martes, 15 de julio de 2014

"JIRAR" NO EXISTE

El empeño en reiterar las faltas de ortografía

Reconocen ustedes esto: “Y la gente por el prado no dejará de cantar, mientras resuene una gaita o haya sidra en el pajar”, es el estribillo de muchos asturianos, sobre todo de las Cuencas y ya talluditos, que nos descubrió nuestro paisano Victor ya hace tantos años que ni me acuerdo, y que nos describía con pelos y señales las romerías, aquellas fiestas de pueblo de las que ya quedan muy pocas. ¡Qué pena! En los tiempos de la informática y de la corrupción, de los que solo hablan por el Whapp, o los que solo piensan con el Twiter (ya hasta el Papa Paco absuelve por ahí), en estos tiempos, por otro lado magníficamente descritos por mi querido Francisco García Pérez en su columna de antesdeayer, perdemos las buenas costumbres como la de leer, por ejemplo. Aunque sea a Verne o a Salgari, a Estefanía o a Rompetechos.
Unos días antes de las fiestas patronales leo en una pizarra colocada en el exterior de un bar lo que sigue: “Ven a jirar con nosotros”… El texto, escrito a mano y con tiza, me chirría hasta tal punto que lo comento con los dueños. Perdonadme, pero una cosa es la Jira habitual de las fiestas y otra cosa es “Girar”, o lo que es lo mismo moverse alrededor de un eje, o dar vueltas alrededor de algo, comenté tímidamente. Ante la duda razonable vengo a casa y lo consulto en todos los medios posibles, los escritos en tomo y los que llegan por las ondas. “Jirar, no existe”, y ahora que lo escribo aquí el programa me lo subraya en rojo como palabra desconocida. Le doy vueltas al asunto, es decir intento girar sobre mí mismo y mirarlo desde otro punto de vista, pero la expresión sigue chirriando. Nuestras Jiras son sinónimo de prado, de mantel extendido, de bota de vino, de tortilla y carne empanada. “No se puede convertir un sustantivo en un verbo”, les dije. Sin embargo, un día después, la leyenda sigue escrita en los mismos términos. Pero es que además la gente también lo dice coloquialmente por la calle: “¡¿dónde jiras?!, refiriéndose claramente al lugar donde se va a dar la pitanza que pone fin a la fiesta. ¿En el práu o en el bar?
Y con todos mis respetos al amanuense de la pizarra hostelera he de concluir esta jilipoyúa de columna diciendo claramente que “Dukear” no es escribir y “tortillear” (de tortilla), no es lo mismo que comerse unos suculentos pinchos de nuestro plato típico, es más bien mariconear con las patatas y los güevos. ¡Que tengan una feliz Jira! Y procuren no girar demasiado.

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