Las cosas que no llegan a buen fin
En estas cuestiones sometidas a tantas opiniones radicales,
moderadas y liberales, todas ellas moduladas conforme al sentir del grupo o de
la persona que las emita, y siempre a los intereses políticos y/o religiosos de
los opinantes, es lo más lícito afirmar que, siendo temas de conciencia,
deberíamos de respetar la opinión de los demás y los planteamientos de las
formaciones políticas. De lo que no cabe ni la menor duda es que, pese a esa
libertad de opinión que se postula, el aborto o, mejor expresado, la
interrupción voluntaria del embarazo debe de estar regulada en nuestro
ordenamiento jurídico y, en este sentido, hemos de convenir que ya tenemos ley,
en vigor desde el 5 de julio de 2010 donde se despenaliza la interrupción
voluntaria dentro de las catorce primeras semanas del embarazo. La cuestión
está en que el partido actualmente en el poder ha querido llegar más allá en el
sentido involucionista, situándonos en tiempos predemocráticos, lo que ha
costado la cartera y el escaño al ministro del ramo a principios de esta
semana. Díjolo Mariano, abortamos la reforma de la ley porque es
antipopular y, además, van a llegar
otros al gobierno y van a derogarla. Conforme a cuya explicación sería muy
factible pensar que es inútil legislar ya que luego llegarán otros que
deslegislen y aborten lo ya legislado.
Y es que, en el mayor error de los tres años de legislatura
del Partido Popular, se han abortado tantas cosas que iban a hacerse que ya
podríamos hablar sin temor a equivocarnos de un aborto globalizado. Sólo queda
ya por abortar la Ley de Consultas de Arturo Mas aprobada en el parlamento
catalán hace ocho días y que, al tiempo que le doy a la tecla, aún no ha sido
promulgada en espera de que el President saque de su manga algún as que
acredite lo que ayer ha afirmado, que contra el enemigo hay que utilizar el
ingenio y la astucia, al tiempo que comparaba la situación actual con aquella
bíblica de David y Goliath en la que el pez chico se comió al grande. ¿Será que
el baranda catalán guarda una sorpresa que dará a conocer este sábado y aborte
las intenciones abortistas de Rajoy de abortar el Referéndum catalán que no
busca más que abortar sus relaciones territoriales con el país a que
pertenecen? Sabiendo lo que hay y a lo que se expone, ¿será su intención
abortar la suspensión de la Ley de Consultas? Pronto lo sabremos.
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