martes, 4 de mayo de 2010

INCREÍBLE


Uno no sale de su asombro cuando escucha a los políticos arremeter contra sus contrarios echándoles las culpas de todos los males que afligen a la economía y al país entero y después, del mismo modo, comparecer ante cámaras, micrófonos y demás medios y, sin ruborizarse, afirmar que los ciudadanos están hartos de estas peleas y lo que quieren es ver a Gobierno y a la Oposición sentados en una mesa negociando y solucionando las cuestiones perentorias de este país. Es lo que hemos visto hacer este lunes a la “tercera” del Partido Socialista, Leire Pajín, que, sin duda, para apuntarse el tanto de la reciente convocatoria que el Presidente a hecho a Mariano Rajoy en Moncloa para tratar del Plan de Ayuda a Grecia y de las Cajas, ha dicho lo que han leído. Hoy toca ladrar, mañana morder, pasado lamer… Pero es que además, esta convocatoria a las que nos referimos, al menos en lo que se refiere a la cuestión helena, es una galleta envenenada. Lo es porque la ayuda que por nuestra parte se va a dar a los griegos es un tema ya decido por el Gobierno y comprometido en el seno de la UE, por lo que no se entiende qué es lo que pinta la oposición y su Jefe en Moncloa, si no es para representar un acto de ratificación y de complacencia con la decisión gubernamental cuando la mayoría de los españoles entiende que estamos en una situación parecida, y somos más susceptibles de recibir que de dar.

Uno no sale de su asombro cuando, después de los últimos datos de la EPA sobre el paro, oye afirmar al Presidente que hemos tocado techo; a la Ministra de Economía, Elena Salgado decir, sin ponerse colorada, que el paro no alcanzará los cinco millones; o al Presidente de ambos, Chaves, afirmar ambas cosas, cuando todos estamos viendo que el ritmo de pérdida de empleo es de ocho mil españoles cada día. Y nos asombramos aún más cuando vemos lo que auguran a la economía española desde el Banco Central Europeo, el Español, o el propio Comisario Almunia. Cierto es que no hay mayor sordo que el que no quiere oír. Sin embargo, un crecimiento de veintitrés mil empleos que parecen haberse creado en el pasado mes de abril hace sonar los clarines del fin de la crisis y del inicio de la recuperación, cuando es bien sabido que en tiempos de vacaciones suceden estas cosas de forma meramente temporal. Hemos pasado por una Semana Santa en la que media España se va, con crisis o sin ella, y en este caso, además, acompañados por el buen tiempo. ¿Pasará lo mismo en Mayo? Lo dudamos.

Y uno no sale de su asombro cuando, después de los sucesos de Haití, Chile, China, Islandia y muchos otros catastróficos que todos tenemos en mente, llega el desastre al Golfo de Méjico y comienza a vaciarse el depósito petrolífero del Planeta y, al tiempo, a terminar de contaminarse el medio ambiente en su totalidad. Porque ahora no se trata de un petrolero que vierte al mar su contenido cierto y cuantificado, ahora se ha roto la espita de la madre de todos los petroleros y esto va a estar saliendo hasta que a las ranas les crezca el pelo, y esa mancha de petróleo que ahora es como Asturias, mañana será como Galicia, la semana que viene como España entera y cuando lo arreglen no quedará petróleo que verter. ¿Qué será lo que el destino nos tendrá deparado para después? Seguro que los gobiernos sacarán enseñanzas positivas de todas estas tragedias, y seguiremos sin salir de nuestro asombro. Duke está encerrado en el suyo, no se lo cree.

Imágenes obtenidas de Google

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