La correcta puntuación
Hoy
mismo me he encontrado con esto en una red social: “El respeto a
los demás es la base principal para poder llegar a la libertad,
hasta que lo comprendan los fascistas tendremos que sufrir sus
leyes”. Tengo que confesar que desconozco el origen de esta frase,
si el autor es apócrifo, es decir si ha suplantado su titularidad,
ha fingido ser suya en sus propios términos o, en realidad, la cita
no es más que una de tantas entre aquéllos que llevan a internet a
través de las redes sociales lo primero que encuentran, y lo dejan
ahí a la espera de contemplar su buena acogida por quienes tiene
agregados y, desde luego, los comentarios que pueda haber a favor,
que no en contra. Pues tenemos que afirmar que el “Respeto”
empieza por ahí, por expresar un pensamiento que se expone a la
opinión pública y contar con que la idea pueda ser recibida bien o
mal, en su caso, y mejor o peor aplaudida o celebrada. Y también
criticada. Y en el caso de la frase en cuestión la calificación se
nos antoja harto complicada, simplemente por culpa de una “coma”.
Vayamos por partes y veamos: “…hasta que lo comprendan los
fascistas, tendremos que…”, que es lo que consideramos que quiso
decir su pretendido autor, obviando la coma que da sentido a la
frase, al tiempo que se sitúa como un enérgico antifascista.
Alternativamente: “…hasta que lo comprendan, los fascistas
tendremos que…”, expresión ésta en que la coma ha sido cambiada
de lugar pero obviada, de igual forma que en el caso precedente, lo
que sitúa a quien lo escribió justamente en el lado contrario, es
decir en el del profascismo. Pero en cualquier caso el texto
publicado no contiene coma alguna, lo que da al lector la libertad de
interpretarlo como le venga en gana, a no ser que conozca al autor o
la auténtica frase (si es de otro) y sepa que iba referenciada al
primer caso que hemos expuesto.
Es
por ello que lo primero que deberíamos de hacer quienes escribimos,
y sometemos nuestras ideas al tribunal de la opinión pública, es
respetar las mínimas normas gramaticales y de puntuación con el
objeto de hacernos entender por todos, conocidos o no. Máxima que
nos aplicamos ya que no somos infalibles y, en alguna ocasión,
podamos cambiar el sentido de una frase o de un texto. Lo que pasa es
que hay mucha gente que pone en la red todo lo que cae bajo su vista,
indiscriminadamente, sin cerciorarse de lo que hace. Muchas veces
caminando con madreñes por encima del pallabreru”. Eso ocurre aquí y en Pola del Tordillo. En Astorga y Badalona también, pero menos.
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