Elecciones andaluzas
Quince
más nueve veinticuatro. Lo mismo que diecisiete más siete. En el primer caso
Podemos y Ciudadanos, que no estaban, y en el segundo PP e IU que sí estaban
pero andaban un poco despistados. Unos que ganan esa cifra traducida a
diputados y los otros que la pierden con la misma traducción. Sin embargo,
antes de traducir, hay que leer atentamente. Es el aviso que Susana Díaz le ha
mandado a Rajoy: “¿se ha enterado, Presidente?”, sin duda refiriéndose a la
política de recortes del gobierno popular en esta legislatura que está a punto
de fenecer y enviándole a su vez un mensaje subliminal de convertirse en su
rival, o rivala, en las próximas generales, y en claro perjuicio del actual
Secretario General, Pedro Sánchez. Entre las lecturas que se le están dando a
esos veinticuatro diputados que han volado de un lado a otro y la permanencia
de los socialistas en su status parlamentario -que es lo único que no ha
variado- está la de aquellos que ya hacen números para llevar los porcentajes
de unos y otros al ámbito nacional, es decir quienes extrapolan eventualmente
los resultados andaluces a los que puedan producirse en las generales del
próximo otoño o invierno, pero ante ello Rajoy dice que son datos que no pueden
ser extrapolados. Pues claro que no, Mariano. Tiene usted toda la razón. Entre
otros argumentos porque ese ya es otro partido y hay que jugarlo aún. Contar
con las plantillas, los entrenadores, lesionados y árbitros de la contienda
(léase IU, UPyD, CiU, PNV y alguna que otra formación regionalista), los
partidos de regional y con algo más sutil e impredecible como pueda ser los
pactos que los emergentes hagan en Andalucía y su posterior comportamiento
parlamentario durante los meses que medien entre unos y otros comicios. ¡Ah!, y
algo muy importante: lo que en el interín suceda en Cataluña, que no es
cuestión baladí. En cualquier caso seguro que don Mariano se ha enterado de lo
que valió el peine de los recortes. Y las tijeras, como no. Por algo es
Registrador, para enterarse y registrarlo.
De
manera que auguramos diversión y entretenimiento para los próximos meses.
Cruces de acusaciones entre unos y otros, para no perder la costumbre, puñaladas
traperas y, si tercia, algún enamoramiento sorpresivo entre lobos y
caperucitas. Aunque estén de vacaciones.
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