domingo, 20 de noviembre de 2011

TIEMPO PARA PENSAR

La jornada de reflexión
Es tradicional que este sábado, víspera de la cita con las urnas, esté dedicado a la “reflexión” y esté prohibido cualquier tipo de actividad tendente a procurar el convencimiento de los electores en uno u otro sentido. La campaña ha terminado. Ya iba siendo hora. Y hoy, cuando le doy a la tecla, toca pensar qué es lo que haremos mañana. No se lo que harán en otros países democráticos con el día previo, la verdad es que me importa un carajo. Harán lo mismo que nosotros, o no lo harán. Allá ellos con sus normas electorales, que nosotros tenemos de sobra con las nuestras. Lo cierto es que hoy nos toca pensar.

Y nosotros, que ya lo tenemos pensado, reflexionamos sobre otros extremos que creemos más trascendentes que el hecho de otorgar nuestra confianza a un partido u otro. Duke y quien suscribe piensan en algo mucho más importante de lo que puedan hacer unos u otros durante los cuatro años que dura una legislatura. Nosotros pensamos en qué es lo que toda la ciudadanía puede hacer para que esto que se está yendo al garete se enderece, se estabilice y tome un nuevo rumbo de progreso y no de involución. Eso es de lo que se trata en este día de consulta electoral. De que decidamos qué es lo que nosotros debemos hacer cuando las cosas vienen mal dadas, como es el caso. Que nos pongamos en una nueva tesitura en la que no habíamos estado nunca, de no esperar a que desde los gobiernos -que son muchos- nos lo den todo hecho, sino en la de que con nuestra fuerza, impulso y colaboración, hagamos un país nuevo en el que los gobernantes miren hacia abajo y no los gobernados hacia arriba. En el que no exista ni el más mínimo resquicio de duda hacia la clase política porque quienes forman parte de ella han entrado con vocación de servicio y no de rapiña. Un país en que el pensamiento generalizado sea de confianza en quienes lo gobiernan, en lo local, lo regional o nacional. En el que todos estemos plenamente convencidos de que una manzana podrida o un corrupto no va a contagiar al resto del cesto, de las manzanas o de la clase política. Porque todos nosotros, quienes hoy domingo echaremos la papeleta y también los que no votarán, sabemos que ganen o pierdan esos que hemos elegido volveremos a maldecirlo todo, y a toda esa clase, porque las cosas no van como deseamos. Es lo que en este país, en Asturias patria querida y en esta cuenca del alma venimos haciendo desde tiempos inmemoriales, echarle la culpa a los que mandan. Votemos por el cambio de nuestra filosofía ciudadana, no por el que todos anuncian. Esta es nuestra reflexión del día sin mítines. JFK lo dijo en su día, “Piensa en que puedes hacer por tu país y no en lo que tu país hará por ti”.

Imágenes de Google

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