El expediente Villa
Duke ta intranquilu, como desasosegáu. Muy preocupáu de cómo
tienen que tar pasando estes fiestes el ex esi del sindicatu mineru y su tropa,
cagonrós. Igual hasta no tienen pa una triste caja de Möet Chamdom. O tres. Y
como haz tiempu que no salen en los papeles ye normal que se preocupe, hasta
tal puntu que no para de decime que-í pregunte al paisano la boina a ver si él
sabe algo, porque talmente parez que lo sabe tó. Esi de la Juécara que no para,
y que dicen que lu llamaron de la capital pa que lo cuente en Sede Judicial
(¿qué redios será eso?), y el del conceyu d’Aller dizme que con to lo que tién
que contar, los papeles que guarda y lo que-í manden ta empezando a confundise.
Sí, como el otru. El casu ye que, cuando tamos en estes, sale en LNE que pa la
investigación parlamentaria que creo que va ser p’al próximu siglo hay un carro
de folios del país. El carro, los folios son de Taiwán. Cinco toneláes, macho.
Cinco mil kilos, tío. A diez kilos d’euros el kilo de folios, si ye verdá eso
de que aquí llegó mediu billón (con “B”) de mortadelos de los Fondos Mineros
esos. Nunca ví el folio tan caru, oye. Deben tar fechos en Lheman Brother’s o
en casa su puta madre. O tan fabricáos con grafeno, esi elemento nuevu que ye
como el carbón pero en moderno. Pesa menos y cunde más, pa despistar. De manera
que a los parlamentarios asturianos de esa comisión que tienen que tratar el
tema no yos arriendo la ganancia. Van tener que meter lectores negros (a los
literarios me refiero) pa que luego yos lo cuenten, porque ya tan protestando y no los veo yo
como muy animosos con la tarea, no. Al margen de lo que yos vaya en el asuntu.
Y yo entiéndolos, boba. Si yo tengo que leer ochocientes noveles de Kenn Folett
seguíes antes de les elecciones dame un soponcio en el bandullu. Salgo casi a
tres noveles diaries. Non pué ser, ¡que va!, eso ta hecho pa uno como Fraga
Iribarne que leía rápido les págines. De diez en diez, o diez mil. ¿Qué se yo?,
pero rápido que te cagas. Lo que pasa ye que si tóes eses págines les repartes
entre to los nombres que seguro que tan en elles seguro que la historia de
ca’ún cabe en quince o veinte, y eso sí que me parez poco. Porque toy seguru
que hay munchos que tan con la mierda hasta el pescuezu y en este fiestes van
tener que conformase con sopines de ajo y vino de León. Sí hó, de lo del mi
amigu Mario, el del bodegón.
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