Las situaciones de Portugal y España son particularmente complicadas a raíz de sus altos déficits y sus débiles perspectivas de crecimiento. Según el semanario alemán Der Spiegel, los gobiernos de Alemania y Francia quieren obligar a Portugal a pedir una ayuda financiera para evitar un contagio a otros Estados muy presionados por los mercados, especialmente, España y Bélgica. Cuando todas las miradas apuntan al país vecino, como primero apuntaron hacia Grecia y luego hacia Irlanda, llega el Presidente de esto y dice que España está ayudando a estos dos países, que ya pidieron apoyo financiero a la UE, y que Portugal "aguantará" porque "tiene fortaleza" y está haciendo las reformas necesarias, corrigiendo su déficit y cumpliendo los objetivos que se ha marcado. Y es que nuestro mandamás lo tiene demostrado. Sabe de esto de la macroeconomía más que nadie y, por si fuera poco, como adivino no tiene precio. También lo ha demostrado en innumerables ocasiones. Así es que con esos antecedentes y el susto que tenemos en el cuerpo desde hace un tiempo, con esto del muy posible rescate a Lusitania nos está entrando un acojone que se caga la perra, con perdón. Y los belgas estarán en idéntica situación.
Esto de la crisis y sus consecuencias solo es cuestión de tiempo. Cae la primera ficha de dominó y detrás de ella empezarán a caer las siguientes, salvándose solo del desmoronamiento aquellas que han sabido guardar la oportuna distancia porque lo han previsto, han repartido el juego y han salido con el seis doble. Casos de Francia y Alemania, que son los amos de la mesa. Y aquí no nos enteramos de nada. Como siempre basta con decir que no pasa nada, que nuestra economía es fuerte, nuestro sistema financiero solvente y que estamos haciendo los deberes, cumpliendo con las perspectivas de reducción del déficit público y bla, bla, bla… Y bla. Parece que aún no nos hemos enterado de aquello de la Ley de Murphy de que nada está tan mal que no sea susceptible de empeorar.
Por lo pronto ya nos han quitado el balón de oro cuando dábamos por hecho que sería para uno de nuestros jugadores. ¿Han visto la cara que le quedó a Guardiola? La misma que pondrán Zapatero y su ministra Salgado cuando desde Bruselas les digan que ha llegado nuestro turno. Pero como estos lo solucionan todo con talante y voluntarismo terminarán por justificarse alegando algo así como que el rescate que eventualmente vamos a necesitar será pequeño o que no se necesitarán más medidas de corrección fuera de las ya adoptadas y, en todo caso, que la culpa de todo ello la tienen los anteriores gobiernos del Pepé. Después nos tocará apretarnos más el cinturón, si aún cabe, hasta estrangularnos e irnos por la pata abajo y en el interín nadie dimitirá, nadie censurará y todo seguirá como hasta ahora. Ilusos que somos. Pero no nos hagan mucho caso, Duke ha tenido un mal sueño y hoy se ha levantado pesimista.
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Esto de la crisis y sus consecuencias solo es cuestión de tiempo. Cae la primera ficha de dominó y detrás de ella empezarán a caer las siguientes, salvándose solo del desmoronamiento aquellas que han sabido guardar la oportuna distancia porque lo han previsto, han repartido el juego y han salido con el seis doble. Casos de Francia y Alemania, que son los amos de la mesa. Y aquí no nos enteramos de nada. Como siempre basta con decir que no pasa nada, que nuestra economía es fuerte, nuestro sistema financiero solvente y que estamos haciendo los deberes, cumpliendo con las perspectivas de reducción del déficit público y bla, bla, bla… Y bla. Parece que aún no nos hemos enterado de aquello de la Ley de Murphy de que nada está tan mal que no sea susceptible de empeorar.
Por lo pronto ya nos han quitado el balón de oro cuando dábamos por hecho que sería para uno de nuestros jugadores. ¿Han visto la cara que le quedó a Guardiola? La misma que pondrán Zapatero y su ministra Salgado cuando desde Bruselas les digan que ha llegado nuestro turno. Pero como estos lo solucionan todo con talante y voluntarismo terminarán por justificarse alegando algo así como que el rescate que eventualmente vamos a necesitar será pequeño o que no se necesitarán más medidas de corrección fuera de las ya adoptadas y, en todo caso, que la culpa de todo ello la tienen los anteriores gobiernos del Pepé. Después nos tocará apretarnos más el cinturón, si aún cabe, hasta estrangularnos e irnos por la pata abajo y en el interín nadie dimitirá, nadie censurará y todo seguirá como hasta ahora. Ilusos que somos. Pero no nos hagan mucho caso, Duke ha tenido un mal sueño y hoy se ha levantado pesimista.
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