miércoles, 10 de abril de 2013

DEL BANCO AL BANQUILLO


 Los problemas de la Familia Real
Pienso que S.M. el Rey debe de estar pensando en acogerse a la prejubilación. Él que es de los pocos en este país que aún puede hacerlo. Creo que es el momento oportuno, y va siendo hora, para abdicar y dejar esto de la Monarquía Constitucional en manos de su hijo primogénito, Felipe. Porque cuando don Juan Carlos fue nuestra mejor marca, quien mejor nos vendió en el exterior, ahora se ha convertido en la diana, en el blanco de unos y otros, de propios y foráneos, y de esos que cuando más llueve salen como los limiagos y se tildan de republicanos de toda la vida, los mismos que una vez fueron uno y ahora son otro, pero que nunca fueron nada. Dicho lo cual, que había que decirlo, parece meridianamente claro que el respeto y la confianza que otrora hubo hacia la Monarquía española se ha tornado en desconfianza, sospecha y descrédito merced a la sucesión continuada de episodios desafortunados. El elefante de Bostwana y la enigmática e intrigante princesa Corina Von Nosequé, las caídas y accidentes reales y, en consecuencia, las entradas y salidas de quirófano, y, sobre todo, las oscuras actividades presuntamente delictivas de su yerno, el Duque de Palma, y la reciente imputación de su hija, la Infanta Cristina -que talmente parece que va del banco al banquillo- han situado al Rey en la condición de “missing”, y está claro que ha desaparecido. Cierto es que tiene que recuperarse de su última operación de cadera, pero no es menos cierto que también tiene que hacerlo de los disgustos que le proporcionan los Duques -no el mío precisamente- y que viene sufriendo desde hace años. 

Total que, en su retiro zarzuelero, piensa, discurre y hasta inventa artimañas para capear el temporal que tiene encima. Que llaman a declarar a Cristina para el 27 de abril, el tema se pospone un mes o más, ¿por qué? Que el balonmanista busca trabajo bien remunerado, pues a pedir permiso al monarca para entrenar fuera de España. En Qatar, que tiene una tradición en eso de la virgen. De paso se acostumbra a calentar banquillo como segundo del seleccionador. Seguro que el Jefe llamó al su amigu Abdulah -o como se llame el emir catarí- y dijó-i: “Oye macho, o me busques algo pa esti cabrón o marcho yo p’allá. Y dos reyes ahí, con lo pequeño que ye eso, non pintamos ná”. Por lo que se ve Juancar sigue teniendo influencies fuera de aquí. Lo que pasa ye que eso tá demasiaos fuera, mejor sería que esas influencias las tuviera con los que de verdad mandan en esto de la economía. ¿Saben ustedes quiénes son? Nosotros no.

Imágenes de Google

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