miércoles, 12 de septiembre de 2012

BAJE O SUBA

Sobre la indefinición del presidente del gobierno
Mire, don Mariano, las cosas raramente resultan como uno se las propone y las proyecta en origen, sobre todo si no dependemos de nosotros mismos. En su campaña electoral de hace ya más de nueve meses prometió a los españoles muchas cosas y, desgraciadamente, pasado ese tiempo, ha cumplido pocas o ninguna. En estos momentos son escasos los ciudadanos que no están convencidos de que se tocarán las pensiones, claro; de que los trabajadores tendrán que contribuir en más alto porcentaje a la Seguridad Social (como en Portugal) y las empresas en menor, por supuesto; de que la sanidad y la educación, aspectos claves en un país como el nuestro, se verán reducidos a mínimas expresiones (ya lo estamos viendo), y eso es evidente; de que cada vez pueden trabajar menos personas en edad laboral, obvio; y, en definitiva, que seremos rescatados antes o después del 21 de octubre, palmario. Y cuando los ciudadanos ya dan todo esto por sentado, entre muchas otras cosas -ninguna buena, desde luego- usted se atrinchera en sus cuarteles y fija todas sus propuestas y previsiones en la reducción del déficit. Ese es el objetivo, no hay otro. Nada opina sobre el futuro que nos espera y que todos los españoles auguran. Como buen gallego, nadie sabe si usted sube o baja, y tal vez tampoco lo sepa usted mismo, Don Mariano. 

Porque, al final, como todo depende de lo que digan los mercados, la UE, la Merkel, el BCE, el FMI y la madre que los parió a todos ellos, usted no se moja, sino que está a la espera de lo que se nos ordene y, mientras tanto, corte aquí, tijeretazo allá y supresión acullá, están dejando este país como un erial donde, cada vez más, unos pocos se hacen más ricos y otros muchos pasan todo tipo de penurias. Esa es nuestra triste realidad, Presidente. Y usted el máximo responsable de ella junto a quienes le precedieron en las barbaridades y tropelías que los gobiernos perpetraron con este país a lo largo de los últimos veinte o veinticinco años, incluidos los de sus siglas. De tal forma, don Rajoy, que nadie vislumbra la salida de este largo y tenebroso túnel donde nos han metido todos ustedes. Díganos la verdad a los ciudadanos de una vez. Sin tapujos. No se quede en el rellano de la escalera. Pida ya el rescate y afrontemos todos juntos sus consecuencias. Tarde o temprano tendremos que hacerlo. 

Imágenes de Google

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