sábado, 28 de marzo de 2015

CASI UN ECLIPSE


Duke semieclipsado

El fenómeno fracasado

Porque mucho me temo que hasta aquí llegan los recortes. Tantu anunciu del famosu eclipse y nosotros, que tábemos pendientes y emocionáos con el fenómeno -parecíu a aquel que había anuncíáo la Pajín de la confluencia de dos fenómenos (Obama y Zetapé)- no nos enteramos de nasti de plasti, tía. Duke por poco pon el pijama porque pensaba que iba a hacese de noche, o casi, y lo que hizo fue salir a la calle a ver que ye lo que pasaba. Y lo que pasó fue que, pa engañalu (como a los neños), tuve que poneí delante una sartén pa que pareciese que era la luna. Pero el inocente fui yo, probe de mí. Na más que la vio díjome que-í hiciese un buen chuletón de buey a la plancha como de kilo y mediu, o casi. Y como les coses tan muy jodíes hicéi unes chuletines de cerdo, o cerda, y agradeciómelo en su noble alma.
Bueno, el caso es que ni eclipse parcial al 90 % ni nada de nada. Como suele ocurrir por estos pagos cuando se anuncia algo grande como aquello del Auditorio y recintos feriales de los Talleres del Conde, o lo del Mirage en una glorieta del soterramiento de las vías, o aquel edificio de la de dios de pisos en lo que sería el solar del antiguo edificio del cuartel de la Guardia Civil, entre otras muchas cosas. Promesas, mentiras, grandezas. Mucho lerele al principio y poco larala al final. De manera que estábamos equipados con el equipo apropiado (valga la redun): prismáticos de veinte mil aumentos, o casi, para verlo de cerca (como si estuviéramos allí mismo, o casi) y gafas homologadas y polarizadas que compramos en la óptica (que es donde las hay) y nos costaron una pasta, y como hasta dentro de once años no va a haber otra interposición de la luna entre la tierra y el sol, fuimos a devolverlas porque seguro que para entonces  las habrá con telescopio incorporado de casi un millón de aumentos. Entramos en la óptica y nos dice la dependienta que ni ella ni el establecimiento al que sirve son culpables de que el cielo estuviera encapotado y casi no se haya observado el puto fenómeno. De todas formas yo vi el eclipse, nos dice. ¿No notaron una cierta oscuridad?, remata la pava. ¡Ah, sí!, diz Duke. El apague ya venimos notándolu haz muchu tiempu, guapina. No se ni cómo podéis ver en la ótica esta. Y nos envainamos las gafas; quedamos sin perres y sin eclipse. O casi

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