Cosa rara
Terminaba de salir con Duke cuando me encuentro con un vecino
que siempre va como un pincel, es educado y cordial, y un gran rapaz, todo hay que
decirlo. Lleva la bragueta abierta y por ella asoma tímidamente el pico de la
corbata. Sin duda él también acaba de salir de casa. Don Fulanito, le digo,
súbase la bragueta. Y el hombre, sonrojado, lo comprueba, introduce corbata,
sube cremallera y me da las gracias sonriendo. Un descuido como todos tenemos a
menudo. Ellas no. Las féminas siempre salen de casa impecables, faltaría más.
Hago esta breve introducción porque algo parecido les pasó a
los del ayuntamiento de Langreo. En un balcón de la Casa Consistorial, según la
miras a la derecha, ondea una bandera republicana, o asimilada, desde hace ya
casi un mes. O no es tal cosa y a alguien se le derramó un tintero en la franja
inferior. O, incluso, han querido dar a entender a la tropa que allí también
mandan algo, o mucho, los chicos y chicas de Pablo Iglesias. Sea lo que fuere,
y al igual que con el señor de la corbata, dije pa mí mismu “voy a avisar a los
señores, y señoras, del ayuntamientu de que alguien yos colgó allí una cosa
rara que no pue tar en un edificiu públicu y no se dieron cuenta d’ello. O ye
que a lo mejor olvídáronse de quitala el pasáu 14 de abril que celebraron el
advenimientu de la II República y anduvieron con el trajín de les banderes
p’acá y p’allá”. Porque ye que además dejaron una igual, o parecía, pegá a un
cristal de una de les ventanes de atrás. La verdá ye que extráñame que ninguno
de los 21 concejales, ni de los dos mil y picu empleaos que tienen se haya dao
cuenta d’ello y lo haya puesto en conocimiento de la autoridá competente que ye
el Alcalde. Será que tienen mucho que trabayar y tovía nos yos dio tiempu a
mirar p’arriba. Pues, antes de que pase por allí un inspetor de banderes,
avísalos Duke pa que la cambien.
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