sábado, 29 de octubre de 2011

EL FARTUQUE NACIONAL

Prolegómenos de elecciones
A una semana escasa del inicio de la campaña electoral para las del 20-N estamos hartos ya de mensajes, proclamas, promesas y todo lo que suele rodear los prolegómenos de las citas en cuestión. Resultan curiosas las artimañas que los partidos, sobre todo los grandes, se sacan de la chistera para ensalzar sus bondades y arrastrar por el suelo las aviesas intenciones de su contrario. Este es el caso del partido de la gaviota que esta misma semana, en rueda de prensa, ha obsequiado con caramelos a los periodistas. Caramelos de todos los sabores y todos los colores. Caramelos con mensaje en el interior de sus envoltorios. Caramelos envenenados. "Dice Rubalcaba que si gana no hará recortes sociales. El mayor recorte social son cinco millones de parados", reza el papelín de uno de limón. Y mensajes similares en los de naranja, fresa, menta y fabada asturiana. Una cicuta diferente para cada sabor, para cada color. Habrá peperos que se coman los caramelos con envoltorio y todo. De igual forma, los de la rosa en el puño han diseñado una página web en la que sus usuarios, por medio de un programa de puntos, pueden obtener cosas diversas como vasos, termos, tazas irrompibles -si es que queda algo que no sea susceptible de partirse en mil pedazos- y, supongo que, también una Harley Davidson para el que junte muchos puntos, que los hay que todo el día están dale que te pego al ratón. Que son unos ratoneros. Vistos estos antecedentes a la campaña no quiero ni pensar qué es lo que inventarán para los quince días previos al día grande.

Miren ustedes, esto es exactamente igual que un banquete de boda. Antes de entrar en el lugar donde se va a celebrar empieza a salir un ejército de camareros provistos de bandejas con pinchos ignotos, indescifrables y, desde luego, curiosísimos, sabrosos y originales -como los caramelos de Mariano y las tazas de Fredy-. ¿Esto qué es?, preguntas a una guapa camarera que te ofrece una bandeja con una cucharilla de rabo corto y p’arriba como el de un boxer. Mire caballero, esto es “Steak tartar con mostaza”, puébelo. Y tú, como si supieses de to la vida qué es el steak tartar, te lo comes delante de ella y murmuras “exquisito”, poniendo cara de experto. Luego llega otro tío con la cabeza rasurada y una perilla a lo David Villa que te pone delante una bandeja con vasos tamaño chupito y, como ya no te atreves a preguntar, lo metes pa dentro y, viendo que está cojonudo, vas a mirar y resulta que es “Gamba frita en pan chino y su esencia”, y así decenas de delicias raras. De manera que pruebas de todo y de algunas cosas repites varias veces. Mientras, tomas dos o tres vinos y te llaman al comedor. Evidentemente piensas qué es lo que vas a comer si ya estás fartucu. Pero entras, te acomodas y blanco va, tinto viene, te metes entre espalda y pecho una zarzuela de marisco, un pescado y una carne con denominaciones inventadas por los ilustres chefs. Y al final la tarta.

¿Lo ven?, ¿no les ha ocurrido recientemente? Pues esas son la precampaña y la campaña electorales. Más cosas raras para acabar de fartucarnos.
  
Imágenes de Google

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