miércoles, 6 de junio de 2012

PARA EL PARO


Quienes trabajan más que nadie


 El periódicu esti dijo ayer que el paro había descendío en Asturias en 1.777 persones en el mes de mayo y tien que ser verdá porque LA NUEVA ESPAÑA equivócase poques veces, o nunca. Claro -vais decir vosotros-, ye normal que Duke diga esto. Pero en esti casu tién razón el periódicu y Duke. Veréis. Tengo un conocíu (esti no ye amigu, no vos confundáis) que cuando lu veo y charro un ratín con él, siempre acaba con les mismes histories: Trabayó en la Duro, en la mina, en la Cerámica y en casa su madre. De ajustaor, de barrenista, de torneru, fresaor y la biblia en verso. Ye cazaor, pescaor y, me parez que también, cantautor. Va a la yerba, haz la matanza, cocina de puta madre…, y no sale en la TPA porque tovía no-í lo ofrecieron (no se en qué coño tarán pensando estos de la tele). Ye curiosu pa tó. Fíjate si lo ye que permítese el lujazu de daí consejos a los ingenieros, él que fue a la Escuela de Maestría. Pero, ¡hay amigu!, cuando él fue a esa escuela, la de Minas y la de Ingenieros Industriales, la de Bellas Artes, la de Magisterio y la de Enfermería debíen de tar algo obsoletes y no daben el aprendizaje que él tuvo por aquellos tiempos. El casu ye que esti conocíu míu trabayó en un montón de sitios de un montón de coses, y dieron-í una parva de medalles. Claro, cuando lu oigo hablar de eses coses, yo que soy un ignorante técnicu, quedo acojonáu y ríndome ante la evidencia. Aunque alguna vez pensé en comentái, así como quien no quier la cosa, ¡joder, macho… ¿cómo no va a haber esti paro tan tremendu si trabáyeslo tu tó?!, pero callé como un afogáu, no fuera que además me dijera que pilotaba helicóteros y practicaba la soldadura submarina y el rescate alpino. 


Pues el casu ye que el mes pasáu esti fenómeno ténicu-laboral púsose malu de un cólicu en un reñón o en la vesícula esa, o no sé donde, porque él no taba allí pa decímelo, y tuvieron que ingresalu de urgencias porque dolía-i la de dios, con permisu de la virgen. Al final, siguiendo su sabio pronóstico -según me contaron-, operáronlu de apendicitis, y si él no los avisa a tiempu hubiera deriváo en peritonitis, con riesgu de óbito inminente. ¡Hay que jodese! Pues eso, que ta de baja, muy malín y sin poder trabayar ná. De ahí el descenso del paro. Ya veréis cuando sane.

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