jueves, 10 de diciembre de 2009

MIS PERSONAJES: DIMAS QUIRÓS, genio y finura.

Cuando la persona es tan cercana y tiene una palabra tan ágil y rica en matices, la entrevista se hace poco menos que imposible y se convierte en una charla continuada, donde el entrevistador participa, aunque en menor grado, en el debate sobre todos los temas que salen a colación. Por eso resulta harto complicado dar a la conversación que mantuve con el personaje de este mes el formato de entrevista. Sábado a media mañana, de nuevo La Montera, sociedad a la que agradezco su deferencia, es el escenario de lo que ustedes se disponen a leer. Dimas Quirós, conversador por excelencia, “repartidor de bendiciones”, irónico, malhablado cuando la ocasión lo requiere, culto, conocido y apreciado en todo el Valle es nuestro protagonista de hoy.
Dado que llevo solo un breve guión, porque sé lo variado y anárquico que puede resultar el encuentro, dudo por donde empezar, con el propósito de luego organizar la entrevista. Fracaso en este intento, por lo que la trascribo con la cronología con la que tuvo lugar.

- Comencemos por un lado... (me interrumpe)
- No, comenzaremos por el principio. Siempre por el principio.
- Estoy de acuerdo contigo. Veamos: ¿Conviene desenterrar a los muertos?, ya sabes por donde voy.
- A mi modo de ver sí. Además es algo de justicia. Yo no voy a pedir cuentas, pero que algún familiar de los fallecidos quiera saber dónde está su padre... Pasó desgraciadamente lo que pasó. Y si es del otro lado también. Pienso que hubo bastante tiempo para haberlo hecho. Me parece justísimo, vamos.
- Esto tiene sin duda un trasfondo político, o así se está entendiendo. Mi pregunta iba mas allá, ¿conviene desenterrar la historia, nuestra historia?.
- No quiero dar mi opinión política sobre este tema porque va a molestar a alguien, y no quiero, de buenas a primeras, indisponer el ánimo de nadie contra mí. Vuelvo a repetir, por desgracia ocurrió aquello, pero ya pasaron setenta años. ¿Hay alguien que pueda tener ánimo de revancha por lo que le pasó al abuelo?, yo creo que no.
- No me refiero tanto a las cuestiones individuales, sino al tema del grupo...
- Eso es algo que tampoco hay por qué enterrar. Que se sepan las cosas. Vamos a ver, resulta que unos santificaron a los suyos, los elevaron, en muchos casos a los altares, y los otros no tuvieron la oportunidad, y la gente no lo sabe. Si se aclara un poco, esta bien, ¿no?, porque hay chavales que creen que, efectivamente, la rebelión fue de los otros, no conocen la historia y, según la célebre frase, “quien desconoce o se olvida de su historia está condenado a repetirla”. Que se sepa, sin acritud, como diría quien tu sabes. Yo tengo nietos y casi no conocí la guerra, supe de todo ello ya muy de postguerra, cuando empiezas a pensar por tu cuenta. En mi casa eran gente de biblioteca, de lectura y aún así ¿qué iba a opinarse al respecto?, las ideas fueron formándose con el tiempo. Yo me considero de izquierda, pero no de una izquierda montaraz, sino de centro, un centro euclidiano. Decía un amigu miu de Mieres, un médicu mayor que yo, bastante mayor, que a los que pensamos así vienénnos les hosties por los dos laos, por ir pol centro, val mas ir pos uno de los carriles.
- Dices que procedes de familia en que había grandes lectores, y sé que tú lo eres.
- De grandes lectores no, sólo de lectores, vamos a aclarar las cosas. Yo tengo una buena biblioteca, modesta, pero estoy satisfecho de ella.
- Cuando descubriste la lectura, ya de pequeñín, ¿por dónde empezaste y qué te marcó?
- Pues sí, de muy pequeño y con pantalones cortos. Como todos empecé por los tebeos. Hubo una temporada en que dejé de leer y un jefe que tuve me dijo: “coño, ¿y no te das cuenta por que ye?, porque ves mal, tienes un rechazu físicu al libru, ya lu mires de lejos.... Y puse les gafes de cerca y empecé a leer otra vez, mira que cosa mas curiosa. Cuando tenía veinticinco años me daba tiempo a todo, fuí trasnochador y tenía la cultura del día veinte: Yo el día veinte terminaba les perres y hasta que empezaba el mes tenía que ponerme a leer. La última decena no había dios que la brincara y cuando ya había dado todos los sablazos a mi madre, pasaba la noche leyendo. Un día leí dos novelas de Wenceslao Fernández Florez seguidas, doce horas.
- Un libro que te haya marcado.
- No lo se. Mira, en eso..., cuando hablan de esas cosas..., hubo gente que me impactó mucho, por ejemplo Perez Galdós. Yo tragué todos sus Episodios Nacionales y la idea de “Patria” que tuvo Perez Galdós es la mía. Algunos personajes como Gabriel de Araceli y otros son como yo quisiera ser, son personajes que a mí me idealizaron un poco. Evidentemente no llegué a ser como ellos, y ahora ya no es el momento. Después, ya siendo mayor, hay un hombre que, estoy leyéndolo ahora, es Stefan Zweig, ese judío-austríaco, tengo sus obras completas, en una ocasión dejé un libro de él que no me devolvieron. Y en España hay muchísimos.
- Fuíste de ir al cine, ¿recordarás algo en especial?.
- No. Ya hace mucho tiempo que no voy, pero recuerdo a una Marlene Dietrich joven..., y Casablanca. Fue un impacto total para todo el mundo y, además, es posible que la haya visto tres o cuatro veces, de las pocas que ví repetidas. Me acuerdo aún que en la versión original a Humphrey Bogart lo presentan como un luchador de las Brigadas Internacionales en España. El caso es que el alemán, no recuerdo al actor, le pregunta: “¿qué le parecería una esvástica en la Estatua de la Libertad, con Nueva York ocupada por los alemanes?”, y Bogart le contesta: “les recomendaría que tuvieran cuidado en determinados barrios, porque iban a salir muy mal”. Meterse con la negritud y los cappones, por aquellos tiempos era muy peligroso.
- Hablando de la Gran Manzana, ¿eres viajado?.
- Sí, hice tres viajes a América. Conozco Méjico y Venezuela, allí estuve mes y medio, íbamos a “gerenciar” -era la primera vez que oía esta palabra- unas minas con un tema de aprovisionamientos. Y ya que estaba allí me dije “pues ahora voy pa Méjico”. Y en el año sesenta anduve seis mil kilómetros por Europa, cuando no había autopistas ni nada que se le pareciera. Conozco Italia, Suiza, Francia por supuesto, Austria,... Bueno conocer no tanto, pasamos por allí porque en mes y cinco días no dió para mucho mas.
- ¿Qué te parece de lo del Ayuntamiento único?, Caudal, Nalón que es lo que nos afecta.
- Tendría que haber muy buena voluntad por parte de todos, que no la hay. A mí no me daría mas. Si digo esto van a rompeme la crisma, pero eso de ir a hacer una gestión a Sotrondio, pongamos por caso, choca con una mentalidad tremendamente antigua y anquilosada que es la de tener las cosas al lado de casa. Fíjate, tu conociste la Fábrica, el alto horno lo tenían casi en la cama. Me contaba Juanjo “Paxumal” que estaba en “La Tejerona”: “cuando entraba por la mañana en la oficina quedaban las huellas de las pisadas, y habían barrido hacía escasos minutos”. Las construcciones estaban metidas por las fábricas. Eso no ocurre en Europa y, por supuesto, menos en América. Ye muy cómodo no tener que caminar. Y esto es lo mismo que el Ayuntamiento único,estamos encantados como estamos, conocemos a los funcionarios... Hay un tema que es el de los medios de trasporte. Ahora la gente escapa, sin embargo antes todo el mundo conocía a todo el mundo, se cultivaba la relación de vecindad. Yo que ahora no voy pa ningún sitiu, que no tengo coche -ahora híceme de infantería-, resulta que lo echo de menos: vas por Sama y está vacío y además no conoces a nadie, na mas que a cuatro paisanos vieyos, entre los que me incluyo, que damos el paseo matinal, que no vespertino.
- Yo lo que quería plantearte es qué sentido tiene el que, cuando todo tiende a unirse o a globalizarse, lo que esté ocurriendo ahora sea lo contrario. Por ejemplo, hace cuarenta años, hubo una fusión entre el Racing de Sama y El Círculo Popular y ahora, hace escasamente tres años, ha vuelto a crearse el Racing, y no me refiero solo al futbol, sino a todo.
- Yo fuí de los cuatro de Sama que hizo esa fusión. A lo que te refieres, un Ayuntamiento único elimina, por ejemplo, cuatro secretarios, cuatro depositarios, cuatro interventores.. A lo mejor no eliminan a nadie, porque uno ya está escamau de ciertes coses, pero los gastos se reducen; en puridad de economía política esos puestos se amortizan, no es que dejes a nadie en la calle. Esos puestos de trabajo los pagamos nosotros, con nuestro sudor y nuestro trabajo, y no es para beneficio “de”, sino que será para que hagan bien las cosas...
- Esto nos lleva a las inyecciones multimillonarias de dinero que se están dando a los bancos con esto de la crisis, quizás para que especulen con ello.
- Ahí le duele. Entonces ¿qué es? Que el que opine que esto está mal, entonces ¿es de izquierdas?. Hasta el otro día, eso en EE.UU. era socialismo puro y duro. Esto es una nacionalización encubierta, no la llamarán así, cambiámos'í de nombre. Ahora al joder llámenlo follar, pero no dejar de ser lo mismo. Ellos son particulares, son muy trabajadores, pero tienen una inocencia... Europa, sin embargo, tiene muy mala leche política.
- Hablemos de un personaje de Sama, del Valle del Nalón. Me viene a la memoria León Delestal, pero no quiero pautarte con esto.
- Ya me había venido a la cabeza ese nombre, yo era muy amigo de él. No sé, yo conocí a Don Jerónimo... Había una peña en Gijón que hacían una tertulia en el Café Dorado, y allí había un paisano, Jerónimo González, que cuando se murió, Don Gervasio Ramos, me pidió que custodiara los papeles de las condolencias. El funeral fue aquí en Sama, yo tenía catorce años. Aquel hombre, padre del Derecho Hipotecario, fue un fenómeno por lo visto, ahí no me hipoteco yo hablando. Delestal era un gran chaval, a mi gustaba cuando escribía porque cuando hablaba atascaba, tenía muy pocos recursos dialécticos, pero cuando ponía al alfiler era para echarse a temblar.
- Es decir que impartía mas bendiciones que tú mismo.
- A mí siempre me gustó el juegu floreau. Yo tenía una tertulia que era la de dios. Tenias que estar despierto, y el que no cazara aquello taba jodiu, y eso agudizaba el ingenio. Había un conocido de Sama, muy de Sama -ya murió el pobre hombre- que decía a la gente: “Joder, hablen unes coses mas rares...”, y no eran cosas raras, lo que pasa es que todo tenía doblez, había que interpretarlo con el diccionario metafórico en la mano.
- ¿Que te parece de la juventud de hoy?, de esta generación.
- Ya lo dijo Fraga Iribarne, y yo estoy de acuerdo: es la juventud mas preparada que hubo nunca en España. En los años 50 aquí el tener el Bachiller ya era un logro enorme. Analfabetismo había muy poco pero, a modo de ejemplo, hablabas de Pitágoras y te decían “¿y quien ye esi?”. Pasamos de una época en que todo era pecado a otra, la de ahora, en que nada ye pecao, eso lo añado a la forma de ser, hoy día, de la juventud, pero, sin duda está muy, muy preparada.
- Te quiero preguntar sobre el papel de la mujer hoy día en nuestra sociedad. Igualdad de ministras que de ministros, incluso una que es la del ramo e inventora de palabras...
- Ah bueno, es que hay imbéciles en todos lados. Ye una tonta ilustrá, ¡qué cojones!. Esto lo leí en algún sitio, no ye cosa mía: El porcentaje de tontos, da lo mismo que sea en ingenieros de caminos, que en bomberos, que en médicos o en ministros...y ye cosa de los grandes números, ye del tres por ciento. Y ye el tres por ciento, sean quienes sean, la estadística cúmplese siempre. La mala suerte sería que la china le tocase a uno mismo. Hay una cosa que yo oí al “Polesu” de Sama, un hombre célebre, todo un personaje que encajaba todo muy bién. No sé con respecto a qué, pero contaba una anécdota sobre aquellos ciegos de cuerda que cantaban por los mercados, y estaba uno cantando lo de la guerra de Africa y decía que los españoles habían capturado a mil moros y matado a trescientos en la batalla..., y en esto una paisana se acercó a él y le dijo: “A cieguín, ¿y los moros no mataben ni cogíen presos a nadie?. Y el ciego contestó: “Sí, muyerina, pero eso cántalo el cieguín de la otra esquina”. Sobre lo que me preguntas, las mujeres hoy tienen independencia total, yo creo que esa fue la revolución de las revoluciones, ni la francesa, ni la rusa, fue la de las mujeres. Y lo está siendo, eh. Yo tengo fíes independientes y hacen lo que yos da por los cojones, nun consulten a nadie. Tan casaes, tienen una buena formación, pero no i hacen casu a nadie. Yo eso no lo llevo bien. Yo compréndolo pero me jode que me pase (par de carcajadas).
- Hay otro tema que siempre me gusta preguntar y a tí, si cabe, con mas razón. Es el tema de Langreanos en el Mundo, ¿qué te parece de la idea?, tú y tu familia sois socios.
- No, yo no soy sociu.
- Bueno, tus hijas sí que lo son. Además eres íntimo de Florentino, su Presidente.
- Yo soy mas que sociu, como bien dices soy amigo de Florentino. Es un gran tipo ¿eh?, un gran tipo (insiste en ello) y además buena persona, sensible y vehemente, y fíjate que en muchos asuntos tenemos ideas dispares, pero es un hombre dispuesto y comprometido. Fuimos siempre muy amigos, de esas amistades que perduran en el tiempo, pese a la lejanía, pero es que eso de la hermandad “sidril” une mucho.

Y puedo certificarlo. Siento dar por terminada esta amena e inteligente (por su parte) charla, pero el espacio del que dispongo me impele a terminar. Pero hemos concluido solo para estas páginas porque nos vamos a pasear y continuamos la conversación durante una hora mas. Y es que no podemos prescindir de nuestros paseos sabatinos. Dimas Quirós, “genio y finura”, no se lo pierdan.

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