Rajoy vs. Trump.
Dicen que el gallego no da puntada sin hilo, pero creemos que
en esta ocasión quiere coser sin que la aguja le guíe, sólo con hilo, dado que,
en la primera ocasión que tiene para hablar con el nuevo emperador americano, y
en tan solo quince minutos, no se le ocurre otra cosa que postularse como
mediador de la administración americana ante la UE y los países
iberoamericanos. Mientras la vieja Europa guarda silencio en espera de ver la
evolución del nuevo emperador, nuestro presidente se descuelga de Junker y cada
uno de los próceres europeos para ofrecerse como mamporrero de Donaldo,
rememorando de esta forma el Pacto de las Azores de infausto recuerdo. La foto
de Bush, Aznar y Blair, apadrinados por
Durâo Barroso, a la sazón presidente europeo por entonces, que quedará para la
historia como uno de sus episodios más vergonzantes. Así lo han entendido en el
seno del Partido Socialista español, y así lo entiende Duke. ¡Mariano t’has
pasáo!
Ignoramos los motivos que han impulsado a Rajoy a cometer
tamaño dislate, máxime cuando sabemos los propósitos proteccionistas y
aislacionistas del nuevo presidente, y a mayor abundamiento su decisión de
retirar la traducción al español de las redes sociales de la Casa Blanca. Y nos
preguntamos por qué Moncloa quiere ganarse la confianza de aquél de quien casi
todo el mundo desconfía. ¿Será acaso que Mariano piensa hacerse con la
supremacía europea, birlándole a la Merkel ese status?, o ¿qué será, será?
Cierto es que desde los tiempos de Chemari los populares han mostrado una
especial predilección por EE.UU, como cierto es también que desde tiempos de
Jorge W. Bush no nos han hecho mucho caso desde la Casa Blanca. Pero no es
menos cierto que el desliz telefónico de Mariano del otro día es una locura, un
ofrecimiento mal visto desde todas las instancias patrias y foráneas. Lo que
puede entenderse como actuar de “mamporrero eufemístico”, que no entendida la
expresión en su estricto sentido. En ése que se las apañe Trump, que por lo que
sabemos no necesita ayuda para esos menesteres.
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