El conflicto ruso-otomano
Diecisiete segundos es el tiempo en que uno tarda en
estornudar y limpiarse la nariz. No dan para más. De manera que ese tiempo
empleado por el cazabombardero ruso para cruzar lo poco que había de espacio
aéreo turco es casi imposible que fuera suficiente para “preparados, listos,
ya”, apretar el gatillo y disparar. Con lo que, esta vez, tendemos a pensar que
el avión fue derribado en el espacio sirio. Pero es lo mismo, porque ¿qué hacía
el avión ese sobre cielo turco?, ¿no les habían avisado ya de que no volaran
por allí, que les iba a pasar algo? Pues ahora es cuando llega el follón. Unos
que si defienden la integridad de su territorio y los otros que si lo sucedido
es una puñalada por la espalda. Y se enzarzan en el debate sobre la situación
en vuelo del avión, cada uno con sus propios e interesados argumentos en un
nuevo conflicto que se nos antoja de una gravísima gravedad. Máxime sabiendo cómo
se las gasta Putin y la situación bélica en Siria e Irak. Así es que, de forma
inmediata, reunión de los embajadores en la OTAN y llamada a la cordura de
ambas partes, y en Whasington Obama que le dice a Holland que no se fía de los
rusos, de tal forma que nos da la impresión de que la coalición internacional
para enfrentase al EI se irá a tomar por saco.
En una ocasión, hace ya muchos años, dos coches colisionaron
en La Felguera en aquel cruce que había a la altura de Ganzábal. Ambos
conductores discutían acerca del percance y estaban a punto de sacar los
papeles para una solución amistosa cuando, todo acelerado, apareció un agente
municipal que lo primero que dijo enfadado fue “a ver, ¿quién chocó primero?”,
con la heroica intención de atestar el suceso. Al final la liaron entre los
tres y allí estuvieron más de una hora en discusión por un faro y una defensa.
Lo del avión ruso tiene mucha más enjundia dado que, en la
enrevesada crisis internacional en esos territorios con chiíes, suníes, kurdos,
turcomanos, fuerzas de occidente y la que te rondaré morena, se hace cada vez
más difícil encontrar principios de acuerdo que sienten el inicio de una
posible solución. En definitiva, que con un río cada vez más revuelto la
ganancia es para los yihadistas que, tan solo unas horas después, sembraban de
cadáveres el centro de Túnez.
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