una entrevista, no recuerdo a quién, en la que se decía “¿cuando el ser humano se dará cuenta de que habrá de retroceder parte del camino andado para poder encontrarse a sí mismo?”. Mi exposición refleja un poco eso, como es el caso de “En una dimensión del olvido”, o “En la habitación naranja”, es lo que nos describe, la absoluta soledad.
- ¿Y “El espía”?, es de alguna forma el estandarte de tu exposición.

- Es el que nos controla. Si te acercas y te colocas a un metro del cuadro, te mueves a sus extremos, a izquierda y derecha, y podrás ver que sigue observándote, que gira contigo, te está controlando continuamente. Es un efecto óptico que se consigue a través de los prismas de los lentes y de la perspectiva. Yo creo que el espía está al lado de nuestra casa y que aún no hemos aprendido a conjugar un verbo que es “vive y deja vivir”.

Esa es la máxima de Jorge Serrano, vehemente, expresivo, cordial y tremendamente humano. Ha sido un verdadero placer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario