jueves, 31 de julio de 2014

MERODEO



Fiestas y vandalismo

Sólo hace un día que en Sama hemos entonado el “Probe de mí” con la finalización de las Fiestas del Patrón, cinco días de celebración que nos atrevemos a calificar de brillantes. Y, aunque Duke no es muy partidario de las fiestas, las multitudes y los ruidos, lo hacemos por varias razones. La primera es que se ha sacado el jolgorio de su habitual localización en el parque Dorado, llevándolo hacia otros lugares céntricos como la nueva Plaza Zuco -pese a que haya quien insista de forma persistente que esa denominación es una ilegalidad- y también hacia la reciente Plaza del Laureado donde tuvo lugar un emotivo concierto en el que se hizo partícipe al público a quien se le proporcionó un pequeño cuaderno con las letras de las canciones que se interpretarían en lo que denominaron “Las Canciones de Chigre”, y llevándolo asimismo hacia la periferia con las bandas de gaiteros que alegraron la multitud de terrazas instaladas por toda la población. Y la segunda es que, dado el mal tiempo del lunes, se optó por ubicar la Jira bajo la carpa principal, aunque la juventud optó por lo tradicional y subió al práu. También hay otras razones, pero de igual forma se puede mejorar. Así que a ello.
Pero lo más triste y doloroso es que, mientras la inmensa mayoría de los propios y foráneos se dedicaron a divertirse sanamente, la minoría de vándalos de siempre, y algunos otros, se ocuparon en divertirse haciendo daño a los demás. Destrozando el mobiliario urbano (macetas, contenedores, y muchos etcéteras), haciendo sus necesidades mayores y menores en los portales de las casas, y dejando ver su preocupante presencia en las calles de la ciudad. Merodeando de forma continuada, porque no saben hacer otra cosa, en busca de algún descuido ajeno, de una casa abierta o de entrar por la fuerza en locales y viviendas para afanar lo que encuentraran. En lo que a nosotros respecta, hemos asistido casi todas las mañanas a los resultados de esto que acabo de decir. Y es en los entornos de las calles Alonso Nart y Shulz donde radican estos parias malnacidos, algo que es sobradamente conocido por nuestras gloriosas fuerzas del orden y a lo que deberían de poner coto de alguna forma. Porque hay zonas como ésta que ya se asimilan al antiguo Oeste. ¿Tendremos que nombrar Sherif de barrio o acaso contratar pistoleros?

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