martes, 3 de noviembre de 2015

INDECISOS



Comienzan las dudas

Cuando éramos infantes, de aquella, hace decenios era muy frecuente que alguien nos preguntara si queríamos más a papá o a mamá. No se si les pasaría. Eso fue antes de que se inventaran las encuestas de población activa y la de su madre. Por entonces, ante el aprieto, contestábamos que los queríamos a los dos por igual, aunque siempre había algún cabritu que decía que quería más a so güela o a Marilyn Monroe, pero hoy no. Hoy, o te decides o yes un indecisu d’esos a los que yos pide el votu tu dios, sea de izquierda, de derecha o mediopensionista. El otru día vi en una red social  una pregunta que cuestionaba si prefería cambiar la hora o de gobierno, ahora que tenemos hora nueva y gobierno vieyu, y yo dijéi al que puso eso que si prefería cambiar de coche o de pareja. Debe tar pensándolo tovía porque no me contestó. Pero como el que calla otorga, según la sabiduría popular, seguro que esti fulanu -o esta Maripuri- prefieren un buga nuevu, de paquete, que una muyer o un paisano recién llegáos que lo más seguro ye que te salgan rana. O sapu. De ahí que Duke piense que va ser mejor cambiar la hora porque dentro seis meses vuelves poner el reló en su sitiu y, en cambio, pa cambiar el gobierno tienes que esperar cuatro años. Porque a éstos, como a los otros que puedan venir, no los mueve de onde tan ni una grúa del Afeitáu.
De manera que, a la vista de estos antecedentes, con tantes encuestes que anden encuestando por to los sitios de la multigeografía política de aquí, va a ser mejor que todos nos volvamos indecisos y, cuando nos pregunten si preferimos a Sánchez, a Rajoy, a Iglesias o a Rivera, contestemos que no somos de aquí, ni de allí, sino todo lo contrario. “Que luego vas y lo cascas, macho”. O, alternativamente, le preguntemos al pavo, o la pava, si ye tontu, bobu o gilipollas. Y rematar con aquello de “a ti te lo voy a decir, pa que luego me metas en una porción del quesito”.
Ahora que muchos de los que estaban en un partido y se pasaron al contrario están optando por cambiar de nuevo al anterior -caso de Irene Lozano-, o a otro que vean con más posibles para seguir “tocándose los cojones”, que diría uno, o en el “candelabro”, que diría la otra, ahora es el momento en que llegan los encuestadores pa adelantar acontecimientos. Pues no, coño. Ya lo sabréis el 20-D, que ahora toy indecisu.

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