Las primarias celebradas este fin de semana pasado en Madrid han dejado a Zapatero con el culo al aire. Su valida, Trinidad Jiménez, fue incapaz de ganarse el derecho de enfrentarse a Esperanza Aguirre en las próximas autonómicas, pese al apoyo del presidente y a que se dijo hasta la saciedad que sería la única capaz de disputar la presidencia de la Comunidad madrileña. Vistos los resultados no se que es lo que pensarán ahora los del aparato de Ferraz acerca de las posibilidades de ganar a Espe del ya candidato Tomás Gómez. Y es que resulta muy fácil, y queda muy bien, eso de decir que nadie ha perdido y que quien ha ganado es el partido (Pajín dixit) por aquello de la democracia interna y tal y tal. Recuerden que el propio Zapatero llamó a Moncloa a Gómez para intentar convencerle de que dejara a Trini el camino libre y expedito, a lo que se negó el Secretario de los socialistas madrileños. Ni ZP ni nadie en la ejecutiva federal del partido que domina querían unas primarias sino imponer a su candidata pero se encontraron con el aparato del partido en Madrid. Ahora no vale alabar las bondades de unas primarias y afirmar lo demócratas que son los socialistas con exclusión de los de enfrente. Como el valor en la mili, eso se supone. Las urnas han cantado y, aunque por quinientos votos, han puesto a cada uno en su lugar.
Otro cantar muy distinto al de los socialistas madrileños es el de los populares asturianos. Si los primeros han dirimido sus diferencias a través de unas elecciones primarias, los de aquí no quieren saber nada de eso y siguen alimentando el enredo hasta el punto de que, en el seno de los llamados oficialistas, contrarios al regreso de la fiera, ya han salido rostros y voces discordantes que se ponen de parte del ex ministro afirmando que esto es lo que quieren los afiliados asturianos del partido. Y llevar la contraria a una postura ya oficializada puede suponer que te fulminen, como en el caso del concejal Arias-Cachero, bien por hablar o bien por presunta corrupción paqueteril. Aviso a navegantes, a la señora Manjón y a quienes puedan tener la ocurrencia de pensar en voz alta, que los hay, y bastantes.
Duke desconoce qué es lo que puede ocurrirles a los populares asturianos pero está seguro que unas primarias entre Cascos y Pérez Espinosa, o quien sea, serían ganadas por el primero o los segundos, ¿quién puede asegurarlo?, y también sabe que unas primarias en Asturias, en las condiciones actuales, son tan imposibles como que llueva para arriba. De igual forma Duke cree que esta es una cuestión que ya hace tiempo que está decidida a favor del que fuera segundo de Aznar, lo que ocurre es que en Oviedo y Madrid continúan mareando la perdiz mientras buscan la excusa y los argumentos para explicar al respetable por qué han dado el penoso espectáculo de estos últimos meses.
Otro cantar muy distinto al de los socialistas madrileños es el de los populares asturianos. Si los primeros han dirimido sus diferencias a través de unas elecciones primarias, los de aquí no quieren saber nada de eso y siguen alimentando el enredo hasta el punto de que, en el seno de los llamados oficialistas, contrarios al regreso de la fiera, ya han salido rostros y voces discordantes que se ponen de parte del ex ministro afirmando que esto es lo que quieren los afiliados asturianos del partido. Y llevar la contraria a una postura ya oficializada puede suponer que te fulminen, como en el caso del concejal Arias-Cachero, bien por hablar o bien por presunta corrupción paqueteril. Aviso a navegantes, a la señora Manjón y a quienes puedan tener la ocurrencia de pensar en voz alta, que los hay, y bastantes.
Duke desconoce qué es lo que puede ocurrirles a los populares asturianos pero está seguro que unas primarias entre Cascos y Pérez Espinosa, o quien sea, serían ganadas por el primero o los segundos, ¿quién puede asegurarlo?, y también sabe que unas primarias en Asturias, en las condiciones actuales, son tan imposibles como que llueva para arriba. De igual forma Duke cree que esta es una cuestión que ya hace tiempo que está decidida a favor del que fuera segundo de Aznar, lo que ocurre es que en Oviedo y Madrid continúan mareando la perdiz mientras buscan la excusa y los argumentos para explicar al respetable por qué han dado el penoso espectáculo de estos últimos meses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario