viernes, 15 de octubre de 2010

ABUCHEOS NO



Da toda la impresión de que en el Paseo de la Castellana de Madrid ya está tan institucionalizado el abucheo al Presidente como los propios actos del homenaje a la bandera, a los militares fallecidos a lo largo del año y el propio desfile de las fuerzas armadas. No se quienes se ocuparán de reventar el ceremonial justo en el momento más emotivo, pero da toda la impresión de que no es algo espontáneo sino que está muy premeditado y organizado. El mismo Felipe González, instaurador de esta fecha como Fiesta Nacional, reconoce que ya en sus tiempos se lo hacían a él mismo. Y la verdad es que, como algunos políticos reconocen, estas escenas no tienen mayor importancia porque las manifestaciones de protesta están dentro de la libertad de expresión de los ciudadanos y, por otro lado, los personajes públicos están expuestos a la crítica y deben de soportarla con naturalidad, pero lo cierto es que a ningún español bien nacido le agrada que en un acto de respeto a la bandera, a nuestros soldados y a las instituciones, se profieran gritos, insultos y soflamas contra un miembro de esas instituciones por mal que lo esté haciendo o lo haya hecho. Por eso nos parece acertada la opinión de Carma Chacón, Ministra de Defensa, que expresado su voluntad de proceder al establecimiento de un protocolo que lo sucesivo evite la repetición de escenas de esta índole en actos ceremoniales como el del pasado martes.

Lo que ocurre es que con lo que no estamos tan de acuerdo es con el hecho de que la celebración de una fiesta nacional por parte de las instituciones del estado tenga que pasar por una parada militar que, dicho sea de paso, cada vez es más corta, con menos medios -este año recortaron un 20 % su presupuesto- e insoportable para todos y cada uno de los representantes de las instituciones que participan. No hay más que recordar al propio ZP hace unos años sentado ante el paso de la bandera americana, o recientemente a Rajoy expresando “el coñazo” que suponía para él su presencia allí. Por otro lado el arrancar un carro de combate, un TOA, un Mirage o un helicóptero, y situarlos en un escenario determinado no es moco de pavo, y menos si se trata de varias unidades, sumadas a otras como puedan ser los distintos vehículos militares. Toda esa parafernalia, a la que ya nadie o casi nadie presta atención, cuesta un güevo y no están lo tiempos para dispendios. Sería mejor organizar una espicha itinerante empezando por Pola del Tordillo.

A no ser que se vuelva a tiempos pretéritos y quiera hacerse ostentación de lo guapos que son nuestros soldados, lo bien que lucen los tanques o la envergadura de los cuernos de la cabra de la Legión. Eso ya no se lleva, además como nos vean los coreanos de la septentrión igual hasta nos mandan una de sus compañías y nos invaden. Por pijos.

Imágenes obtenidas de Google

1 comentario: