sábado, 30 de abril de 2011

NOS NEGAMOS AL OLVIDO


En esta frase del joven alcalde de Laviana, Adrián Barbón, puede resumirse lo que el autor local Albino Suárez Cortina ha querido trasmitir a sus lectores en su último libro “Los que no volvieron”, presentado el pasado miércoles en el CIDAN de la localidad cuando España entera estaba pendiente del tercer partido del año, o del siglo o vaya usted a saber. El mismo autor lo reconocía al enviar a algunos amigos un e-mail en el que nos daba cuenta del evento y nos invitaba “sin vino español -para que no haya equívocos-“ a estar presentes en el acto: “Siento haber elegido este día”.

El prolífico autor lavianés, pues no en vano lleva autoeditadas más de medio centenar de publicaciones (sin contar su revista “Alto Nalón” publicada durante 25 años ininterrumpidos), se ocupó en esta ocasión de recordar a aquellos que bajaron a la mina y nunca regresaron, de un largo elenco de hombres jóvenes y menos jóvenes que nunca regresaron de su cruel trabajo en los pozos. Se salda así, en parte, una deuda moral para con la historia colectiva del concejo. Manifiesta el autor que él mismo fue minero y tenía esto pendiente. Y a través de una árdua labor investigadora y de campo recopiló un sinfín de historias, en muchos casos de la ignominia, que sucedieron en Laviana desde principios del pasado siglo (1924) hasta 1990. Dice el autor que “la mina tan repleta de historias y de tragedias, que han dejado tantas deudas pendientes en aquellos cotos en que han abierto sus bocaminas, tiene aquí otra deuda pendiente con la historia. Decir cuántos han sido los hombres muertos en el tajo, bajo tierra. Y por qué se silencian tanto…”. Los poemas tan consustanciales al autor acompañan de forma personalizada a muchas de las historias que nos cuenta a los largo de las más de doscientas páginas del libro: “¡Que nos digan cuántos fueron/los mineros fallecidos:/¿cuántos los muertos habidos/bajo tierra y que murieron/en los testeros que abrieron/y después, así caídos, con silenciados olvidos/amos y empresas huyeron/sin decirnos cuántos fueron/los mineros abatidos…!?” (sic).

Desde la hecatombe de La Sota en 1924, donde fallecieron 10 mineros hasta un lavianés de treinta años muerto en la zona de Anieves en 1990, Albino Suarez hace un repaso de la triste historia de esta actividad en el concejo. Profusamente ilustrado con fotos de los desgraciados protagonistas repasa en sus páginas anécdotas tan tristes y trágicas como la de tres muertes que él califica de premeditadas, de verdaderos asesinatos, como las acaecidas en una mina entre Barredos y Blimea, como la de aquella familia de cuatro hermanos muertos en La Castañal, o las muertes violentas de un padre y sus seis hijos. O los casos de aquellos que, estando a punto de contraer matrimonio, dejaron su vida en el pozo días antes de la boda. “La mina, toda negrura,/es el antro de la muerte/y el infierno de la suerte/y el horror de la cordura./Es el dogal, la angostura/que desgarra toda vida:/es el látigo en la herida y en los pies es la garduña./Y es en la carne la cuña/ que nos parte y no se olvida. (sic).

En fin, en “Los que no volvieron”, Albino Suárez nos muestra varias historias, ya pasadas pero nunca olvidadas en un libro cuidado y bien editado que les recomiendo sinceramente. No es solo una lista de fallecidos, sino nuestra historia. ¡Enhorabuena maestro!.

jueves, 21 de abril de 2011

TRES SANCHOS



Cuentan de un viejo profesor que cada año comenzaba sus clases diciendo que la trayectoria docente pasa por tres etapas claramente diferenciadas. En la primera de ellas, de más energía e ilusión que experiencia, identificaba al profesor con Sancho el Fuerte. En la segunda, de plenitud de conocimiento, con Sancho el Grande; y en la última, en la que la experiencia y el sentido común están a la par de la ciencia, con Sancho Panza. Lo oí por primera vez en mi primer año en la universidad cuando asistíamos a clase de una asignatura cuyo catedrático, de avanzada edad, despachaba sus clases magistrales a primera hora de la mañana más preocupado de ser reverenciado por sus alumnos que por los conocimientos que pudiera trasmitirles. Evidentemente ya hacía años que se había convertido en Sancho Panza. Sin embargo, esa alusión a los personajes históricos y al literario sigue estando vigente en todos los órdenes de la vida, no teniendo por qué coincidir forzosamente con la edad cronológica de las personas. Los hay que son “fuerte” hasta que se mueren y los hay “panza” desde que nacen. También los hay que nunca han pasado, ni pasarán, por la etapa intermedia. Y, ¿qué me dicen de los que participan de los tres perfiles a un tiempo?, todos tenemos esa característica, cuanto menos larvada. En alguna ocasión somos fuertes, atrevidos y despiadados, al mismo tiempo que taimados y prudentes, y unos calzonazos en nuestras vidas social, laboral o familiar. Indistintamente. Hagan esas combinaciones de esos seis elementos tomados de dos en dos, o como quieran hacerlo. A alguien conocerán que es un tirano con sus hijos y con sus subordinados a la vez que una marioneta con su esposa y el clásico hombre taimado y tranquilo para con sus amigos y conocidos. Un señor, vamos. Lo mismo vale para las féminas. Algo que denota cierto desequilibrio y ausencia de definición. O se es, o no se es. Porque ser para nada es tontería, como diría el otro.

¿A dónde quiere llevarnos Duke con esta milonga?, dirán ustedes. Muy fácil, queridos amigos. Con las elecciones a la vista, dentro de una misma corriente política, tenemos un ejemplo muy claro de lo expuesto. Como no le hacían ni puñetero caso, Sancho el Fuerte Cascos ha dado el portazo y con unos cuantos sanchos más se han ido a guerrear por su cuenta, convencidos de que ganarán la batalla. Y nadie lo duda. Mientras tanto su anterior jefe, Sancho el Grande Aznar, ejerce de maestro emérito allende los mares acusando al actual gobierno de proveer de armas y bombas de racimo al “amigo extravagante de occidente”, en alusión al Coronel Gadafi, como si él mismo no le hubiera pasado la mano por encima de su chilaba o no hubiera compartido dátiles en su haima. Sin embargo, ante estas dos circunstancias tan distintas, Sancho Panza Rajoy va a lo suyo, calla y deja hacer, esperando que el tiempo de y quite razones. Pero el tiempo no es eterno, se va como el humo y no dentro de mucho pondrá a cada sancho en su sitio. El tiempo es el más sabio.

Alguien decía que “Quien a los veinte años no es revolucionario no tiene corazón y quien a los cuarenta sigue siéndolo, no tiene cabeza”. Y a lo mejor tenía razón.

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sábado, 16 de abril de 2011

TRIBULACIONES DE UN CHINO...


Que los chinos -y las chinas- están invirtiendo en nuestro país es cierto. Con toda seguridad, vamos. Ya hace unos años en Fuenlabrada, al ladito de la capital como quien dice, se creó el mayor centro comercial asiático de la Unión Europea. Un Chinatown a lo bestia. El polígono industrial Cobo Calleja ya disponía en 2006 de más de dos millones de metros cuadrados repartidos en tres centenares de empresas chinas de distribución comercial agolpadas desordenadamente y donde se vende de todo. Créannos, cuando decimos de todo, queremos decir que allí se trafica con lo imaginable e imaginable. Tienen hasta chopitos, ajo, perejil y chorizos a la sidra. Y si no lo tienen se lo hacen en un periquete. El otro día en un programa de la tele de estos de Tordillenenses por el Mundo, hablaban de un profesional en Hong Kong que hacía doscientos trajes diarios. Como lo oyen. Tú vas a las diez de la mañana, elijes entre dos o tres mil telas que te ponen delante, te toman las medidas, pintan y cortan como descosidos, luego lo cosen y antes de que te haya dado tiempo a tomarte el té de las o’clock y sin necesidad de prueba, ya tienes el traje para ir a la ópera, a las carreras o de ligue. Niquelao. Así que no es de extrañar que estos emergentes sean en la actualidad la segunda economía del mundo. Pronto serán la primera y a ver quién les tose. Para que después alguien nos diga que nos han engañado como a chinos. Riéte tú de los de los ojos al biés.

Pues resulta que nuestro Presidente en funciones -decimos en funciones porque el que ahora manda es el de barba- consciente de la pujanza de esos a los que antes llamaban amarillos, después rojos y ahora emergentes, o lo que pinte, se ha ido hasta allá, como Güilifog, en busca de tela, marinera en esta ocasión. Y a la primera de cambio ha dicho que los orientales invertirán en las cajas de nuestro país nueve mil millones de mortadelos a través de “China Investment Corporation (CIC)”, primer fondo de inversión del gigante. Emocionado, el premier español afirmó (sin ponerse colorado) que España es un poderoso trasatlántico que seguirá navegando, pese a las dificultades. Pero el caso es que poco después el Fondo de Inversión chino dijo que lo manifestado por el Gobierno español no está en consonancia con la verdad, que sí invertirá en nuestro país, pero sin especificar cuánto, ni cómo, ni siquiera el adverbio de lugar. Y, ayer jueves, el gobierno español ha tenido que reconocer su error. Claro, es que el idioma este no hay cristiano que lo entienda. Los de Valladolid y León hablamos más claro, debió de pensar el Presidente. A ver ahora cómo explico yo lo del barco cuando llegue a Madrid, se diría para sus mismos adentros.

Y es que para un país de apoltronados lo mejor son las poltronas. Los sillones. Eso es lo que los chinos han querido decir que nos darían. Nueve mil sillones. Para ministros y ex, para diputados nacionales, regionales y ex, para concejales y ex. Y, por supuesto, para las “exas” también. ¡Qué tropa!

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domingo, 10 de abril de 2011

UNA CIUDAD LIMPIA



Es lo que quisiéramos todos. Pero desgraciadamente no es así, unas veces por nuestra propia culpa, la de los ciudadanos, y otras por dejadez e inactividad de la misma administración. Algo debe de poner el ayuntamiento de su parte, no solo ordenanzas y papeletas para sancionar a quienes las infringen. Nos parece de toda justicia que se haya elaborado una nueva norma para la tenencia de animales de compañía, agravando las sanciones con respecto a la anterior por los incumplimientos a la misma. Es justo que se obligue a que los perros de ciertas razas, las consideradas peligrosas, tengan que ir provistos de bozal, pero ¿conocen los agentes de la autoridad cuáles son esas razas? ¿Saben distinguir un Yorkshire de un Pitbull, para discernir cuál de los dos debe de llevarlo? Aún más: ¿disponen los agentes de los correspondientes scanner para la eventual identificación de un animal suelto o extraviado?, ¿o es que, al final, lo único que importa es el vil metal? Recaudar a costa de lo que sea.

Cuando nos referimos a esta normativa todos pensamos en los perros, pero ¿y los gatos? ¿Acaso no son animales de compañía?, porque es que en el distrito de Sama, en la parte sur del parque Dorado, tienen su domicilio y están asentados desde hace más de dos años varias familias de mininos gordos y lustrosos que han hecho suya la zona, justamente en los aledaños del minigolf y del parque infantil. Con toda evidencia están bien alimentados y quienes frecuentan esa zona son testigos de ello. Pero, ¿tienen dueño esos felinos?, ¿han pasado las revisiones sanitarias pertinentes o van sembrando la toxoplasmosis allá por donde pasan y hacen sus necesidades?, porque también es evidente que esos gatos defecan donde hay niños jugando y que, supuestamente, nadie recoge las cacas. Con la anuencia de la autoridad.

La retirada de los excrementos de nuestras mascotas es lo que nos trae mal traer. Y es que en muchos casos cuando retiramos la caquita de nuestro Oscar, Yogui, Key o Duke…, tenemos que cargar con la bolsita de la plasta hasta el próximo contenedor que puede estar a quinientos metros en el mejor de los casos. Si no, dígannos ustedes cuántas papeleras o recipientes para la basura hay a lo largo del paseo fluvial entre el puente viejo en Sama y el de Lada al lado de las instalaciones de Iberdrola, ¿tres?, ¿cuatro?, llenas hasta el borde o quemadas por algún vándalo que no tiene nada mejor que hacer que destrozar el mobiliario urbano. No conozco a ningún propietario que no vaya provisto con bolsas para recoger los excrementos de su mascota, y efectivamente los recoja. También se que los hay irresponsables que les da igual que su perro haga sus necesidades en las aceras, los portales o frente a la casa del vecino, aunque sean los menos. En cualquier caso la nueva norma nos parece bien, con una salvedad: faciliten desde el ayuntamiento que se cumpla. Doten a los lugares frecuentados por los perros de las infraestructuras necesarias (papeleras, contenedores…) para mantenerlos limpios y, a su vez, límpienlos de vez en cuando, no dejen que se llenen a rebosar. Sean ustedes asépticos también. Que se vea que no van solo a multar a la tropa.

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miércoles, 6 de abril de 2011

ESTRÉS


No acabo de entender bien esto de Zapatero. Cuando nadie, o casi nadie, contaba con el anuncio de su “No candidatura” en el Comité Federal del pasado sábado, cuando casi todos los analistas lo daban por seguro para después de la elecciones autonómicas e incluso para octubre, va y zas, lo suelta, y el que venga detrás que arrée. Y es que, desde hace tiempo, la camisa ya no le llega al cuerpo. Tanta crisis y tanta gaita le tienen en un sinvivir. Y para mas INRI los países árabes, los del Magreb le han roto el vacilón y su brillante idea de la alianza de civilizaciones ya no vale. Ahora tiene que mandar unos aviones a la guerra para proteger a la población civil libia, aunque aún desconoce cómo se hace eso desde el aire. Mientras tanto los barones no hacen más que tocarle los…, güevos. Los extremos que nunca se deben de tocar a un Presidente. Esto de Zp me recuerda aquella escena final de “Airbag”, cuando el ganster Pacitos llama a su mujer y le dice que lo deja porque aquello es muy estresante. Interesante no, mujer. Estresante, decía el gallego.

Resumiendo, que al hombre le ha entrado cansancio. De repente. Los varones que no le quieren (por lo que se ve las hembras, sí), lo de la crisis, lo de la guerra y las guerras, lo de las cajas, lo de la biblia en verso y la madre que lo parió, han hecho que Pepeluis haya tirado la toalla. Igual que los púgiles noqueados, o a punto de serlo. Igualito. Así es que pasó de lo que decían, y decíamos, los que escribimos en estos lugares y, con su eterna sonrisa, vino a decir aquello de: “si me critican mis enemigos, y también mis amigos, lo mejor que puedo hacer es joderles a todos. Lo dejo, pero no voy”. Eso que es lo mismo que hacía el perro del hortelano. Aquel de Lope que ni comía ni dejaba comer.
Y yo seré quien ponga las reglas¨: Primarias a partir de las municipales y autonómicas. El que quiera sucederme que lo sude. Entretanto le dejaré el patio bien limpio.¿?.

Enfrente también tienen estrés. Ya lo tenían hace tres años (es tres), y de repente se encuentran con lo que siempre venían solicitando y, no sabiendo qué hacer, vuelven a la misma cantinela de siempre: pedir la anticipada convocatoria de elecciones. Para evitar la bicefalia, el vacío y el tsunami de la Moncloa. Los hay que tienen un afán y unas prisas que pa que te voy a contar. Y éste que nos ha gobernado, y quiere seguir haciéndolo un año más, les dice que se pongan las pilas y a trabajar porque ahora ya no tienen con quien meterse y a quien criticar. Y al tiempo que esto ocurre, los que se están repartiéndose la herencia -o eso pretenden- de un difunto, en vida -o algo así- del Causante (nunca mejor dicho), se parten el culo de risa pensando en lo que les tocará a ellos cuando lleguen a la nominación. Porque esto es igual que aquello de Gran Hermano. Si hasta ahora ha sido poco, amárrense los machos y no se estresen que empieza el espectáculo. “Ladys and gentelmens…”

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