miércoles, 27 de agosto de 2014

CÓMO ESTOY DE LO MÍO

Las chorradas de los frikies

Mira Belenina, de lo de otros no se pero de lo tuyo tas bastante perjudicá. Yo no se si lo que contaste a los periodistas de la prensa rosa (la tuya -la otra no se preocupa de ti-) será o no verdad, ni se qué es lo que pintabas en un acto de ese tipo con príncipes de Asturias y políticos incluidos, ni se si las revistas donde sales en portada contando eso, fueron por el acto o fueron porque tú las llamaste. Lo que sí se es que aprovechas cualquier circunstancia, aunque sea inventada, para hacer caja. Bonito titular, ¿verdad?, “La Princesa de Asturias y la del pueblo (como te bautizó algún listu que también está pa hacer caja) juntas en una fiesta”, todo para que les digas que te eximió de la protocolaria inclinación reverencial y que te preguntó “¿cómo estás de lo tuyo?” y que luego fuíste a ver Rajoy para decirle “¡Vaya putada lo del Bárcenas, ¿eh?!”. Y que los de la prensa esa te querían a ti y no a Zaplana y compañía. Y que todo eso lo vimos y leímos en el suplemento sabatino de La Nueva España, que supongo no será el único.
Señora o Señorita Esteban, tiene usted más cara que un saco de hogazas leonesas. Con lo modosa y prudente que parecía cuando se casó con el torero de las bragas. Sí, aquel que decía lo de “En dos palabras: Im-presionante”, ese que ahora es bastante más prudente y taimado que usted y que guarda con más celo la intimidad de su hija común, Andréita, que usted airea un día sí y otro también en los programas de televisión donde interviene para decir gilipolleces y hacerse la enterada de todo lo que pasa en el mundo de la farándula -la seria y la frikie-, hacerse la interesante y la ofendida, y abandonar en ocasiones el plató para regocijo de marujas y marujos, sin contar al J.J.V. ese que lo dirige. A quienes tenían que salvar es a los televidentes que caen en sus redes y no a todos ustedes, incluídos los que pasan por periodistas y, sobre todo, a este país en el que los programas con más cuota de audiencia son todos como ése al que acabo de referirme, las retransmisiones de fútbol y cualquier otra pseudonoticia que tenga que ver con usted. Máxime si tenemos en cuenta que si la Esteban -sí tú, Belén- es noticia, no lo es precisamente por su belleza, su simpatía o su inteligencia. Lo es por sus salidas de tono, por explayar sus cosas familiares y personales y porque, en definitiva, quienes hacen el marketing de estas cosas han encontrado un filón que dejarán de explotar cuando les de la gana o encuentren otro más productivo. De ahí el perjuicio del que hablaba al principio. No será usted la primera, ni la última.

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