Fiestas y vandalismo
Sólo hace un día que en Sama hemos entonado el “Probe de mí”
con la finalización de las Fiestas del Patrón, cinco días de celebración que
nos atrevemos a calificar de brillantes. Y, aunque Duke no es muy partidario de
las fiestas, las multitudes y los ruidos, lo hacemos por varias razones. La
primera es que se ha sacado el jolgorio de su habitual localización en el
parque Dorado, llevándolo hacia otros lugares céntricos como la nueva Plaza
Zuco -pese a que haya quien insista de forma persistente que esa denominación
es una ilegalidad- y también hacia la reciente Plaza del Laureado donde tuvo
lugar un emotivo concierto en el que se hizo partícipe al público a quien se le
proporcionó un pequeño cuaderno con las letras de las canciones que se
interpretarían en lo que denominaron “Las Canciones de Chigre”, y llevándolo
asimismo hacia la periferia con las bandas de gaiteros que alegraron la
multitud de terrazas instaladas por toda la población. Y la segunda es que,
dado el mal tiempo del lunes, se optó por ubicar la Jira bajo la carpa
principal, aunque la juventud optó por lo tradicional y subió al práu. También
hay otras razones, pero de igual forma se puede mejorar. Así que a ello.
Pero lo más triste y doloroso es que, mientras la inmensa
mayoría de los propios y foráneos se dedicaron a divertirse sanamente, la
minoría de vándalos de siempre, y algunos otros, se ocuparon en divertirse
haciendo daño a los demás. Destrozando el mobiliario urbano (macetas,
contenedores, y muchos etcéteras), haciendo sus necesidades mayores y menores
en los portales de las casas, y dejando ver su preocupante presencia en las
calles de la ciudad. Merodeando de forma continuada, porque no saben hacer otra
cosa, en busca de algún descuido ajeno, de una casa abierta o de entrar por la
fuerza en locales y viviendas para afanar lo que encuentraran. En lo que a
nosotros respecta, hemos asistido casi todas las mañanas a los resultados de
esto que acabo de decir. Y es en los entornos de las calles Alonso Nart y Shulz
donde radican estos parias malnacidos, algo que es sobradamente conocido por
nuestras gloriosas fuerzas del orden y a lo que deberían de poner coto de
alguna forma. Porque hay zonas como ésta que ya se asimilan al antiguo Oeste.
¿Tendremos que nombrar Sherif de barrio o acaso contratar pistoleros?
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