domingo, 3 de julio de 2011

ESTRATEGIA CHINA


Solo para reducir el tiempo invertido en recorrer la distancia entre dos puntos de una misma ciudad, los chinos -los de China- han construido sobre el mar el puente más grande del mundo. Las cifras son mareantes. Verán, rápidamente: 5.200 columnas, 450.000 toneladas de acero y 2,3 millones de toneladas de hormigón. El agua ya estaba allí. Eso que ahorraron, porque ya me dirán, si no tienen agua ¿para qué quieren puente? Tardaron cuatro años en construirlo y en él participaron más de diez mil obreros que se dividieron en dos equipos -unos eran del Madrid y los otros del Barca- que trabajaron desde cada extremo hasta unirse en el centro, hecho que se produjo recientemente. Aquí fueron muy finos los orientales, lo cuadraron sin sesgo alguno. Al milímetro. Porque se dan cuenta lo que hubiera pasado de no juntarse… Aunque bien mirado y desde un punto de vista práctico por el precio de uno hubieran tenido dos. Bueno, el caso es que cuadró. A lo que vamos, se gastaron 2.300 millones de dólares para 42,5 kilómetros de largo. Aquí por poco menos que eso somos capaces de hacer un soterramiento aunque, evidentemente, no es lo mismo hacer un agujero en la tierra que hacerlo en el mar. Ye mucho más difícil, ho. ¡Qué vas contame! A ver, ¿cómo se arreglaron pa hacer los 5.200 buracos pa meter les columnes sin que se yos inundaran?, ¿eh?, tu que yes tan listu. Porque son chinos, gunsumadre. Y tienen estrategia. ¿No ves que estos ya jugaben al ajedrez haz polo menos un millón de años? Estrategia ye la palabra.

Y hablando de chinos y de estrategia, resulta que estuvimos a punto de entrar en conflicto con el gigante asiático. Como siempre que suceden cosas de este tipo, fue hace unos días en Pola del Tordillo. El caso es que llegó al lugar una familia oriental y solicitó licencia municipal de obras para abrir un bazar de esos donde venden de todo a precios de risa. Cuando la solicitud se sometió a información pública, el tendero del pueblo alegó que allí no vendía nadie más que él. “Y sobre todo los chinos, que estos son capaces de copiar les madreñes y el anís de guinda, y yo no soy racista”, concluyó. A falta de más argumentos en mi Pola declararon la guerra a la República Popular, representada por aquella pareja con dos churrumbeles que habían tenido que emigrar por culpa de un preservativo defectuoso fabricado en Taiwán. En reunión previa, como las de ahora entre los peperos y sus disidentes -que no los van a tener solo los chinos, aquí también los hay-, los contendientes valoraron sus fuerzas. En el Tordillo disponían de dos policías municipales con un “nueve corto” que se repartían, un camión de bomberos sin personal a su servicio y el Seat Marbella del Alcalde. Nada de submarinos, F18 ni misiles tierra-aire. Los más parecido los petardos que habían sobrado de la noche de San Juan. Huelga decir que lo de Chun-Li resultó apabullante. Después del petit comité los del Tordillo decidieron darles la licencia. “Que conste que solo es porque no tenemos bastante espacio para tantos prisioneros”.

Esa es la estrategia de los chinos: cantidad a lo bestia. Ahora que empieza el verano, no está mal que lo sepamos. Así que cuidado con ellos.

Imágenes de Google

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