martes, 25 de agosto de 2015

ESTOS CHINOS



La pujanza comercial asiática 



Ahora los guajes compren les coses por internet. Camisetes, playeros, pantalones y, yo diría que, hasta conguitos. Paguen con la tarjeta esa que ya tienen desde que hacen la primera comunión y que yos regaló el padrín y, al final, llega un paquete a casa que trae la moza de correos, eches una firma con un cosu que no escribe en un parato muy raru, y ya ta. Luego tú mires el paquete y no entiendes na, vien to escrito en chino, taiwanés o farfullo, no se. Algo así como: “ç#ïç¡ç?º…$”, y tal. La cartera tampoco lo entiende, pero dizme ella que reparte a diario la dios de paquetes a la misma cantidá de neños y neñes. Lo único que se entiende ye la dirección, pero ye un poco rara. Acabo de recibir uno p’al mi sobrín que no taba en casa y pon: “Mr. Luisinacio Calzón Quitáo. Pintarrueques Street, number five, third floor. Sama de Langreo-Asturias-Spain”. ¿Ye rara o no? Lo de Street entiéndese bien por aquello famoso de les calles de San Francisco que, como sabéis, tan toes empinaes p’arriba, y también p’abajo. Pero lo de floor, ¿qué ye, una rosa o un clavel? No, debe ser el pisu. El terceru, en cocreto. “The Third”. Lo de Spain también lo entiendo por culpa del Festival de Eurovisión: “Spain two points, L’Espagne de puá”, refiérese a nosotros, los d’aquí. ¿Vistéis?, ya se yo más inglés que Sir Paul McCarney.
Pero de lo del chino no me entero, !cagondiez! Voy tener que hacer un curso aceleráu de cantonés o mandarín por correspondencia o, si no, ir  a clases particulares aquí al lao, a una tienda d’eses que te venden de to, barato, barato, que cuando a los dos días deja de funcionar o s’estropia vas p’allá, reclames y mándente al carajo diciéndote que “peldone, pol ese plecio no va a quelel qu’el apalato funcione”. Y tienen razón, ¡gonmimacho! Porque ye que cuando necesitamos algo y vamos a compralo a la tienda de la esquina y pon que vale 30 euros, damos la vuelta y vamos pa los chinos, que allí cuesta 5, o menos. Y aunque sepamos que no va a funcionar hacémoslo igual. Somos así de gilipollas. Volviendo a lo del paquete del mi sobrín, luego de la clase de inglés de la dirección, toquelu, apretelu y palpelu y pareciome que debién ser unos pantalones y seguro que, además, de marca, porque estos chinos fusílenlo to. El cocodrilo, el jugador de polo, el reló esi de la corona y lo que se yos ponga por delante.

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