viernes, 23 de octubre de 2015

HABÍA UNA VEZ...

Un submarino que no flota

Dicen que es el submarino más avanzado de la historia, lo definitivo, lo último en tecnología. Pero no emerge, oiga. Que non flota, vamos. Ye un sumarino auténticu. Al S-80 le faltan siete metros de eslora, le sobran toneladas de peso o es que los ingenieros esos que lo diseñaron no se dieron cuenta que de vez en cuando tiene que salir a superficie y echar anclas en algún puerto para que sus submarineros puedan tomar una birra e irse de mujeres de mala vida, como siempre ocurrió cuando se habla de marinería. El caso es que, como es habitual en este país, para que el diseño y la posterior fabricación del parato llegue a buen puerto (ye una broma licenciosa) hacen falta doscientos millones de mortadelos, o más. Sobre un presupuesto ya consumido de más de muchoscientosmil millones. O sea que después de sacar a flote a la banca ahora hay que poner más viruta pa reflotar al submarino. ¡Si Peral levantara la cabeza!
No se si recuerdan aquella canción de nuestra infancia que hablaba de un “barquito que no sabía o no podía navegar, pero pasadas un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas, aquel barquito navegó. Y si esta historia os parece corta volveremos a empezar”. Pues es lo mismo que hacemos aquí, volver a empezar, como Garci en Gijón. Eso sí, poniendo perres, quitando pesu o añadiendo más barcu, lo que llevaría más viruta sin garantía de qu’el barcu emerja y, ni siquiera, de que suba el periscopio. Que esa ye otra. Porque si non pués ver al enemigu pa lanzar el torpedo -“fuego el uno”-, ¿pa qué quiés un sumarino? ¿No vale más tener un cayuco y tirar petardos y restallones? Pues eso.
Y fíjate que en esti país somos de tradición marinera. Mira tú si, cuando lo de Colón, después de ser aprobáu el presupuesto por Isabel, que encamentó a Fernando con males artes (y no de pesca), hacen los barcos pa descubrir les Indies y resulta que les carabeles, ya heches y en el puerto de Palos, bótenles y húndense. Que non floten ni con manguitos. Ármase la de dios. ¡Menudu descubridor de América, que no sabe ni facer una triste carabela. Con lo fácil que ye! Pues esto ye lo mismo que yos pasa a estos listos de A Coruña y Cartagena, que tan gastando un pastón, y más, en un submarino que no flota. Y debe ser porque éstos son ingenieros de profundidades, aunque no tengan conocimientos muy profundos en la materia. Ye lo que están demostrando.

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