sábado, 14 de mayo de 2016

HACIA EL LAICISMO


Oficinas contra las religiones


Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Pero ahora el César, aunque se llame Wenceslao, quiere también lo de Dios. De manera que, para ello, van a poner una oficina municipal que persiga todo aquello que contenga símbolos religiosos, encontrarlos y retirarlos. Van a comprobar que todos los bienes de las distintas confesiones estén debidamente acreditados, es decir con su correspondiente escritura pública y la consiguiente inscripción registral, amén de temas catastrales y demás zarandajas, y si no pa ellos y, además, quieren promover  las celebraciones de tinte civil por delante de las de carácter religioso. Todo ello, y alguna cosilla más, van a pedírselo al Gobierno Central para, de esta forma, incorporarse a la Red de Municipios por el Estado Laico. Estas propuestas son las que hace el tripartito que gobierna, o no, en Oviedo, sugiriendo también que se juren los cargos públicos sobre la Constitución y no sobre la Biblia. Cuando tenemos  reciente cómo han jurado, prometido o dado su palabra de honor, cada uno de los diputados de Podemos en el Congreso, es decir como a cada uno le salió de los bemoles, ahora llegan y defienden una forma de promesa ante la Carta Magna. Si eso no es postureo, que me digan lo que es.
Que este asunto salga a la luz precisamente en los días posteriores  al horroroso incendio habido en la calle Uría, da mucho que pensar. Sobre manera cuando se dice que las bocas de riego no bombeaban el agua suficiente, porque las conducciones están obsoletas; cuando se habla de ciertas negligencias en las actuaciones de algún mando del equipo de municipal de bomberos y, en definitiva, cuando las explicaciones sobre una cuestión de tanta enjundia son las que deberían de primar, entre otros temas, llegan y pretenden poner una nube que cubra todo ello con una reivindicación extemporánea hacia el laicismo. ¡Oviedo, quién te vio y quién te ve!

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