martes, 23 de agosto de 2011

OVIEDO, TENEMOS UN PROBLEMA

La suspensión de las
obras de soterramiento de las vías FEVE en Langreo


Eran las 21:08 horas de un 13 de abril de 1970 cuando una gran cantidad de luces de advertencia se encendieron en serie indicando la pérdida de dos de las tres fuentes de energía del Apolo XIII, nave espacial con la misión de dejar a dos hombres en la superficie lunar. En ese instante el piloto del módulo lunar, Jack Swigert exclamó: “Houston, tenemos un problema”. Una explosión de los tanques de oxígeno a bordo de la nave obligó a la tripulación a abortar la misión y orbitar alrededor de la Luna sin poder lograr su cometido. Al final, la nave lograría volver a la Tierra tras un sinfín de percances.

Los tanques de combustible del Principado también han explotado dejando a la Unión Temporal de Empresas adjudicataria del Soterramiento de las vías de FEVE en Langreo sin la viruta necesaria para dar continuidad a la obra. Que la administración regional no paga, oiga. Y si no hay mortadelos, no hay vías soterradas, ni obra, ni historias para no dormir, y como bien dice el redactor de la noticia en LNE, “la obra entra en vía muerta”, a orbitar sobre el Gobierno asturiano. La empresa dice que el impago se produce por trabas administrativas para liberar los fondos destinados al pago. Y nosotros nos preguntamos, ¿existían esas trabas con el gobierno anterior, o son exclusivas del ejecutivo de Cascos, que aún no ha acabado de aterrizar? Cuándo nuestra alcaldesa visitó al presidente a principios de agosto, ¿fue a enseñarse y presentarle sus respetos, o a exigir el cumplimiento de los contratos? Porque lo que los langreanos tienen muy claro -sobre todo los vecinos de la zona y los jubilados que supervisan la obra- es que la intensidad de los trabajos se ha reducido considerablemente hasta el punto de que, para esta faraónica obra, solo quedan tres esclavos. Hasta el primero de setiembre. Ese día perforará y trabajará Rita la Bailaora. Todo indica que esto fue lo que le dijo Esther a Pacocascos cuando le pidió la agilización de las obras. No fue a presumir, no. Fue a trasmitirle su honda preocupación. Y parece ser que el Presidente se lo prometió, de manera que como no aparezca el dinero en unos días tendrá que poner el apellido sobre su propia cabeza, tirar de pico y pala, y a perforar, que pa eso estudió ingeniería.

Ahora, con este estado de las cosas, la crítica coyuntura socioeconómica y la que te rondaré morena, veremos si las previsiones de coste y duración de la obra se cumplen. Mucho nos tememos que 54 millones y 2012, se queden en una simple declaración de buenas intenciones. Algo a lo que nos tienen muy acostumbrados los políticos, a las grandes promesas y los pequeños o nulos resultados. Otra cuestión es la situación en que el gobierno del Principado deja a las empresas que intervienen y a sus trabajadores. Las primeras en la ruina y los segundos en el paro. De todas formas, lo ya socavado puede servirnos a los ciudadanos de Langreo como refugio antinuclear. Que eso todavía no lo teníamos y a nadie se le había ocurrido. Para ocurrencias estamos.

Imágenes de Google

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