Para entenderse con la administración
Amputarse parte de un dedo porque un concejal no
te reciba no está en la mente de cualquiera. Hay que tener mucha imaginación y
muchos güevos para hacerlo. Un hacha y un dedo los tenemos todos, o casi todos,
y el país está lleno de concejales que no te reciben, ni lo van a hacer aunque
te cortes el pescuezo, pero tíos con la testiculina necesaria para cortarse el
apéndice dactilar debe de haber solo uno, y está en Asturias patria querida. El
caso es que a este chaval avilesín le salió bien la jugada, dado que de
inmediato el ayuntamiento se ha puesto a revisar el expediente de su licencia,
al menos lo airearon en presencia de la esposa del autolesionado y parece ser
que, al momento que le doy a la tecla, le ha sido aprobada. Lo que no nos
cuadra es que, ahora que lo ha conseguido, pida que le devuelvan el dedo, que
es lo que ha dicho en una entrevista concedida a este periódico. Pero bueno,
macho, ¿y qué vas a hacer?, ¿cortarte otro dedo para que te devuelvan el
primero? Porque con esos antecedentes eres muy capaz de hacerlo. Además, ¿no se
lo habías entregado al funcionario para que, a su vez, se lo diera a tu amigo
el concejal? Pues a lo hecho pecho, tío. Total ¿qué más te da un dedo más que
menos si habías amenazo con seguir?, y ¿quién te dice a ti que el edil este no
colecciona dedos a cambio de licencias municipales? Además, no se pué entrar en
un edificiu públicu con un hachu pa cortar estilles y deos, y menos si quiés
ver al tu amigu el concejal.
Hasta aquí parte de lo relatado en nuestra
columna de 11 de octubre de 2011. En ella lo habíamos anunciado y el avilesino
ha vuelto a las andadas. En esta ocasión se ha cortado un pulgar ante la
policía local de la Villa del Adelantado, después de haber sido detenido por
conducir ebrio y resistirse a la autoridá competente. En lugar de una licencia
tenía una multa por delante y seguramente un juicio en ciernes, y eso que el
primer dedo que reclamaba no le fue devuelto por lo que esta vez lo dejó
colgando y se lo llevó con su propia persona. La que le va quedando. De manera
que Duke no sabe que es lo que se cortará cuando tenga otro contencioso con las
autoridades. ¿Será capaz de cortarse los cataplines cuando comparezca ante el
juez y ponelos en la mesa como hizo con el concejal? O como decía un amigu míu,
¿será capable? No se puede andar por la vida así, tío. Con hachu y sin deos.
¿Qué vas meter en la nariz ahora?
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