No arriendo las ganancias a quien tenga que subir la compra
allá arriba cuando no funcionen los ascensores, y menos al cobrador del recibo
de decesos que tendrá que subir todos los meses, ni a los bomberos cuando
tengan que apagar un incendio all’arribones, a casi cinco kilómetros de altura.
Son las cosas de los chinos que acaban de diseñar un rascacielos diez veces más
alto que las Torres Petronas de Kuala Lumpur. ¡4.800 metros de vidrio, acero y
hormigón, macho! Algo que está previsto para 2060. Claro, eso nos lo dicen
ahora que sólo está diseñado y faltan un porrón de años para que inventen y
diseñen una torre-grúa apta pa poner el últimu ladrillu. El casu ye que Duke
está haciéndose cruces de cómo va a ser esi tinglao. Yo creo que van a empezalu
por arriba, en cachinos pequeños. Primero la antena, luego el restaurante de la
última planta pa ver les nubes de cerca. Súbenlo p’arriba con muchos gatos
hidráulicos d’esos, y debajo van metiendo pisos, oficines, teatros, campos de
fútbol, piscines olímpiques, y tal. Vuelta a elevar y más gatos pa subir una
playa como la de Xixón, un puertu deportivu y un cachu mar al efeto. Y así
sucesivamente hasta que la torre té termina, o acaben con to los gatos de
China, a ver qué ye lo que comen después. Desde luego de Lada no vamos mandar
ninguno p’allá. En resumíes cuentes Duke no lo cree, ¡ónde vas a parar! Lo más
seguro va a ser que el rascanubes esi tenga dos o tres metros menos de lo que
ellos dicen. Incluso cinco.
Lo malo va a ser cuando se entere Donald de que van facer eso
y no se-í ocurrió a él primero. Seguro que manda a to los chinos de USA pa que
colonicen el putu rascacielos. Los de Chinatown de Nueva York, de San
Francisco, Chicago y Vega de la Torda. Va a ser la forma de llevar a la
práctica esi proyecto que tién de encerramientu y protección de to lo
americano. No se yo, pero de momento la cementera de Veguín y la Duro
(obsérvese que ya no pongo el apellidu) tan preparándose p’al asuntu. En el
cielo nos contarán.
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